En el nombre de
Padre, del hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Nos arrepentimos
de nuestros pecados.
Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
Por tu gran compasión, borra mis faltas!
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
Y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia,
Ni retires de mí tu Santo Espíritu.
Nuestra Señora de la Dulce Espera,
Ruega por nosotros y por nuestros hijos.
En
aquellos días María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de
María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel llena del Espíritu Santo, exclamó:
“Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”!
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá todo lo que te fue anunciado de
parte del Señor. (Lc. 1, 39-45)
Reflexión
Las
palabras de Isabel “Feliz de ti por haber creído” se aplican no sólo a aquel
momento concreto de la anunciación, sino a toda la vida de María. En su
peregrinar hacia Dios, María recorrió un camino de fe a lo largo de toda su
vida. Y lo hizo de modo heroico. En su “obediencia de fe” ella se abandonó a
Dios y “esperando contra toda esperanza, creyó” cada día, en medio de todas las
pruebas y contrariedades.
Oración
María,
madre de Jesús y madre nuestra, intercede ante tu Hijo y enséñanos a amar y
servir a los demás. Que siguiendo tu ejemplo de disponibilidad, sepamos aceptar
la vida como el don gratuito que Dios nos ha dado; y que podamos proteger,
nutrir, y acoger a aquel niño que recibamos como hijo. Que podamos recorrer con
fe y esperanza los caminos que nos llevan a cumplir la voluntad del Padre.
A
cada intención respondemos: "Por
María, nuestra madre, te lo pedimos Señor"
-Por los que desean recibir la gracia
de un hijo.
-Por
la intención con que rezamos esta novena.
Rezamos
Bendita seas María, Virgen y Madre,
El Señor te llenó de gracia y alegríaEn la dulce Espera de Jesús.
Te rogamos por los esposos
Que desean el Don de un hijo,
Ayúdalos en esta esperanza
A apoyarse mutuamente en el camino de la vida.
Padre
Nuestro, Ave María y Gloria