viernes, 7 de diciembre de 2012

ÚLTIMO DÍA DE NOVENA A LA "INMACULADA CONCEPCIÓN"


Hermanos estamos concluyendo la novena a nuestra Santísima Virgen, demos gracias porque nos ha permitido llegar hasta ella y pidámosle permanecer siempre en la Fe.

 
Oración inicial

 ¡Virgen Santísima, que agradaste al Señor y fuiste su Madre; inmaculada en el cuerpo, en el alma, en la fe y en el amor! Por piedad, vuelve benigna los ojos a los fieles que imploran tu poderoso patrocinio. La maligna serpiente, contra quien fue lanzada la primera maldición, sigue combatiendo con furor y tentando a los hijos de Eva. ¡Ea, bendita Madre, nuestra Reina y Abogada, que desde el primer instante de tu concepción quebrantaste la cabeza del enemigo! Acoge las súplicas de los que, unidos a ti en un solo corazón, te pedimos las presentes ante el trono del Altísimo para que no caigamos nunca en las emboscadas que se nos preparan; para que todos lleguemos al puerto de salvación, y, entre tantos peligros, la Iglesia y la sociedad canten de nuevo el himno del rescate, de la victoria y de la paz. Amén.
 

María, ¡Inmaculada Concepción!  Es una expresión que brota del corazón y aflora a los labios como el nombre de nuestra Madre celestial que nos lleva al Amor Verdadero, su hijo Jesús. Él es la Fuente de la gracia, de la cual María ha sido colmada desde el primer instante de su existencia. Ha acogido con fe a Jesús y con amor lo ha donado al mundo. Ésta es también nuestra vocación y nuestra misión, la vocación y la misión de la Iglesia: acoger a Cristo en nuestra vida y donarlo al mundo, 'para que el mundo se salve por medio de Él.

Hermanos, en este tiempo en el que avanzamos al encuentro de Dios que viene, miremos a María que 'brilla como signo de segura esperanza y consolación para el pueblo de Dios en camino'".


 A cada intención respondemos:Santísima Madre ten piedad y misericordia”
 

- Por los niños abortados,  no nacidos, enfermos y abandonados. Oremos.
- Por los hombres que niegan la existencia de Dios. Oremos.
- Por los que no respetan y blasfeman el nombre de Tu Hijo Jesús y el Tuyo Madre Santísima. Oremos.
- Por los que están sumidos en los vicios de esta tierra. Oremos

 
Oración Final

Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en vuestras manos para que sea consagrado a Jesús.
A Vos, oh Virgen santísima, lo entrego, en presencia de los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; Vos, en mi nombre, consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo. Amén.
 

*** Coronamos esta novena diciendo:
 

Bendita sea tu pureza y eternamente lo seas pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza a ti celestial princesa Virgen Sagrada María yo te ofrezco en esta vida alma vida y corazón mírame con compasión no me dejes madre mía morir sin tu santa bendición.

                                                                  Amén

 

Ave María Purísima… Sin pecado concebida.

Ave María Purísima… Sin pecado concebida.

Ave María Purísima…. Sin pecado concebida


Alumbrantes de la Novena: Apostolado de la Oración "Sagrado Corazón de Jesús"