La
Misa crismal, que el obispo celebra con su presbiterio (con los sacerdotes de
su diócesis), y dentro de la cual consagra el Santo Crisma y bendice los demás
óleos, es una manifestación de comunión de los presbíteros (sacerdotes) con el
propio obispo.
Todos
los sacerdotes de nuestra diócesis, acompañados de los diáconos y los
seminaristas se congregarán en la Concatedral
San Nicolás para renovar sus promesas sacerdotales en la Misa Crismal.
La
gran cantidad de laicos de toda la diocesis que en este dia se cogregan en la
Concatedral de San Nicolás, que en los últimos años ha mostrado un considerable
aumento, han hecho de la Misa Crismal uno de las celebraciones religiosas de
mayor tradicón y participación de todo el año.
LOS SANTOS OLEOS Y EL CRISMA
Los
santos oleos, que se bendicen o consagran en la Misa crismal por el
obispo, son de tres clases: el crisma, el óleo de los catecúmenos y el óleo de
los enfermos. Esa misa crismal debe ser concelebrada. La sustancia de los óleos
debe ser de aceite de oliva o de otros aceites vegetales si es difícil
conseguir el de oliva. Al crisma se le añada algún bálsamo o aroma para obtener
una fragancia simbólica y también por motivos prácticos: para distinguirlos de
los otros óleos.
La
preparación del crisma se puede hacer privadamente antes de su consagración, o
bien hacerla el obispo en la misma acción litúrgica. La consagración del crisma
es de competencia exclusiva del obispo, sólo en caso de necesidad podría
hacerlo un presbítero pero siempre dentro de la celebración del sacramento. Los
párrocos tienen la obligación de recoger y custodiar dignamente los santos
óleos para su uso en los sacramentos en los que se precisan.
Con
el Santo Crisma consagrado por el obispo se ungen los recién bautizados, los
confirmados son sellados, y se ungen las manos de los presbíteros, la cabeza de
los obispos y la iglesia y los altares en su dedicación. Con el óleo de los
catecúmenos, estos se preparan y disponen al Bautismo. Con el óleo de los
enfermos, éstos reciben el alivio en su debilidad.
La
liturgia cristiana ha aceptado el uso del Antiguo Testamento, cuando eran
ungidos con el óleo de la consagración los reyes, sacerdotes y profetas, ya
que ellos prefiguraban a Cristo, cuyo nombre significa «el Ungido del Señor».
Del mismo modo se significa con el santo crisma que los cristianos, injertados
por el bautismo en el misterio pascual de Cristo, han muerto, han sido
sepultados y resucitados con él, participando de su sacerdocio real y profético,
y recibiendo por la confirmación la unción espiritual del Espíritu Santo, que
se les da.
El
crisma se consagra, los otros óleos solamente se bendicen. No es lo mismo
bendecir (bene-dicere, o sea desear algo bueno) que consagrar (hacer sagrada
una cosa).
La
palabra “crisma” es griega y denomina un ungüento aromático mezcla de aceite y
bálsamo oloroso. Su etimología proviene de “chrio”, ungir, que ha dado origen
al término “Cristos” que significa ”El Ungido”. De ahí deriva la palabra
Cristo, con la que designamos al Salvador.
El
sacerdote encargado de su custodia debe velar para que se renueve cada año. Los
óleos del año anterior deben quemarse o si sobran en gran cantidad pueden
consumirse en alguna lámpara. No obstante, si no hubiese disponible el del año,
el sacramento impartido con él sería válido.
¿Cuándo se usa el santo crisma?
- En
el Bautismo, después del baño en agua, se realiza la unción postbautismal con
el crisma en la coronilla del bautizado, significando su incorporación al
sacerdocio de Cristo (mientras que la unción prebautismal se hace con óleo de
catecúmenos).
- En
la Confirmación la crismación en la frente es el gesto sacramental central,
para significar la donación del Espíritu como fuerza para dar testimonio de
Cristo en la vida; en Oriente este sacramento se llama “Crismación”, por la unción
central hecha con el crisma o “myron”.
- En
la ordenación de presbíteros y de Obispos se utiliza el crisma, en las palmas
de las manos para los primeros, y sobre la cabeza para los segundos.
- Y
finalmente se realizan con el crisma las varias unciones de las paredes y los
altares en el Ritual de la dedicación de Iglesias.
Con
el óleo de los catecúmenos son
ungidos los hermanos que reciben el bautismo (unción pre-bautismal). Este óleo extiende el efecto de los
exorcismos, para que los bautizandos reciban la fuerza para renunciar al
diablo y al pecado, antes de que se acerquen y renazcan de la fuente de la
vida.
Con
el óleo de los enfermos, en el rito
hoy llamado de Unción de enfermos y antes extremaunción, éstos son aliviados en
sus enfermedades.
El
óleo de los enfermos remedia las dolencias de alma y cuerpo de los enfermos,
para que puedan soportar y vencer con fortaleza el mal, y conseguir el perdón
de los pecados. No sólo está indicado para los moribundos: también es
aconsejable ungir a los enfermos graves o ancianos ya muy deteriorados en su
salud. Lo anterior implica que puede recibirse más de un vez, si hay mejoría y
posterior agravamiento.
Según
la costumbre tradicional de la liturgia latina la bendición del óleo de los
enfermos se hace antes de finalizar la Plegaria eucarística; la bendición del
óleo de los catecúmenos y la consagración del crisma tiene lugar después de la
comunión. Por razones pastorales, se puede hacer todo el rito de la bendición
después de la liturgia de la Palabra.
¿Cuándo se celebra la Misa Crismal?
Normalmente
la Misa crismal se celebra el Jueves Santo siempre antes del Triduo Pascual. El
Jueves Santo sólo se permiten celebrar la Misa crismal y la Misa verpertina de
la Cena del Señor. Por razones pastorales de peso la celebración de la Misa
crismal se puede adelantar a otro día de la propia Semana Santa. En La Rioja,
se celebra el Miércoles Santo a las 20:00 hs, en la Iglesia Catedral Basílica
de San Nicolás de Bari.
Este
Año de la Misericordia, Monseñor Marcelo Colombo pasará por la puerta de la
Misericordia. Estamos todos invitados a participar de la Misa Crismal,
acompañando a todos los sacerdotes que el Señor nos ha regalado para guiarnos.
Oremos por los sacerdote y pidamos a Jesús, Sumo Sacerdote que nos envíe muchos
y santos sacerdotes.