VATICANO, 27 Nov. 13 / 02:36 am (ACI).- En su primera Exhortación Apostólica, Evangelii Gaudium (El Gozo del Evangelio), el Papa Francisco señala que la secularización ha reducido la fe y la Iglesia a un ámbito privado e íntimo, niega toda trascendencia, provoca una deformación ética, y el debilitamiento del sentido del pecado personal y social, así como el progresivo aumento del relativismo que desorienta a la adolescencia y juventud, por lo que es necesario enseñar a pensar críticamente para ofrecer un camino de “maduración en valores”.
Para explicar esto el Santo Padre recuerda la reflexión de los Obispos estadounidenses donde señalan que hay quienes declaran que la Iglesia “insiste” en promover normas morales objetivas que son “injustas” y “opuestas a los derechos humanos básicos” creando en las personas un “prejuicio particular” y que a su vez interfiere en la libertad individual.
Este tipo de pensamiento, dice el Papa, se debe a la “forma de relativismo moral que está unida, no sin inconsistencia, a una creencia en los derechos absolutos de los individuos”.
En la exhortación resalta también que la saturación indiscriminada de información produce “una tremenda superficialidad a la hora de plantear las cuestiones morales”.
En otra parte del documento menciona que “una cultura en la cual cada uno quiere ser el portador de una propia verdad subjetiva, vuelve difícil que los ciudadanos deseen integrar un proyecto común más allá de los beneficios y deseos personales”, perjudicando no sólo a la Iglesia sino también a la vida social.
Además el Papa habla del relativismo que se desarrolla en los agentes pastorales que “aparentemente poseen sólidas convicciones doctrinales y espirituales” pero su estilo de vida los aferra al poder, la gloria humana, la seguridad económica, “en lugar de dar la vida por los demás en la misión”.
“Este relativismo práctico es actuar como si Dios no existiera, decidir como si los pobres no existieran, soñar como si los demás no existieran, trabajar como si quienes no recibieron el anuncio no existieran”, explica en su exhortación.
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