miércoles, 19 de agosto de 2015

Oraciones católicas básicas

La Señal de la Santa Cruz


Por la señal de la Santa Cruz, 

de nuestros enemigos 
líbranos Señor, Dios nuestro. 
En el nombre del Padre, 
y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Padre Nuestro

Padre Nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Ave María

Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

 Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra: vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

El credo de los Apóstoles o Credo Corto

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Único hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.


El Credo NICENO-CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra y gracia del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con él Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.


Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.


Ángelus


-El ángel del Señor anunció a María 

-Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo 
 Avemaría

-He aquí la esclava del Señor 

-Hágase en mí según tu palabra 
 Avemaría

-El Verbo de Dios se hizo carne 

-Y habitó entre nosotros 
 Avemaría

-Ruega por nosotros Santa Madre de Dios 

-Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración 

Infunde Señor tu gracia en nuestras almas para que los que por el anuncio del ángel hemos conocido la encarnación de tu Hijo, por su pasión y su Cruz seamos llevados a la gloria de la resurrección. 
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

  Reina del Cielo 


-Alegrate Reina del cielo; aleluya. 

-Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.

-Resucitó según predijo; aleluya. 

-Ruega por nosotros a Dios; aleluya.

-Gózate y alégrate , Virgen María; aleluya. 

-Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.

Oración 


Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por intercesión de su Madre, la Virgen María, alcancemos los gozos de la Vida eterna. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.


Invocación al Espíritu Santo


Ven oh Santo Espíritu, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y serán creados y renovarás la faz de la tierra. 

Oración 
Oh Dios que has instruido los corazones de los fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos según el mismo Espíritu conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.   

 Oración al Ángel Custodio

Ángel de mi guarda, 

dulce compañía, 
no me desampares, 
ni de noche ni de día. 

Bendición de la Mesa

Bendícenos Señor a nosotros y a estos alimentos que por tu bondad vamos a tomar. 
Amén.

El Rey de la eterna Gloria nos haga partícipes de la mesa celestial. Amén.

 Acción de Gracias

Te damos gracias omnipotente Dios por todos tus beneficios, tu, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén. 
El Señor nos de su paz. 
Y la vida eterna. Amén. 

domingo, 16 de agosto de 2015

PARA AYUDAR A NUESTROS HERMANOS QUE SUFREN LAS INUNDACIONES


domingo, 9 de agosto de 2015

Papa Francisco: No quiero jóvenes “jubilados” sino que se jueguen la vida: entrevista radial con una emisora argentina



BUENOS AIRES, 08 Ago. 15 / 11:16 am (ACI/EWTN Noticias).- “No quiero jóvenes ‘jubilados’ sino que se jueguen la vida” fue el llamado del Papa Francisco hoy a los jóvenes durante una entrevista radial con una emisora argentina.

Por segundo año consecutivo el Santo Padre se comunicó con la Radio Parroquial Virgen del Carmen, de Campo Gallo en Santiago del Estero (Argentina) y conversó durante más de diez minutos con los sacerdotes Joaquín Giangreco y Juan Ignacio Liébana.


En su diálogo, Francisco alentó a los jóvenes a buscar la felicidad, y pidió a los pueblos rechazar la guerra y trabajar por la paz.

“Yo le diría a los jóvenes: ‘¿vos estás dispuesto a jugarte por algo que vale la pena? ¿O estas ahí esperando que la vida pase, que la vida se te escurra por tu existencia?’”, cuestionó.

El Papa lamentó que “hay jóvenes que se jubilan antes de tiempo. Vos sabés no quiero jóvenes jubilados, sino que se jueguen la vida, hagan cosas por los demás, trabajen, trabajen fuerte por dar felicidad a otras personas, que apuesten a cosas grandes”.

“A los jóvenes, por favor no malgasten la vida, no envejezcan antes de tiempo y no se jubilen. Porque entonces van a tener una cara de tristeza y una vida muy triste. En cambio si se juegan por cosas grandes van a conocer lo que es el gozo y la alegría”, aseguró.

El Papa también alentó a los pueblos a “estar juntos, caminar juntos”, pues “siempre es mejor la amistad que la pelea, siempre. Siempre es mejor la paz que la guerra, siempre”.

“Hay una sola manera de ganar una guerra, no hacerla. Porque cada vez que uno hace una pelea, una guerra, pierde. Pierde la concordia, pierde la paz, pierde la alegría”.

En las familias y en los pueblos, exhortó, se debe “caminar juntos, eso da alegría, eso te da felicidad, y además eso nos ayuda a ser solidarios (pues) cuando uno está en la mala el otro le pone el hombro y bueno, caminan juntos”.

