San Martín de Porres
nació en Lima, capital del Perú, en el 9 de diciembre de 1579. Su padre era
miembro del ejército de conquistadores blancos que traficaban esclavos desde el
África, y su madre era una esclava liberada. Ante el rechazo de padre, fue su
madre (Ana) quién, con la ayuda de los padrinos, se hizo cargo de su bautismo y
de la niñez de Martín y su hermana Juana. Martín nació en medio de la violencia
y la opresión. Fue un rechazado de la sociedad y de su propio padre, quien prefirió proteger su propio honor a cambio de
brindar protección y un apellido a su hijo recién nacido. Para los soldados
españoles, como lo era su padre, morir en la guerra constituía el honor más
grande; se esperaba que vivieran una vida de continencia, como parte de su
compromiso de honor al rey. Esto significa que ser padre de un hijo, en
especial con una ex - esclava de descendencia africana, hubiera sido
considerado motivo de vergüenza. En vez de tener la valentía de admitir que el
hijo mulato era su hijo, Juan optó más bien por el camino seguro,
distanciándose de su familia.
No es difícil imaginar la herida que
dejó en el corazón de Martín la relación que tuvo con su padre. Sin embargo,
Martín, fue capaz de entregar su corazón herido a Dios, quien transformó el
sufrimiento y la vergüenza en compasión y amor. En vez de entregar su corazón
en señal de la lealtad al rey de España, Martín entregó su corazón al Reino del
Amor y a la Justicia de Dios.