Hermanos estamos concluyendo
la novena a nuestra Santísima Virgen, demos gracias porque nos ha permitido
llegar hasta ella y pidámosle permanecer siempre en la Fe.
Oración
inicial
María, ¡Inmaculada Concepción!
Es una expresión que brota del corazón
y aflora a los labios como el nombre de nuestra Madre celestial que nos lleva
al Amor Verdadero, su hijo Jesús. Él
es la Fuente
de la gracia, de la cual María ha sido colmada desde el primer instante de su
existencia. Ha acogido con fe a Jesús y con amor lo ha donado al mundo. Ésta es
también nuestra vocación y nuestra misión, la vocación y la misión de la Iglesia : acoger a Cristo
en nuestra vida y donarlo al mundo, 'para que el mundo se salve por medio de
Él.
Hermanos,
en este tiempo en el que avanzamos al encuentro de Dios que viene, miremos a
María que 'brilla como signo de segura esperanza y consolación para el pueblo
de Dios en camino'".
A cada intención
respondemos: “Santísima Madre ten piedad y misericordia”
- Por los niños abortados, no nacidos, enfermos y abandonados. Oremos.
- Por los hombres que niegan la existencia de Dios. Oremos.
- Por los que no respetan y blasfeman el nombre de Tu Hijo Jesús y el Tuyo Madre Santísima. Oremos.
- Por los que están sumidos en los vicios de esta tierra. Oremos
Oración Final
Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de
misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y
movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha
obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en
vuestras manos para que sea consagrado a Jesús.
A Vos, oh Virgen santísima, lo entrego, en presencia de
los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; Vos, en mi nombre,
consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de
que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando
perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo.
Amén.
*** Coronamos esta novena
diciendo:
Bendita sea tu
pureza y eternamente lo seas pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza
a ti celestial princesa Virgen Sagrada María yo te ofrezco en esta vida alma
vida y corazón mírame con compasión no me dejes madre mía morir sin tu santa
bendición.
Amén
Ave
María Purísima… Sin pecado concebida.
Ave
María Purísima… Sin pecado concebida.
Ave
María Purísima…. Sin pecado concebida
Alumbrantes de la Novena: Apostolado de la Oración "Sagrado Corazón de Jesús"