Se expone el Santísimo
Sacramento
Celebrante:
¡BENDITO Y ALABADO SEA JESÚS EN EL
SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR!
GUIA 2: Hermanos, hoy primer jueves de mes dedicado a rezar por
las vocaciones sacerdotales, queremos unirnos espiritualmente en la oración
ante Tu divina presencia, para elevarte
nuestra adoración y alabanza y rogarte, tengas misericordia de todas
nuestras faltas y pecados cometidos contra Tu Sacratísimo Corazón.
Canto
Breve silencio
Invocación al Espíritu Santo
GUIA 1: Ven Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu amor .
Envía Señor Tu Santo Espíritu por medio del corazón inmaculado de María Santísima
tu amada esposa y reina.
Todos: … Y renovarás la faz de la
Tierra.
GUIA 2: Oración
Divino Jesús, quisiéramos siempre amarte y honrarte
con nuestras acciones, palabras y pensamientos, pero deseamos venerarte de un
modo especial en este día dedicado a Ti.
Danos Tu luz para conocerte y conocer lo que desea Tu corazón de nosotros,
enciéndenos y fortalécenos con tus Gracias para que obremos con sincero deseo
de amarte y reparar las ofensas con que te
hemos agraviado. Hoy queremos ofrecerte todas las almas redimidas con la
preciosa Sangre de Tu Hijo y te pedimos humildemente que escojas hijos tuyos
para la vida sacerdotal. Amén.
*Padre Nuestro, Ave María y Gloria*
Canto
GUIA 1:
Si quieres mantener tu entrega al Sagrado Corazón haz de orar para aumentar tu amor. Por medio del
Profeta Isaías nos dice: “ Antes que me llamen, yo responderé. Aún estarán
hablando y yo los escucharé”. El mismo Jesús nos dice: “Y todo cuanto pidas con
fe en la oración… se los concederé”
Señor te necesito…. Oh Jesús ayúdame en mis penas, haz que
aprenda a llorar por los otros y a llevar mi cruz….
GUIA 2
-
Estoy
triste consuélame
-
Estoy
enfermo sáname
-
Estoy
hambriento sáciame
-
Estoy
necesitado ayúdame
-
Estoy
postrado levántame
-
Estoy
en pecado perdóname
-
Llamas del Corazón de Jesús
purifícame
-
Fuego
del Corazón de Jesús caliéntame
-
Espinas
del Corazón de Jesús penétrame
-
Cruz
del Corazón de Jesús dame valentía
-
Agua
y Sangre del Corazón de Jesús cúbreme
* Canto
*
GUIA 2:
Digamos llenos de gozo y alegría: ¡Sea honrado, glorificado, amado y obedecido
por siempre Jesús Sacramentado, ÉL … que
nos amó con tal exceso de misericordia y nos redimió con su preciosa Sangre! A
Ti te veo con los ojos de la fe en la
adorable Eucaristía y te recibo en mi
pecho, como alimento y salud de mi alma.
Breve silencio
GUIA 1:
Oración por los sacerdotes
Jesús buen
pastor que has querido guiar a tu pueblo
mediante el ministerio de los sacerdotes, ¡Gracias por este regalo para tu
iglesia y para el mundo! Te pedimos por
quienes has llamado a ser tus ministros; cuídalos y concédeles el ser fieles.
Que sepan estar en medio y delante de tu pueblo, siguiendo tus huellas e
irradiando tus mismos sentimientos. Te
rogamos por quienes se están preparando para servir como pastores, que sean
disponibles y generosos para dejarse
moldear según tu corazón. Te pedimos por
los jóvenes a quienes también hoy
llamas, que sepan escucharte y tengan el coraje de responderte, que no sean
indiferentes a tu mirada tierna y comprometedora, que te descubran como el
verdadero Tesoro y estén dispuestos a
dar la vida “hasta el extremo” . Te lo
pedimos junto con María, nuestra Madre
de Luján y San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars. Amén.