“La vida se hace feliz de esa manera. Los hongos no son felices, crecen solos y mueren solos. El hombre no es un hongo, el hombre es para vivir en familia”, subrayó.

Francisco reiteró su llamado a “caminar juntos, estar juntos, no estar peleados, porque cuando uno está peleado pierden todos. Como la pirinola (juego de apuestas) pierden todo”.

El Papa también reflexionó sobre el cuidado de la casa común, tema que abordó en su última encíclica Laudato Si’.

“Hay que hacer un esfuerzo muy grande por cuidarnos. Cuidar la casa común es también aprender a cuidarnos entre nosotros, y una familia o un pueblo que no se cuida es un pueblo, una familia peleada. Es un pueblo, una familia triste”.

El Santo Padre destacó que debemos “saber cuidar los chicos, saber cuidar a los abuelos. Esa ternura que Jesús nos enseñó para cuidarnos, es saber cuidar la casa común, es decir esta tierra que Dios nos dio”.

“A mí me duele en el alma cuando veo que hay deforestaciones para plantar soja. Pasarán decenas de años antes de establecer otra vez esos bosques. Cuiden mucho, cuiden el agua, cuiden todo lo que Dios nos ha dado”, dijo.

El Papa Francisco, en un pedido especial para los fieles de Santiago del Estero, alentó a rezar para que pronto se pueda beatificar a la laica consagrada María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente como “Mama Antula”.

“Yo tengo un gran deseo cuando pienso en Santiago (del Estero): que pronto se pueda hacer la beatificación de Mama Antula, que ella haga el milagro para que se pueda hacer la beatificación. Recen por eso, pidan esa gracia, porque Mama Antula es un ejemplo del pueblo santiagueño, esa fortaleza del pueblo santiagueño”.

“Mama Antula”, que vivió en el siglo XVIII, asistió a los sacerdotes jesuitas de forma especial en las tareas auxiliares de los ejercicios espirituales.

Al concluir el diálogo con la radioemisora parroquial argentina el Papa saludó y bendigo al pueblo de Campo Gallo, “de manera especial a los chicos y a los abuelos, una bendición especial. Una bendición especial a la familia y que Jesús los bendiga y la Virgen los cuide. Un abrazo grande”.

Antes de finalizar la llamada, el Papa rezó un Ave María.

“Busquemos el ‘Pan vivo’ con animo abierto y sin prejuicios”, dijo el Papa en el Ángelus



Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En este domingo prosigue la lectura del capítulo sexto del Evangelio de Juan, donde Jesús, habiendo cumplido el gran milagro de la multiplicación de los panes, explica a la gente el significado de aquel “signo” (Jn 6,41-51).
Como había hecho antes con la Samaritana, a partir de la experiencia de la sed y del signo del agua, Jesús aquí parte de la experiencia del hambre y del signo del pan, para revelarse e invitarnos a creer en Él.

La gente lo busca, la gente lo escucha, porque se ha quedado entusiasmada con el milagro: ¡querían hacerlo rey! Pero cuando Jesús afirma que el verdadero pan, donado por Dios, es Él mismo, muchos se escandalizan, no comprenden, y comienzan a murmurar entre ellos: «¿Acaso este – decían - no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: «Yo he bajado del cielo»? (Jn 6,42). Y comienzan a murmurar. Entonces Jesús responde: «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió», y añade «Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna» (vv 44.47).

Nos sorprende, y nos hace reflexionar esta palabra del Señor: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el padre”, “el que cree en mí, tiene Vida eterna”. Nos hace reflexionar. Esta palabra se introduce en la dinámica de la fe, que es una relación: la relación entre la persona humana, todos nosotros, y la Persona de Jesús, donde un papel decisivo juega el Padre, y naturalmente, también el Espíritu Santo, que está implícito aquí. No basta encontrar a Jesús para creer en Él, no basta leer la Biblia, el Evangelio: esto es importante ¿eh? Pero no basta. No basta ni siquiera asistir a un milagro, como aquel de la multiplicación de los panes. Muchas personas estuvieron en estrecho contacto con Jesús y no le creyeron, es más, también lo despreciaron y condenaron. Y yo me pregunto: ¿por qué, esto? ¿No fueron atraídos por el padre? No: esto sucedió porque su corazón estaba cerrado a la acción del Espíritu de Dios. Y si tú tienes el corazón cerrado la fe no entra. Dios Padre siempre nos atrae hacia Jesús: somos nosotros quienes abrimos nuestro corazón o lo cerramos.

