San José Obrero
"…Custodio de la Sagrada
Familia y patrono de las personas que con su propio trabajo conquistan los
medios para vivir". Benedicto
XVI
La
Iglesia proclama a San José, como patrono de todos los trabajadores, para que el
trabajador humilde, silencioso y justo de Nazaret, sea para todos los obreros
del mundo, especial protector ante Dios.
En
1955, el papa Pío XII quiso dar una impronta religiosa a la fecha, por lo que
la dedicó a San José Obrero, y desde entonces la fiesta civil del trabajador se
convirtió en una fiesta también cristiana…
Miremos a San
José, santo trabajador, que con su oficio de carpintero, supo ganar el pan para
la Familia de Nazaret.
El hombre
trabajador que con su ejemplo, le enseñó a Jesús, el oficio y el valor del
trabajo.
Todos los
trabajadores estamos invitados hoy a mirar el ejemplo de este "hombre
justo".
Los creyentes
sabemos que "todo lo que se hace por un hermano, aunque sea muy pequeño,
lo hacemos por Dios, nuestro Señor” ( Mt 25, 40).
En todo trabajo
es posible servir a Cristo, cumpliendo la recomendación de San Pablo e imitando
el ejemplo de San José, custodio y servidor del Hijo de Dios.
Honremos a Dios
santificando el trabajo diario con el que ganamos el sustento personal y el de nuestra
familia.
Pidamos a San
José Obrero, que nos obtenga de su amado Hijo Adoptivo, la bendición para
nuestro trabajo y nos enseñe a disfrutar con alegría, compartir lo nuestro con
los demás.
Elevemos nuestra
oración, por todos los hermanos que no tienen trabajo, por quienes son
explotados, por aquellos que no tienen un sueldo digno, y por los que tienen la
responsabilidad de generar puestos de trabajo, para que los mismos, dignifiquen
a cada hijo de Dios.
Bendecido Día,
para todos los trabajadores de la Viña del Señor! Que imitando a San José
Obrero, santifiquemos nuestro trabajo para el Reino de Dios, conscientes que al
servir a cada hermano, honramos y servimos a nuestro Padre!
San José Obrero: Ruega por nosotros!