*Padre Nuestro, Ave María y
Gloria*
Oración:
Señor Jesús, humildemente postrados
ante Ti queremos presentarte nuestro homenaje de fe y de amor, de gratitud y
de adoración, poniendo en tus manos todo lo que somos y tenemos. En unión con
tu Madre, venimos aquí para acompañarte y encontrarte como Amigo de nuestras
almas y Luz de nuestras vidas. Venimos a pedirte, en espíritu de profunda
súplica, por el mundo, por todos los hombres, por tus sacerdotes y hombres y
mujeres de vida consagrada. De manera muy especial, te imploramos que Tú, oh
Señor y dueño de la mies, envíes numerosos y santos obreros para que cosechen
lo que Tú mismo has sembrado en las almas. Te necesitamos, escúchanos Señor.
Amén
Preces sacerdotales
A todos los sacerdotes, dales pureza, Señor
R/. Te rogamos, óyenos
Dales tu ciencia, Señor… Te rogamos, óyenos. Dales virtudes, Señor… Dales paciencia y caridad… Dales obediencia y benignidad… Dales amor al estudio y a tu Ley… Dales celo ardiente por las almas… Dales fuego divino para que abrasen los corazones… Dales intenso amor a la Eucaristía… Dales humildad y talento… Dales delicadeza en observar los errores… Dales grande sumisión a sus Prelados… Dales gran adhesión a la Santa Sede… Dales horror a las cosas del mundo… Dales respeto a su dignidad… Dales un gran amor a María… Dales rectitud y justicia… Dales el don de consejo… Dales fortaleza en sus trabajos… Dales un grande amor a la Cruz… Dales resignación en sus penas… Dales caridad universal con las almas… Dales humildad y generosidad… Dales vida sobrenatural y divina…
Breve silencio
***CANTO***
Oración
Tú que nos mandaste orar, cuando compadecido de la
multitud que te seguía, contemplaste en ella todas las multitudes de hombres
que a lo largo de la historia carecerían de pastor en su camino hacia Ti,
escucha ahora nuestra oración humilde. Envíanos, Señor, Pastores según tu
corazón. Necesitamos hombres y mujeres que presten sus labios para hablamos de Ti,
sus pies para recorrer todo el mundo predicando tu Evangelio, sus manos para
bendecirnos, sus ojos para ver en ellos reflejada tu mirada de Padre amoroso.
Te necesitamos, Señor. Te necesita el mundo y la Iglesia. Por eso, te lo
pedimos con humildad, te lo rogamos con ardor, envíanos sacerdotes y
religiosos depositarios de tu poder salvador; envíanos sacerdotes que sean
luz en las tinieblas del mundo, sal que nos libre de la corrupción del mal y
del pecado. Envía, Señor, obreros a tu mies.
Gloria Patri
Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres
que aman al Señor.
Por tu inmensa Gloria te alabamos, te
bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Señor Dios Rey celestial, Dios
Padre Todopoderoso. Señor Hijo único Jesucristo.
Señor Dios, cordero de Dios Hijo del Padre
Tu que quitas el pecado del mundo ten piedad de nosotros, Tu que estás
sentado a la derecha del Padre ten piedad de nosotros porque sólo Tu eres
Santo, sólo Tu Señor, sólo Tu Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en
la gloria de Dios Padre.
AMÉN
Breve silencio
Oración
Te ofrecemos, ¡oh
Padre!, en favor de los Sacerdotes, y por las manos purísimas de María, la
Sangre preciosa de Jesús, que purifica, redime y salva. Y Tú, Espíritu Santo,
que tanto amas a la Iglesia y que eres su alma y su vida, dígnate escuchar
las súplicas que hacemos por ellos. Te lo pedimos por María Inmaculada,
auxilio, consuelo, espejo y guía de todos los Sacerdotes. Amén
El sacerdote es otro Cristo. En él vemos con los ojos
de la fe al Señor que camina con nosotros en la historia. Veneramos su persona
porque en él vemos al mismo Jesucristo. Hombre entre los hombres, lo has
escogido para que celebrara el sublime misterio de la Eucaristía, para que
perpetuara en los siglos tu amor, para que perdonara en tu nombre, salvara en
tu nombre, consagrara en el nombre de la Trinidad a los hombres y a toda la
creación. Gracias, Señor, por el don del sacerdocio a tu Iglesia.
Los religiosos sacerdotes dejan todo para seguirte sólo
a Ti, Sumo Bien, en caridad perfecta. Dan por amor tuyo su libertad; ofrendan
lo mejor de su afecto y de su amor a Ti; te siguen, pobres, por el sendero
del sacrificio. Grande es la generosidad de estas almas y grande es el don de
la vida consagrada a la Iglesia. Envía, Señor, a tu Iglesia vocaciones a la
vida consagrada.