En cambio la fe, que es como una semilla en lo profundo del corazón, florece cuando nos dejamos “atraer” por el Padre hacia Jesús, y “vamos a Él” con ánimo abierto, con corazón abierto, sin prejuicios; entonces reconocemos en su rostro el Rostro de Dios y en sus palabras la Palabra de Dios, porque el Espíritu Santo nos ha hecho entrar en la relación de amor y de vida que hay entre Jesús y Dios Padre. Y allí nosotros recibimos el don, el regalo de la fe.

Así, con esta actitud de fe, podemos comprender el sentido del “Pan de la vida” que Jesús nos dona, y que Él expresa de esta manera: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo» (Jn 06:51). En Jesús, en su “carne” - es decir, en su concreta humanidad – está presente todo el amor de Dios, que es el Espíritu Santo. Quien se deja atraer por este amor va hacia Jesús, y va con fe, y recibe de Él la vida, la vida eterna.

Aquella que ha vivido esta experiencia en modo ejemplar es la Virgen de Nazaret, María: la primera persona humana que ha creído en Dios recibiendo la carne de Jesús. Aprendamos de Ella, nuestra Madre, la alegría y la gratitud por el don de la fe. Un don que no es “privado”, un don que no es “propiedad privada”, sino que es un don para compartir: es un don «para la vida del mundo».

Traducción del italiano: Griselda Mutual, Radio Vaticano

sábado, 8 de agosto de 2015

Tweet del Papa Francisco: 8 de Agosto de 2015


Hoy es Fiesta de Santo Domingo de Guzmán, a quien la Virgen le entregó el Rosario



REDACCIÓN CENTRAL, 08 Ago. 15 / 12:09 am (ACI).- Santo Domingo de Guzmán nació en Caleruega (España) alrededor del año 1170 en una familia noble. Su madre fue la Beata Juana de Aza. En Palencia recibió una buena educación en diversas materias y se entregó de lleno al estudio de teología.

En aquel entonces se vivía en continuas guerras contra los moros (musulmanes) e incluso entre los mismos príncipes cristianos. Lo que llevó a una terrible hambruna en aquella región. Domingo se compadeció de los necesitados y los ayudaba entregándoles sus pertenencias.

Cierto día llegó ante Domingo una mujer llorando que le dijo que su hermano había caído prisionero de los moros y el joven al no tener nada que darle se ofreció como esclavo para rescatarlo. Este acto impresionó a toda la ciudad y se produjeron tales movimientos de caridad que hicieron innecesario que Domingo se entregara.

Con 24 años de edad fue llamado por el Obispo de Osma para ser canónigo de la Catedral y a los 25 fue ordenado sacerdote. Más adelante el Prelado tuvo que viajar a Dinamarca por encargo del rey Alfonso VIII y se llevó consigo a Domingo. En el viaje, el Santo quedó preocupado al constatar las herejías en que vivían los diversos pueblos.

En 1207, Santo Domingo, junto a algunos compañeros como el Obispo de Osma, se entregó a la vida apostólica, renunciando a toda comodidad y viviendo de limosnas. Al comprender más de la necesidad de una buena formación cristiana de los fieles, fundó la Orden de Predicadores (dominicos) dispuesta a llevar la luz del Evangelio por todas partes.

El Santo fundó centros de apostolado al sur de Francia y encontró grandes dificultades en toda la misión que había emprendido.

Según la tradición, respaldada por numerosos documentos pontificios, cierta noche Santo Domingo, mientras se encontraba en oración, tuvo una revelación en la que la Virgen fue en su auxilio y le entregó el Rosario como un arma poderosa para ganar almas.

La Virgen a su vez le enseñó a recitarlo y le pidió que lo predicara por todo el mundo para que se obtengan abundantes gracias. El Santo salió de la capilla lleno de entusiasmo con el rosario en la mano y, efectivamente, lo impulsó por todas partes, obteniendo muchas conversiones.

Dentro de sus prácticas de penitencia habituales estaban las temporadas de 40 días de ayuno a pan y agua, el dormir sobre tablas duras, caminar descalzo por caminos irisados de piedras  y senderos cubiertos de nieve, soportar insultos sin responder palabra alguna, predicar a pesar de estar enfermo y nunca mostrar desánimo. Era el hombre de la alegría y buen humor.

Santo Domingo, gran amigo de San Francisco de Asís, partió a la Casa del Padre en Boloña el 6 de agosto de 1221. Fue canonizado en 1234 por el Papa Gregorio IX, quien dijo que “de la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo”. Su fiesta se celebra cada 8 de agosto.

Intenciones del Papa Francisco para el mes de Agosto de 2015



La intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre es: 

''Para que quienes colaboran en el campo del voluntariado se entreguen con generosidad al servicio de los necesitados''.


