jueves, 3 de octubre de 2013

Hora Santa por los Sacerdotes - Primer jueves del mes de Octubre de 2013


Se expone el Santísimo Sacramento

   Celebrante: ¡BENDITO Y ALABADO SEA JESÚS EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR!

GUIA 1: Sea por siempre Bendito y Alabado Jesús Sacramentado.




GUIA 2: Hermanos,  hoy primer jueves de mes dedicado a rezar por las vocaciones sacerdotales, queremos unirnos espiritualmente en la oración ante Tu divina presencia, para elevarte  nuestra adoración y alabanza y rogarte, tengas misericordia de todas nuestras faltas y pecados cometidos contra Tu Sacratísimo Corazón.


         Canto


          Breve silencio


        Invocación al Espíritu Santo


       GUIA 1: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu amor . Envía Señor Tu Santo Espíritu por medio del corazón inmaculado de María Santísima tu amada esposa y reina.

       Todos: … Y renovarás la faz de la Tierra.

      

      GUIA 2: Oración

        Divino  Jesús, quisiéramos siempre amarte y honrarte con nuestras acciones, palabras y pensamientos, pero deseamos venerarte de un modo especial  en este día dedicado a Ti. Danos Tu luz para conocerte y conocer lo que desea Tu corazón de nosotros, enciéndenos y fortalécenos con tus Gracias para que obremos con sincero deseo de amarte y reparar las ofensas con que te  hemos agraviado. Hoy queremos ofrecerte todas las almas redimidas con la preciosa Sangre de Tu Hijo y te pedimos humildemente que escojas hijos tuyos para la vida sacerdotal.   Amén.


    *Padre Nuestro, Ave María y Gloria*


  Canto


   GUIA 1:   Si quieres mantener tu entrega al Sagrado Corazón haz  de orar para aumentar tu amor. Por medio del Profeta Isaías nos dice: “ Antes que me llamen, yo responderé. Aún estarán hablando y yo los escucharé”. El mismo Jesús nos dice: “Y todo cuanto pidas con fe en la oración… se los concederé”


       Señor te necesito….  Oh Jesús ayúdame en mis penas, haz que aprenda a llorar por los otros y a llevar mi cruz….


                                                          GUIA 2

-        Estoy triste                                       consuélame

-        Estoy enfermo                                  sáname

-        Estoy hambriento                             sáciame

-        Estoy necesitado                              ayúdame

-        Estoy postrado                                 levántame

-        Estoy en pecado                               perdóname

           -        Llamas del Corazón de Jesús           purifícame

-        Fuego del Corazón de Jesús             caliéntame

-        Espinas del Corazón de Jesús           penétrame

-        Cruz del Corazón de Jesús               dame valentía

-        Agua y Sangre del Corazón de Jesús     cúbreme

 *  Canto *

                         

            GUIA 2: Digamos llenos de gozo y alegría: ¡Sea honrado, glorificado, amado y obedecido por  siempre Jesús Sacramentado, ÉL … que nos amó con tal exceso de misericordia y nos redimió con su preciosa Sangre! A Ti te  veo con los ojos de la fe en la adorable Eucaristía y te  recibo en mi pecho, como alimento y salud de mi alma.



          Breve silencio


    

       GUIA 1:  


             Oración por los sacerdotes


                                Jesús buen pastor que has querido guiar  a tu pueblo mediante el ministerio de los sacerdotes, ¡Gracias por este regalo para tu iglesia y para el  mundo! Te pedimos por quienes has llamado a ser tus ministros; cuídalos y concédeles el ser fieles. Que sepan estar en medio y delante de tu pueblo, siguiendo tus huellas e irradiando tus mismos sentimientos.  Te rogamos por quienes se están preparando para servir como pastores, que sean disponibles  y generosos para dejarse moldear según  tu corazón. Te pedimos por los jóvenes a quienes también  hoy llamas, que sepan escucharte y tengan el coraje de responderte, que no sean indiferentes a tu mirada tierna y comprometedora, que te descubran como el verdadero Tesoro y  estén dispuestos a dar la vida  “hasta el extremo” . Te lo pedimos junto con  María, nuestra Madre de Luján y San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars. Amén. 



           *Padre Nuestro, Ave María y Gloria*

  

Oración: 



Señor Jesús, humildemente postrados ante Ti queremos presentarte nuestro homenaje de fe y de amor, de gratitud y de adoración, poniendo en tus manos todo lo que somos y tenemos. En unión con tu Madre, venimos aquí para acompañarte y encontrarte como Amigo de nuestras almas y Luz de nuestras vidas. Venimos a pedirte, en espíritu de profunda súplica, por el mundo, por todos los hombres, por tus sacerdotes y hombres y mujeres de vida consagrada. De manera muy especial, te imploramos que Tú, oh Señor y dueño de la mies, envíes numerosos y santos obreros para que cosechen lo que Tú mismo has sembrado en las almas. Te necesitamos, escúchanos  Señor.