Estamos aquí Señor frente a
Ti en Tu Divinidad absoluta, ayúdame a sentirte y verte en el Sacratísimo
Sacramento.
A Cada invocación respondemos: ¡Señor, yo creo pero
aumenta mi fe!
Estamos
seguros, Señor, de tu promesa: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta
el fin del mundo». Tú estás con nosotros y no dejas de llamar a hombres para
que, en representación tuya, nos acompañen en nuestro camino hacia Ti Tú sigues pronunciando esta palabra que ha
cambiado la historia de tantas vidas: «Sígueme». Ayuda a aquellos que llamas
a ser generosos, a no cerrar su corazón a tu llamada, a saber responder con
prontitud, como el profeta Isaías: «Aquí estoy, Señor, envíame». Da
generosidad, fe y valor a quienes has llamado.
Renueva en todos tus sacerdotes, en los fervorosos y en
los abatidos, en los que luchan, en los que te aman con ardor, en los que han
perdido la esperanza, el amor a Ti y a tu Iglesia. Que resplandezcan en sus
vidas las virtudes de la pureza y la obediencia, la paciencia y la caridad,
la dulzura y la comprensión, el celo ardiente por la salvación de las almas,
la humildad y la sencillez. Danos sacerdotes según tu corazón.
Inspira y ayuda,
Señor, a los sacerdotes que trabajan en los seminarios y casas de formación
para que den a tu Iglesia santos, doctores, mártires, apóstoles, una nueva legión
de testigos de Cristo imbuidos de un nuevo ardor misionero para la nueva
evangelización. Envíanos, Señor, sacerdotes santos.
Te pedimos, Señor, por todos aquellos que consagran sus
vidas a la pastoral vocacional para que en nombre de Cristo no dejen de
lanzar las redes para dar a la Iglesia las vocaciones que necesita para
cumplir con su misión. Necesitamos tus sacerdotes. Envíalos, Señor.
*** CANTO***
·
Breve
silencio
3 Ave María
ORACIÓN POR EL SACERDOTE DE LA
COMUNIDAD
Señor Jesús, te agradecemos porque
tenemos en medio de nosotros al Padre
Claudio, tu servidor y
administrador de los misterios
divinos. Te rogamos que le des fidelidad y perseverancia en este humilde
servicio y a nosotros la fe viva para que veamos en él a tu mensajero. Lo has
constituido nuestro guía y padre espiritual, dale espíritu de sabiduría y
consejo, también sinceridad de amor paterno; y a nosotros el don de respeto y
entrega para que con fe podamos escuchar sus palabras y con alegría nos
acerquemos en torno a su altar sobre el cual realiza los santos misterios.
Danos a nosotros y a él paciencia y mutua comprensión. Dale salud y fortaleza
en su cargo de responsabilidad. Llénalo con el espíritu de fervor y santidad, para que sea siempre Nuestro
buen Pastor que nos conduzca al cielo.
Amén
Agradecimiento por los
sacerdotes
El santo Cura de Ars se
admiraba ante la grandeza del sacerdocio y llegaba a decir que “si no tuviésemos el sacramento del
orden sacerdotal, no tendríamos a Nuestro Señor. ¿Quién le ha puesto ahí, es
ese tabernáculo? El sacerdote. ¿Quién ha recibido el alma en su entrada a la
vida? El sacerdote. ¿Quién la alimenta para darle fuerza para hacer su
peregrinación de la vida? El sacerdote. ¿Quién la preparará a presentarse
ante Dios, lavando esta alma, por última vez, en la sangre de Jesucristo? El
sacerdote. ¿Y si esta alma va a morir por el pecado, quién la resucitará?,
¿quién le devolverá la calma y la paz? Otra vez el sacerdote.
No os podéis acordar de una buena obra de Dios, sin encontrar al lado de este recuerdo a un sacerdote.
Como el Santo Cura de
Ars, asombrémonos ante el don del sacerdocio y demos gracias a Dios diciendo:
Gracias, Señor, por tus sacerdotes.
Gracias, Señor, por tus sacerdotes.
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Ritos conclusivos.
Se retira el Santísimo Sacramento.