Hermanos:
reunidos en este tercer día de novena en honor al Sagrado Corazón de Jesús, le
pidamos que podamos ver en Él las
riquezas que nos ofrece a todo aquel que invoque su Santo nombre. Ofreciendo
para los hombres la salvación del Padre hecha realidad. Dispongamos nuestros
corazones y nuestra mente a escuchar su mensaje.
Meditamos
hoy:
“EL CORAZÓN DE
JESÚS, RICO PARA TODOS LO QUE LO INVOCAN”
Oración
inicial
Señor
nuestro Jesucristo, que dijiste “Pidan y recibirán, busquen y encontrarán,
llamen y se les abrirá”, te suplicamos, nos concedas un gran amor a tu Divino
Corazón para que con toda el alma agradarte con nuestras palabras y obras. Haz
Señor que siempre te reconozcamos como Camino, Verdad y Vida. AMÉN.
Lectura
de la Carta del apóstol San Pablo a los romanos (10,8-13)
Cerca
de ti está la palabra: en tu boca y en tu corazón… Es decir la palabra de la fe
que nosotros proclamamos. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor
y crees en tu corazón que Dios lo
resucitó de entre los muertos, serás salvado. Pues con el corazón se cree para
conseguir la justicia y con la boca se confiesa para conseguir la salvación.
Porque dice la Escritura: “Todo el que crea en Él no será confundido”. No hay
distinción entre judío y griego, pues uno mismo es el Señor de todos, todo el
que invoque el nombre del Señor será salvado.
Palabra
de Dios. Te
alabamos Señor.
***
BREVE SILENCIO PARA MEDITAR ***
A
cada intención respondemos:
“CORAZÓN DE JESÚS, A TI RECURRO”
-
En mis alegría y tristezas…
-
En mis negocios y empresas…
-
En mis prosperidades y adversidades…
-
En las necesidades de mi familia…
-
En las tentaciones del demonio…
-
En las instigaciones de mis propias pasiones…
-
En las persecuciones de mis enemigos…
-
En las murmuraciones y calumnias…
-
En mis enfermedades y dolores…
-
En mis defectos y pecados…
-
En la santificación y salvación de mi alma…
-
Siempre y en toda ocasión…
-
En la vida y en la muerte…
-
En tiempo y eternidad…
PADRE
NUESTRO - AVE MARÍA
- GLORIA
Oración
final
Corazón
de Jesús por el Corazón de tu Santísima Madre
te pido que no desfallezca nunca mi confianza en vos a pesar de todas las contrariedades y
enseñanzas que quieras enviarme, para que habiendo sido consuelo en mi vida,
seas mi refugio en la hora de mi muerte y mi gloria para toda la
eternidad. AMÉN.
SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS. EN VOS CONFÍO.
DULCE
CORAZÓN DE MARÍA. SED LA SALVACIÓN
DEL ALMA MÍA.
En
el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.