domingo, 24 de noviembre de 2013

Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo: Solemnidad


El papa Pio XI, el 11 de diciembre de 1925, quien instituyó esta solemnidad que cierra el tiempo ordinario. Su propósito es recordar la soberanía universal de Jesucristo. 

Es una verdad que siempre la Iglesia ha profesado y por la que todo fiel está dispuesto a morir.

Cristo es rey del universo porque es Dios. El Padre lo puso todo en sus manos y debemos obedecerle en todo. En nuestra relación con Dios, la obediencia y el amor son inseparables. 

Diferente a los hombres, Dios ejerce siempre su autoridad para el bien. Quien confía en Dios, quien conoce su amor no dejará de obedecerle en todo, aunque no comprenda las razones de Dios.


“Las coronas que le acompañan, una de soberano y otra de espinas, indican que su realeza no es como muchos la entendieron y la entienden. Su reinado no consiste en el poder de sus ejércitos para someter a los demás por la fuerza o la violencia. Se funda en un poder más grande que gana los corazones: el amor de Dios que él ha traído al mundo con su sacrificio y la verdad de la que ha dado testimonio… Éste es su señorío, que nadie le podrá quitar ni nadie debe olvidar… A él, a Cristo, le pedimos que reine en nuestros corazones haciéndolos puros, dóciles, esperanzados y valientes en la propia humildad… un corazón puro, donde él pueda habitar como príncipe de la paz, gracias al poder de Dios, que es el poder del bien, el poder del amor”.
                                               -BENEDICTO XVI-