viernes, 15 de junio de 2012

SOLEMNIDAD DEL "SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS"

La Iglesia celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús el viernes posterior a Corpus Chisti.

En la Iglesia Católica, el Sagrado Corazón es la devoción referida al corazón físico de Jesús de Nazaret, como un símbolo de amor divino especialmente su amor por la humanidad.

El Sagrado Corazón de Jesús es representado por un corazón humano con una corona de espinas y heridas, a veces con llamas o una cruz, y simboliza el amor y el dolor de Jesucristo por los hombres. Adoramos el corazón de Cristo porque es el corazón del Verbo encarnado, el Hijo de Dios hecho hombre, es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, que sin dejar de ser Dios asumió la naturaleza humana para nuestra salvación. “Tanto amo Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito, para que el que crea en él no muera, sino que tenga la vida eterna” (Jn 3,16).

El Evangelio habla de la ternura de Jesús. “Él es manso y humilde de corazón”, es compasivo con las necesidades del hombre, sensible a sus sufrimientos. Su amor privilegia a los enfermos, a los pobres, a los pecadores.

La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo.


El Corazón traspasado de Jesús, símbolo supremo de reconciliación


En las profundidades del corazón humano, por muy dividido interiormente y por muy corrompido que esté se origina, bajo la acción de su Creador y fortalecido por sus gracias actuales, el proyecto de una triple reconciliación: consigo mismo, con los demás y con Dios. La Revelación nos manifiesta que el Hijo único de Dios quiso asumir un corazón de carne, un corazón dividido, un corazón amante y misericordioso, precisamente para convertirse en el Mediador deseoso de la realización de nuestro triple proyecto de reconciliación

Cristo escogió a Santa Margarita María de Alacoque para revelarle los deseos de su Corazón y para confiarle la tarea de impartir nueva vida a la devoción, diciéndole que deseaba que fueran conocidas por toda la humanidad y que los tesoros de su bondad fueran difundidos. En otra ocasión, se le apareció radiante de amor y pidió que se practicara una devoción de amor expiatorio: la comunión frecuente, la comunión cada primer viernes de mes. Le pide hacer la Hora Santa los días jueves entre las 11 y las 12 de la noche, hora en que Jesús permanece en el Huerto de los olivos sudando sangre y entregándose a la voluntad del Padre, dice Jesús. "Mira el Corazón que tanto ha amado a los hombres... en vez de gratitud, de gran parte de ellos yo no recibo sino ingratitud”.

La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.


Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío.

Dulce Corazón de María, sed la salvación del alma mía.