                                                                                                   Amén
 

Preces sacerdotales



A todos los sacerdotes, dales pureza, Señor


R/. Te rogamos, óyenos        


Dales tu ciencia, Señor… Te rogamos, óyenos.
Dales virtudes, Señor…
Dales paciencia y caridad…
Dales obediencia y benignidad…
Dales amor al estudio y a tu Ley…
Dales celo ardiente por las almas…
Dales fuego divino para que abrasen los corazones…
Dales intenso amor a la Eucaristía…
Dales humildad y talento…
Dales delicadeza en observar los errores…
Dales grande sumisión a sus Prelados…
Dales gran adhesión a la Santa Sede…
Dales horror a las cosas del mundo…
Dales respeto a su dignidad…
Dales un gran amor a María…
Dales rectitud y justicia…
Dales el don de consejo…
Dales fortaleza en sus trabajos…
Dales un grande amor a la Cruz…
Dales resignación en sus penas…
Dales caridad universal con las almas…
Dales humildad y generosidad…
Dales vida sobrenatural y divina…


Breve silencio

                                               ***CANTO***

Oración

Tú que nos mandaste orar, cuando compadecido de la multitud que te seguía, contemplaste en ella todas las multitudes de hombres que a lo largo de la historia carecerían de pastor en su camino hacia Ti, escucha ahora nuestra oración humilde. Envíanos, Señor, Pastores según tu corazón. Necesitamos hombres y mujeres  que presten sus labios para hablamos de Ti, sus pies para recorrer todo el mundo predicando tu Evangelio, sus manos para bendecirnos, sus ojos para ver en ellos reflejada tu mirada de Padre amoroso. Te necesitamos, Señor. Te necesita el mundo y la Iglesia. Por eso, te lo pedimos con humildad, te lo rogamos con ardor, envíanos sacerdotes y religiosos depositarios de tu poder salvador; envíanos sacerdotes que sean luz en las tinieblas del mundo, sal que nos libre de la corrupción del mal y del pecado. Envía, Señor, obreros a tu mies.

Gloria Patri

Gloria a Dios en el cielo  y en la tierra paz a los hombres que aman al Señor.

 Por tu inmensa Gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos  gracias Señor Dios Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor Hijo único Jesucristo.

 Señor Dios, cordero de Dios Hijo del Padre Tu que quitas el pecado del mundo ten piedad de nosotros, Tu que estás sentado a la derecha del Padre ten piedad de nosotros porque sólo Tu eres Santo, sólo Tu Señor, sólo Tu Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.                 

                                                         AMÉN


Breve silencio



Oración


Te ofrecemos, ¡oh Padre!, en favor de los Sacerdotes, y por las manos purísimas de María, la Sangre preciosa de Jesús, que purifica, redime y salva. Y Tú, Espíritu Santo, que tanto amas a la Iglesia y que eres su alma y su vida, dígnate escuchar las súplicas que hacemos por ellos. Te lo pedimos por María Inmaculada, auxilio, consuelo, espejo y guía de todos los Sacerdotes. Amén

  


El sacerdote es otro Cristo. En él vemos con los ojos de la fe al Señor que camina con nosotros en la historia. Veneramos su persona porque en él vemos al mismo Jesucristo. Hombre entre los hombres, lo has escogido para que celebrara el sublime misterio de la Eucaristía, para que perpetuara en los siglos tu amor, para que perdonara en tu nombre, salvara en tu nombre, consagrara en el nombre de la Trinidad a los hombres y a toda la creación. Gracias, Señor, por el don del sacerdocio a tu Iglesia.

Los religiosos sacerdotes dejan todo para seguirte sólo a Ti, Sumo Bien, en caridad perfecta. Dan por amor tuyo su libertad; ofrendan lo mejor de su afecto y de su amor a Ti; te siguen, pobres, por el sendero del sacrificio. Grande es la generosidad de estas almas y grande es el don de la vida consagrada a la Iglesia. Envía, Señor, a tu Iglesia vocaciones a la vida consagrada.


                             Estamos aquí Señor frente a Ti en Tu Divinidad absoluta, ayúdame a sentirte y verte en el Sacratísimo Sacramento.

A  Cada invocación respondemos: ¡Señor, yo creo pero aumenta mi fe!

