Canto -
Exposición del Santísimo Sacramento
Celebrante: ¡¡¡ Bendito y alabado sea el
Santísimo Sacramento!!!
Guía 1: Sea
por siempre bendito y alabado Jesús Sacramentado.
Señor
y amigo, Jesús adorable: he aquí a tus hermanos que te buscan; tus íntimos
llaman esta tarde con insistencia a las puertas del Sagrario, deseosos de
hablarte. Te ruegan que les permitas
hablar contigo, con la dulce intimidad de Juan, con el abandono y la confianza
de Lázaro, de Marta y de María, con la sinceridad de Nicodemo. Ábrenos Jesús, ábrenos de par en par las
puertas del cielo de tu Corazón.
CANTO
Guía 2: Oración al
Espíritu Santo
Espíritu Santo, haz que tu gracia crezca
dentro de mí, dando vida a todos los actos que realice. Lléname de tus siete dones para que siempre
pueda triunfar de mis enemigos espirituales: los vicios y pecados.
Hazme dócil y obediente a tu iglesia y súbdito sumiso al Papa. Toma posesión de todo mi ser y santifícame en
todas las ocasiones de mi diario vivir.
Dirige
los movimientos de mi alma y de mi cuerpo, para agradarte con una vida
pura. Tú, que eres fuego consumidor,
quema en mí todo lo que sea desagradable a tus ojos y enciende en mi corazón el
fuego que el mismo Jesucristo vino a traer a la tierra. Amén.
Silencio
A
cada invocación respondemos:
Dios Padre me
bendiga. Dios Hijo me defienda y
proteja, Dios Espíritu Santo me ilumine y santifique. Amén
**Espíritu
del Padre y del Hijo, sé la vida de mi alma.
Que tu gracia santificante arraigue y crezca en mí, de día en día y dé
vida a todos mis actos. R:
**Fuente
de infinita bondad, auméntame la fe, la esperanza y la caridad para que crea
más firmemente en tu palabra, descanse más confiadamente en tu bondad y ame más
ardientemente tu voluntad. R:
**Dios
de infinito poder, fortifica mi flaqueza.
Lléname de los siete dones del Espíritu Santo para que salga victorioso
de todos mis enemigos espirituales. R:
**Divino
Espíritu de la verdad, haz que siempre sea un miembro dócil a la verdadera
Iglesia de Dios, devoto súbdito del Papa y defensor de los intereses de Dios,
tanto con mi trabajo como con mi ejemplo. R:
**Divino
Espíritu de santidad, toma posesión de mi ser y santifícalo, haciendo que me
conforme en todas las cosas con tu santa voluntad. R:
**Divino
Espíritu de infinita pureza, gobierna y dirige todos los movimientos de mi alma
y de mi cuerpo para que pueda agradarte con una vida pura y sin culpa. R:
**Divino
Espíritu de amor increado, igual al Padre y al Hijo en dignidad, tú que eres
fuego consumidor, destruye en mi alma pecadora todo lo que sea desagradable a
tus ojos y enciende en mi corazón el fuego que Jesús vino a traer a la
tierra. R:
CANTO
Guía 1: Oración de
Perdón
Dice
Jesús: No mires, Padre, las espinas de mi corona. Yo las he buscado, son los abrojos naturales
de esta tierra desgraciada…. Perdona la soberbia humana y la ignorancia de la
misión que me confiaste. Perdona a mis verdugos y a mis amigos cobardes. Perdona la culpa de los grandes, de los
pequeños y de los pobres. No castigues,
que las criaturas son polvo y son tinieblas.
Perdona a los padres y a los hijos, ¡son tantos los abismos del
camino! Olvida las flaquezas, perdona
las perfidias, pues todos son ovejas mías.
¡Pobrecitas! No las hieras Padre,
pues no saben lo que hacen.
SILENCIO
Respondemos:
Escúchame y ten piedad de mí, oh Divino
Corazón!
**Corazón
de Jesús, dulcísimo con los infelices pecadores, un pecador te habla .R:
**Corazón
de Jesús, amabilísimo con los pobres, un mendigo aquí te espera. R:
**Corazón
de Jesús, salud de los dolientes, un enfermo te visita. R:
**Corazón
de Jesús, camino de los extraviados, un pródigo te busca. R:
*Corazón
de Jesús, suavidad de los que lloran, un desgraciado llama a tu santuario.R
**Corazón
de Jesús, amigo fidelísimo del hombre, un amigo ingrato está aquí y te
llora. R:
**Corazón
de Jesús, quietud en las incertidumbres de la tierra, un alma combatida te
llama en su socorro. R:
**Corazón
de Jesús, hoguera inextinguible del amor, un alma quiere abrasarse en los
ardores de tu caridad. R:
SILENCIO -
CANTO
Guía 1: ADORACIÓN
Jesús,
también nosotros, cansados en la travesía del desierto, sentimos sed de
aquellas aguas vivas que Tú nos prometiste: sed de ti, que no será apagada sino
cuando venga tu reinado en el triunfo de tu amante Corazón. No nos basta Señor, tu misericordia, tus
intereses son los nuestros, tenemos ansias, sed de tu reinado. Te pedimos que cumplas con nosotros las
promesas que hiciste a tu confidente Margarita, en beneficio de las almas que
te adoran en la hermosura indecible, en la ternura inefable, en el amor
incomprensible de tu Sagrado Corazón. Por
esto, te suplicamos por la Virgen Madre, por el honor inviolable de tu
nombre, que establezcas ya, que apresures el reinado de tu amante Corazón.
