sábado, 15 de diciembre de 2012

SÉPTIMO DÍA DE NOVENA A LA VIRGEN DE LA DULCE ESPERA

Señal de la cruz


En el nombre de Padre, del hijo, y del Espíritu Santo. Amén.


Nos arrepentimos de nuestros pecados.

Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
Por tu gran compasión, borra mis faltas!
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
Y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia,
Ni retires de mí tu Santo Espíritu.
Nuestra Señora de la Dulce Espera,
Ruega por nosotros y por nuestros hijos!

 


“Tu hijo también tiene una misión”
Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte” Jesús les respondió “¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos? Y señalando con la mano a sus discípulos agregó “Estos son mi madre y mis hermanos, porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”. (Mt 12, 46-50)

Reflexión

María es la primera entre “aquellos que escuchan la palabra de Dios y la cumplen” Y por eso, aquella bendición pronunciada por Jesús se refiere en primer lugar a ella. María se convierte, en cierto sentido, en la primera “discípula” de su Hijo y por medio de su fe descubre otro sentido de su maternidad: una nueva maternidad según el espíritu y no únicamente según la carne.

Oración

Madre nuestra, Señora de la Dulce Espera, nos enseñas que más importante que el vínculo carnal es la relación que nace y se forma por cumplir con lo que Dios nos pide. El amor se construye día a día, así queremos servir al Señor y aceptar su voluntad. Que podamos testimoniar el significado del amor auténtico diciendo cada día que sí. Acuérdate de las familias que han abierto su corazón a la adopción, ayúdalos en la alegría de su generosidad a que puedan gustar los hermosos nombres de padre y madre. Que teniéndote a vos como modelo incomparable de acogida y cuidado de la vida puedan dar gracias cada día, por esa vida que se les entrega.
 
A cada intención respondemos: “Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor”

-Por los que desean adoptar

-Por la intención particular con que rezamos esta Novena.


Padre Nuestro, Ave María y Gloria.