  • Creemos, Señor Jesús, que en la noche del Jueves Santo instituiste el sacramento de la Eucaristía convirtiendo el pan en tu Cuerpo y el vino en tu Sangre …
  • Creemos, Señor Jesús, que en la noche del Jueves Santo confiaste a la Iglesia la renovación del Sacrificio de tu Cuerpo y de tu Sangre para el perdón de los pecados...
  • Creemos, Señor Jesús, que cada vez que un sacerdote celebra la Santa Misa te haces presente en el pan y el vino consagrados…
  • Creemos, Señor Jesús, que estás presente en cuerpo, sangre, alma y divinidad en el Sacramento de la Eucaristía…
  • Creemos, Señor Jesús, que te das a nosotros como alimento para la vida eterna en la Sagrada Eucaristía…
  • Creemos, Señor Jesús, que vives y nos escuchas, que estás y que nos esperas en cada Sagrario. ..
  • Creemos, Señor Jesús, que a pesar de que nuestros ojos no te ven y que somos indignos de este don, tú estás presente en medio de nosotros…



      Estamos seguros, Señor, de tu promesa: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo». Tú estás con nosotros y no dejas de llamar a hombres para que, en representación tuya, nos acompañen en nuestro camino hacia Ti  Tú sigues pronunciando esta palabra que ha cambiado la historia de tantas vidas: «Sígueme». Ayuda a aquellos que llamas a ser generosos, a no cerrar su corazón a tu llamada, a saber responder con prontitud, como el profeta Isaías: «Aquí estoy, Señor, envíame». Da generosidad, fe y valor a quienes has llamado.

Renueva en todos tus sacerdotes, en los fervorosos y en los abatidos, en los que luchan, en los que te aman con ardor, en los que han perdido la esperanza, el amor a Ti y a tu Iglesia. Que resplandezcan en sus vidas las virtudes de la pureza y la obediencia, la paciencia y la caridad, la dulzura y la comprensión, el celo ardiente por la salvación de las almas, la humildad y la sencillez. Danos sacerdotes según tu corazón.


                           Inspira y ayuda, Señor, a los sacerdotes que trabajan en los seminarios y casas de formación para que den a tu Iglesia santos, doctores, mártires, apóstoles, una nueva legión de testigos de Cristo imbuidos de un nuevo ardor misionero para la nueva evangelización. Envíanos, Señor, sacerdotes santos.

Te pedimos, Señor, por todos aquellos que consagran sus vidas a la pastoral vocacional para que en nombre de Cristo no dejen de lanzar las redes para dar a la Iglesia las vocaciones que necesita para cumplir con su misión. Necesitamos tus sacerdotes. Envíalos, Señor.


                            *** CANTO***

·        Breve silencio

3  Ave María





         

        ORACIÓN POR EL SACERDOTE DE LA COMUNIDAD


       Señor Jesús, te agradecemos porque tenemos en medio de nosotros al Padre Claudio, tu servidor y administrador  de los misterios divinos. Te rogamos que le des fidelidad y perseverancia en este humilde servicio y a nosotros la fe viva para que veamos en él a tu mensajero. Lo has constituido nuestro guía y padre espiritual, dale espíritu de sabiduría y consejo, también sinceridad de amor paterno; y a nosotros el don de respeto y entrega para que con fe podamos escuchar sus palabras y con alegría nos acerquemos en torno a su altar sobre el cual realiza los santos misterios. Danos a nosotros y a él paciencia y mutua comprensión. Dale salud y fortaleza en su cargo de responsabilidad. Llénalo con el espíritu de fervor  y santidad, para que sea siempre Nuestro buen Pastor que nos conduzca al cielo.  Amén


Agradecimiento por los sacerdotes

El santo Cura de Ars se admiraba ante la grandeza del sacerdocio y llegaba a decir que “si no tuviésemos el sacramento del orden sacerdotal, no tendríamos a Nuestro Señor. ¿Quién le ha puesto ahí, es ese tabernáculo? El sacerdote. ¿Quién ha recibido el alma en su entrada a la vida? El sacerdote. ¿Quién la alimenta para darle fuerza para hacer su peregrinación de la vida? El sacerdote. ¿Quién la preparará a presentarse ante Dios, lavando esta alma, por última vez, en la sangre de Jesucristo? El sacerdote. ¿Y si esta alma va a morir por el pecado, quién la resucitará?, ¿quién le devolverá la calma y la paz? Otra vez el sacerdote.
No os podéis acordar de una buena obra de Dios, sin encontrar al lado de este recuerdo a un sacerdote.

Como el Santo Cura de Ars, asombrémonos ante el don del sacerdocio y demos gracias a Dios diciendo: Gracias, Señor, por tus sacerdotes.

                                        Gracias, Señor, por tus sacerdotes.


Ritos conclusivos.


    Se retira el Santísimo Sacramento.






A las 19:00 hs., nos reunimos en torno al Altar, para rezar ante la presencia de Jesús Sacramentado, la Hora Santa por los sacerdotes.

Si no puedes asistir, te pedimos que te unas espiritualmente en oración, desde el lugar donde te encuentres!