Respondemos:
Venga a nosotros el reinado de tu amante
Corazón!
**Pronto,
Jesús, reina presto antes que satán y el mundo te arrebaten las conciencias y
profanen en tu ausencia todos los estados de la vida. R:
**Adelántate,
Jesús y triunfa en los hogares. Reina en
ellos por la paz inalterable prometida a las familias que te han recibido con
hosannas. R:
**No
demores Maestro muy amado, porque muchos de estos padecen aflicciones y
amarguras que Tú solo, prometiste remediar.
R:
**Ven,
porque eres fuerte, Tú, el Dios de las batallas de la vida; ven, mostrándonos
tu pecho herido, como esperanza celestial, en el trance de la muerte. R:
**Sé
Tú el éxito prometido en nuestros trabajos, sólo Tú, la inspiración y
recompensa de todas las empresas. R:
**Y
tus predilectos, quiero decir, los pecadores, no olvides que para ellos, sobre
todo, revelaste las ternuras incansables de tu amor. R:
**Son
tantos los tibios, Maestro, tantos los indiferentes a quienes debes inflamar
con esta admirable devoción. R:
**”Aquí
está la vida”, nos dijiste, mostrándonos tu pecho atravesado, permite, pues,
que ahí bebamos el fervor, la santidad a que aspiramos. R:
**Tu
imagen ha sido entronizada a pedido tuyo, en muchas casas; en nombre de ellas
te suplico sigas siendo en todas, su amable Dueño y el solo Soberano. R:
**Pon
palabras de fuego, persuasión irresistible, vencedora, en aquellos sacerdotes
que te aman y te predican como Juan, tu apóstol regalado. R:
**Y
a cuantos propaguen esta devoción sublime, a cuantos publiquen sus inefables
maravillas, resérvales, Jesús, una fibra de tu Corazón, vecina de aquélla en
que tienes grabado el nombre de tu Madre.
R:
**Y
por fin Jesús, danos el cielo de tu Corazón a cuantos hemos compartido tu
agonía en la Hora Santa. Por esta hora
de consuelo y por la comunión reparadora de los primeros viernes, cumple con
nosotros tu promesa infalible, te pedimos que en la hora decisiva de la
muerte…. R:
SILENCIO -
CANTO
Guía 2- ALABANZA
Cuando
nos sabemos protegidos por Dios Padre, con Jesús como el centro de nuestras
vidas, crecemos en alabanza y en adoración, inundándonos en el amor a Dios, a
nosotros mismos y a nuestro prójimo.
Repetimos:
¡Quiero Señor alabarte de todo corazón!
**Dios
mío, Dios altísimo, yo quiero alabarte de todo corazón. Quiero expresarte mi alegría; quiero cantarte
himnos y hablar de tus maravillas. R:
**Tú
eres un Juez justo; juzgaste mi caso y me declaraste inocente. Por ti mis enemigos huyen, tropiezan y son
destruidos. R:
**Reprendiste
a los pueblos que no te adoran; destruiste a esos malvados y nadie volvió a
recordarlos. R:
**Tú
reinas para siempre; estás sentado en tu trono, y vas a dictar sentencia. R:
**Proteges
a los que son maltratados y los libras de la angustia. R:
**Los
que te conocen confían en ti, pues nunca los abandonas cuando te buscan. R:
**Cantemos
himnos a Dios, que es el rey de Jerusalén! ¡Demos a conocer entre los pueblos
todo lo que ha hecho! R:
SILENCIO -
CANTO
Guía 1:
ACCIÓN DE GRACIAS
Rey
de amor y de misericordia, Jesús amado, apoyándonos en las promesas que tú
mismo hiciste a Margarita María, a favor de las almas consagradas a tu Sagrado
Corazón, te suplicamos en esta hora decisiva que afiances el Reinado de tu
Corazón adorable. Dígnate, Señor,
interesar más y más en esta causa de tu gloria a los ministros de tu altar y a
todos tus apóstoles. Te pedimos en
especial una bendición de privilegio para la Cruzada que te entroniza en los
hogares, que pregona tu realeza, que ha conquistado ya tantas almas, devolviéndolas
a tu amante Corazón.
¡Señor,
tu gloria es nuestra gloria, tus intereses, nuestros únicos intereses, tu amor,
nuestro amor supremo, porque según tu gran misericordia, tu Corazón es centro,
corazón y vida nuestra!
¡Gracias,
Señor Jesús! ¡Gracias por la vocación de gloria inmerecida al constituirnos, a
pesar de nuestra pobreza, los dispensadores del amor y de la gloria de tu
Corazón misericordioso!
¡Creemos
Jesús, en el triunfo de la Cruz! ¡Creemos Jesús, en el triunfo de tu
Eucaristía!
¡Creemos
Jesús, en el triunfo de tu Iglesia! ¡Creemos Jesús, en el triunfo de su Sagrado
Corazón!
¡Corazón
Divino de Jesús, venga a nosotros tu reino!
(3 veces)
SILENCIO -
CANTO
Ritos Conclusivos
Se retira el
Santísimo Sacramento