viernes, 29 de noviembre de 2013

Adviento: Reflexiones del padre Angel Rossi - Oración de Javier Quimsá - Qué es Adviento? - Cómo prepararnos? Corona de Adviento - Año Litúrgico (significado de los colores)


El próximo domingo comienza el tiempo del Adviento y el Padre Ángel Rossi hizo una reflexión alusiva a ésta festividad.

El sacerdote expresó que cuando escuchamos la palabra Adviento, nos pone de frente a la finalización del año y a que ya estamos cerca de la Navidad.

El Adviento celebramos al Señor que viene. "Adviento" significa "que está viniendo" por lo tanto si alguien está viniendo la actitud es la esperanza, esperarlo, y sobretodo si quien viene es alguien grato. Si te avisan que alguien viene, y realmente hay cariño, se prepara la casa, se disfruta, se prepara el corazón para el que llega. No sólo se disfruta cuando llega, sino la espera, el ir preparando esa alegría de la llegada. No hay que esperar la navidad para disfrutar sino que hay una gracia propia del Adviento.

Citando a Anselm Grün, el Padre Ángel comentó que esperamos la venida de Dios y Él viene en 3 formas: vino en el nacimiento hace 2000 años cuando nació Jesús, viene a nuestras almas hoy y vendrá al final de los tiempos en forma gloriosa. Como tiempo de espera el adviento,  debería ser un tiempo de silencio para escuchar la voz en nuestro interior como recomienda San Anselmo:

¡Arriba, tú, hombrezuelo! ¡Huye un poco de tus ocupaciones!
Entra un instante en ti mismo, apartándote del tumulto de tus pensamientos.
Arroja lejos de ti las preocupaciones que te agobian
y aparta de ti las inquietudes que te oprimen.
Búscate tiempo para Dios y descansa. Habla con Dios
y dile con todas tus fuerzas: “Quiero, oh Señor, buscar tu rostro” (salmo 27,8).
Señor mío y Dios mío, enseña a mi corazón dónde y cómo tengo que buscarte,
dónde y cómo puedo encontrarte".

Este texto sería un buen ejercicio para este tiempo de Adviento. Sentarse un rato, sin hacer nada y encontrarnos en nuestro interior y poder preguntarnos qué es lo que yo espero en este tiempo? Que es lo que mi corazón anhela, que es lo que en este momento puede llenar mi vida, que cosa le anda faltando a mi corazón en este tiempo.

Es bueno poder decírselo al Señor, porque a vece lo penamos pero no se lo decimos.

Adviento es preparar el corazón para la venida y a medida que se acerca más el día, es más el gozo por esa venida!
La oración propia de este tiempo es: VEN SEÑOR JESÚS!!! , pero también esto implica poder decirle “AQUÍ ESTOY SEÑOR”.

Luego el sacerdote jesuita compartió una oración de Javier Quimsá sj y recomendó tenerla presente y rezarla en este tiempo:

Aquí estoy, Señor, caminando en este Adviento,
un Adviento más estremecido, asustado, aturdido y expectante,
percibiendo cómo avivas en mi pobre corazón
 las cenizas del deseo, cómo después de un toque de nostalgia,
 la memoria que se despereza y abre sus ojos al pasado
 deslumbrado por el agradecimiento.
Aquí estoy, Señor, caminando en este Adviento,
desempolvando mi esperanza,
consintiendo en este esperar, siempre mismo, siempre nuevo,
consintiendo en este tener que esperar para vivir,
en este esperar como afirmación fundamental de mi vida,
en este esperar que traduce la profunda y secreta necesidad
de tender hacia lo que se me presente como inalcanzable
y, por ello, inesperable con mis propias fuerzas.
Aquí estoy, Señor, caminando en este Adviento,
una vez más enfrentado a la paradoja de esperar lo inesperable,
de tener que ejercer esta esperanza para existir,
de hacerme consciente de que ser es esperar.
Aquí estoy, Señor, con la mirada del corazón clavada en este Adviento,
con el anhelo encendido, con el deseo ardiendo,
luchando contra mis miedos y esperanzas
para que el fuego de la esperanza se abra e ilumine el primer paso.
Aquí estoy, Señor, intentando limpiar la niebla de mis ojos,
rogándote que enjugues Tú mis lágrimas
y que tu luz alce mi cabeza y oriente mi mirada
hacia el lugar de la promesa.
Aquí estoy, Señor, aguardando lo que no veo,
lo que no siempre quiero, lo que desconozco,
lo que, sin embrago- ¡qué ironía!- es mi mayor certeza.
¿Cómo aguardar amor y desvergüenza?
¿Cómo negar la espera al Dios de mi esperanza?
Aquí estoy, Señor, caminando en este Adviento,
estremecido, asustado, expectante, enamorado
y sintiendo Tu llamado como la cosa más cierta, más real,
como la única verdad de mi espera.
No te canses de llamar, Señor, no te canses de llegar,
no te canses de venir, Señor, que aquí estoy caminando,
Señor, a Tu encuentro en este Adviento.

Fuente: www.radiomaria.org.ar

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Adviento: Ven, Señor Jesús!!