Virgen
de Polco, Señora de los chamicalenses, Madre de los llanos riojanos, nuestros
corazones de hijos se estremecen ante tu sencilla y solidaria presencia.
Te sentimos
Madre porque enjugas nuestras lágrimas, fortaleces nuestro corazón para la lucha
en los momentos difíciles y nos das coraje para hacer crecer el reino de Jesús,
pero especialmente porque nos regalas a tu Hijo para que sea nuestro hermano,
nos anime a ser una comunidad fraterna.
Llenos
de confianza te pedimos Madre del Rosario que protejas a todos los hogares,
principalmente a los que están sufriendo más.
Bendice
el amor silencioso de nuestras madres, el trabajo duro de los padres que buscan
el pan de cada día.
Bendice
a los niños para que mantengan encendido en sus ojos la sonrisa; a los jóvenes
dales un corazón que sea capaz de jugarse por un mundo mejor; y a nuestros
ancianos la certeza de saberse raíces de la sabiduría de nuestro pueblo.
Gracias
Madre Buena; sigue alentando nuestra fe y caminando con éste, tu pueblo. Amén