Su intención evangelizadora es: 

''Para que, saliendo de nosotros mismos, sepamos hacernos prójimos de quienes se encuentran en las periferias de las relaciones humanas y sociales''.

Papa Francisco advierte a jóvenes: Sean valientes y no se conviertan en un “cementerio”




VATICANO, 07 Ago. 15 / 04:50 pm (ACI).- El Papa Francisco pidió hoy a los jóvenes católicos que no pierdan la valentía, que considera una de las características fundamentales de la juventud, y no huyan de las tensiones porque al hacerlo se convertirían en un cementerio.

Para el Papa Francisco “un joven sin valentía es un joven ‘aguado’, es un joven viejo”. “Algunas veces digo a los jóvenes: ‘Por favor, no os jubiléis’, porque hay jóvenes que se jubilan con 20 años: tienen todo seguro en la vida, todo tranquilo y no tienen ‘tensiones’”, indicó en el Aula Pablo VI que albergó hoy en Roma un encuentro entre el Pontífice y 1.500 jóvenes del Movimiento Eucarístico Juvenil de 35 países.

Francisco articuló su discurso improvisando sobre las tensiones y los conflictos que se pueden vivir en la vida, para lo que el “diálogo” es la solución.

Como en otras ocasiones, seis jóvenes hicieron preguntas al Pontífice, mientras él tomaba distintas notas.

“¿Qué sería de una sociedad, una familia, un grupo de amigos sin ‘tensiones’ y sin ‘conflictos’?”, se preguntó Francisco. “Un cementerio” porque “sólo no hay tensiones y conflictos en las cosas de la muerte”, pero “cuando hay vida, hay tensión y hay conflicto y por eso es necesario desarrollar este concepto y buscar, en mi vida, cuáles son las verdaderas tensiones, de dónde vienen estas tensiones, porque son tensiones que dicen que estoy vivo; y cómo son estos conflictos”.

El Papa aseguró que en el Paraíso “todos estaremos unido en la paz con Jesucristo”. “Cada uno debe individualizar las tensiones de su vida. Las tensiones te hacen crecer, desarrollan la valentía. ¡Y un joven debe tener esta virtud de la valentía!”, exclamó.

Estas tensiones se resuelven a través del “diálogo” ya que “cuando en una familia hay diálogo”. “Cuando en una familia existe esta capacidad de decir espontáneamente qué es lo que uno piensa, las tensiones se resuelven bien”. “Es más, no hay que tener miedo de las tensiones”, pidió a los jóvenes.

Sin embargo, “también hay que ser astutos”, indicó el Papa. “Si tú amas las tensiones por las tensiones esto te hará mal y serás un joven en conflicto que ama siempre el estar en tensión”. Al contrario, “la tensión viene para ayudarnos a hacer un paso hacia la armonía, pero la armonía también provoca otra tensión para ser más armónica”. Por eso, “un joven que solamente sabe vivir en tensión es un joven enfermo”.

Sobre los “conflictos”, señaló que “pueden hacernos bien, porque nos hacen entender las diferencias, nos hacen entender cómo son las cosas distintas y nos hacen entender que si no encontramos una solución que resuelva este conflicto, habrá una vida ‘de guerra’.

En su opinión, “el conflicto debe ser orientado hacia la unidad” respetando “la identidad de cada cultura”. Por ejemplo, los inmigrantes que en busca de una vida mejor se lanzan en barca al mar para llegar a otro país. “Es un conflicto no resuelto, y esta es una guerra, esto se llama violencia, se llama matar”, dijo sobre la muerte de muchos de ellos al no ser ayudados.

“Los verdaderos conflictos sociales, también culturales, se resuelven con el diálogo, pero antes que nada con el respeto de la identidad hacia la otra persona”.

El Santo Padre habló del conflicto en Oriente Medio, donde “mucha gente no es respetada: las minorías religiosas, los cristianos... pero no solamente no son respetados, sino que muchas veces son asesinados, perseguidos”.

“En nuestra historia siempre han existido conflictos de identidad religiosa, por ejemplo, que se producían por no respetar la identidad de la otra persona”.

El Papa también afirmó que “estamos en guerra: yo me repito mucho diciendo que esta es la tercera guerra mundial, a pedazos. Pero estamos en guerra. Y esto es negativo. Pero hay muchos señales de esperanza y señales de alegría”.

El Movimiento Eucarístico Juvenil está promovido por la Compañía de Jesús. Al comienzo deL encuentro intervino el Padre General de la Compañía, el P. Adolfo Nicolás, y del responsable del movimiento, el P. Fréderik fornos.