jueves, 30 de mayo de 2013

Segundo Día de la Novena al "Sagrado Corazón de Jesús"


Queridos hermanos: reunidos en este segundo día de novena al Sagrado Corazón de Jesús oremos al Padre para que por medio del Corazón de su Hijo Jesucristo, dé consuelo y misericordia a todos los hombres que viven agobiados por el sufrimiento.

Meditamos hoy:

“EL CORAZÓN DE JESÚS PACIENTE Y MISERICORDIOSO”

ORACIÓN INICIAL

Aquí estoy Jesús delante de Ti y  consciente  de mi condición de pecador. Te adoro y te admiro porque  has amado tanto  la humanidad hasta el extremo  de entregarte por  todos nosotros. Creo en tu amor infinito  y te doy gracias por los valiosos dones que has concedido a la humanidad, especialmente por el Evangelio, la Eucaristía, la Iglesia, el sacerdocio, la vida consagrada, a María Santísima como Madre y a Tu misma vida por nosotros.
Dulce Corazón de Jesús, haz que arda y siempre crezca en mi Tu amor.   AMÉN.  

Lectura del Evangelio: Éxodo (34, 4-7.8-9)

Labró Moisés dos tablas de piedra, subió al monte Sinaí como le había mandado Yahvé.   Moisés invocó el nombre de Dios y exclamó: “Yahvé,  Yahvé, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y  fidelidad, que mantiene su amor , que perdona las iniquidades, la rebeldía y el pecado… perdona este pueblo que castigaste hasta la tercera y cuarta generación…”. Al instante Moisés cayó en tierra y se postró suplicando: “He hallado gracias a tus ojos, oh Señor perdona nuestras iniquidades y pecado, recíbenos como herencia tuya”. Yahvé descendió en forma de nube y se allí junto a él.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.      

*** BREVE SILENCIO PARA MEDITAR ***

A cada invocación respondemos…     ¡TEN MISERICORDIA SEÑOR!

- Por todos los que sufren, para que el Corazón de Cristo, que tuvo la experiencia del dolor, les muestre su compasión y su amor. Oremos.

- Para que Cristo mantenga su fortaleza y les impida dejarse arrastrar por la tristeza y el desaliento. Oremos.

- Para que la cruz de Jesucristo inspire a los oprimidos por el dolor la firme convicción del valor  de todo sufrimiento  bien recibido. Oremos.

- Para que Cristo nos enseñe a ennoblecernos por el sacrificio, caminando por la vía del amor. Oremos.

- Para que todos nosotros, sepamos ofrecer nuestros dolores uniéndolos  a la ofrenda redentora de Cristo, reparando así su Corazón herido por nuestros pecados. Oremos.

PADRE NUESTRO   - AVE MARÍA   -   GLORIA.

Oración final

Mueve Señor, los corazones de tus hijos, para que correspondiendo generosamente a tu Gracia, reciban con abundancia la ayuda de tu bondad y misericordia. AMÉN.

Sagrado Corazón de Jesús…        En Vos confío.
Dulce Corazón  de María…           Sed la salvación del alma mía.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.