La tradición
afirma que San Matías fue uno de los 72 discípulos que el Señor envió a
predicar durante su ministerio. Los hechos de los Apóstoles afirman que Matías
acompañó al Salvador, desde el Bautismo hasta la Ascensión. Cuando San Pedro
decidió proceder a la elección de un nuevo Apóstol para reemplazar a Judas, los
candidatos fueron José, llamado Bernabé y Matías. Finalmente, la elección cayó
sobre Matías, quien pasó a formar parte del grupo de los doce. El Espíritu
Santo descendió sobre él en Pentecostés y Matías se entregó a su misión… Se
distinguió por la insistencia con que predicaba la necesidad de mortificar la
carne para dominar la sensualidad. Esta lección la había aprendido del mismo
Jesucristo.
Según la
tradición, predicó primero en Judea y luego en otros países. Los griegos
sostienen que evangelizó la Capadocia y las costas del Mar Caspio, que sufrió
persecuciones de parte de los pueblos bárbaros donde misionó y obtuvo
finalmente la corona del martirio en Cólquida. Los "Menaia" griegos
sostienen que fue crucificado. Se dice que su cuerpo estuvo mucho tiempo en
Jerusalén y que Santa Elena lo trasladó a Roma.