sábado, 31 de agosto de 2013

San Ramón Nonato

 
Se le llama Nonato (no-nacido) porque nació después de morir su madre.
Ella murió al dar a luz. Después de la muerte le hicieron cesárea para que
el niño pudiera nacer.
Ramón significa: "protegido por la divinidad" (Ra=divinidad. Mon=protegido). San Ramón nació en Cataluña, España, en 1204. Muy joven entró en la Congregación de Padres Mercedarios que se dedicaban a rescatar cautivos que los mahometanos habían llevado presos a Argel. Lo recibió el mismo San Pedro Nolasco, fundador de la Comunidad.
Pocos años después de haber entrado de religioso fue enviado con una gran cantidad de dinero a rescatar a los católicos que estaban esclavizados por los musulmanes en Africa. Allá gastó todo el dinero en conseguir la libertad de muchos cristianos y enviarlos otra vez a su patria, de donde habían sido llevados secuestrados por los enemigos de nuestra religión.
Cuando se le acabó el dinero se ofreció el mismo a quedarse como esclavo, con tal de que libertaran a algunos católicos que estaban en grave peligro de perder su fe y su religión por causa de los atroces castigos que los mahometanos les infligían.
Como entre los musulmanes está absolutamente prohibido hablar de la religión católica, y Ramón se dedicó a instruir en la religión a sus compañeros de esclavitud y aun hasta a algunos mahometanos, le dieron terribles tormentos y lo azotaron muchas veces hasta dejarlo casi muerto. Y al fin, como no se callaba, le amarraron la cara a una correa a la cual le echaron candado, para que no pudiera hablar, y no abrían el candado sino cuando iba a comer.
El jefe musulmán, con la esperanza de que Ramón volviera a España y le llevara más dinero para rescatar cristianos, lo dejó en libertad. Pero se dedicó a hablar de nuestra religión a cuantas más personas podía. Esto hizo arder en cólera a los mahometanos y lo volvieron a encarcelar y a atormentar. Al fin San Pedro Nolasco envió a algunos de sus religiosos con una fuerte suma de dinero y pagaron su rescate y por orden de sus superiores volvió a España.
Como premio de tantos heroísmos, el sumo Pontífice Gregorio IX lo nombró Cardenal. Pero San Ramón siguió viviendo humildemente como si fuera un pobre e ignorado religioso.
El Santo Padre lo llamó a Roma para que le colaborara en la dirección de la Iglesia, y el humilde Cardenal emprendió el largo viaje a pie. Pero por el camino lo atacaron unas altísimas fiebres y murió. Era el año 1240. Apenas tenía 36 años. Pero había sufrido y trabajado muy intensamente, y se había ganado una gran corona para el cielo.
A San Ramón le rezan las mujeres que van a tener un hijo, para que les conceda la gracia de dar a luz sin peligro ni tormentos.
 

viernes, 30 de agosto de 2013

Santa Rosa de Lima: Patrona de América

Nació en Lima (Perú); cuando vivía en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y de virtud, y, cuando vistió el hábito de la tercera Orden de santo Domingo, hizo grandes progresos en el camino de la penitencia y de la contemplación mística. Murió a los 31 años el día 24 de agosto como ella misma lo había profetizado.

Santa Rosa de Lima, la primera santa americana canonizada, nació en una humilde familia, aunque la niña fue bautizada con el nombre de Isabel, se la llamaba comúnmente Rosa y ése fue el único nombre que le impuso en la Confirmación el arzobispo de Lima. Rosa tomó a Santa Catalina de Siena por modelo, a pesar de la oposición y las burlas de sus padres y amigos. En cierta ocasión, su madre le coronó con una guirnalda de flores para lucirla ante algunas visitas y Rosa se clavó una de las horquillas de la guirnalda en la cabeza, con la intención de hacer penitencia por aquella vanidad, de suerte que tuvo después bastante dificultad en quitársela. Como las gentes alababan frecuentemente su belleza, Rosa solía restregarse la piel con pimienta para desfigurarse y no ser ocasión de tentaciones para nadie.

 Una dama le hizo un día ciertos cumplimientos acerca de la suavidad de la piel de sus manos y de la finura de sus dedos; inmediatamente la santa se talló las manos con barro, a consecuencia de lo cual no pudo vestirse por sí misma en un mes. Estas y otras austeridades aún más sorprendentes la prepararon a la lucha contra los peligros exteriores y contra sus propios sentidos. Pero Rosa sabía muy bien que todo ello sería inútil si no desterraba de su corazón todo amor propio, cuya fuente es el orgullo, pues esa pasión es capaz de esconderse aun en la oración y el ayuno. Así pues, se dedicó a atacar el amor propio mediante la humildad, la obediencia y la abnegación de la voluntad propia.
Aunque era capaz de oponerse a sus padres por una causa justa, jamás los desobedeció ni se apartó de la más escrupulosa obediencia y paciencia en las dificultades y contradicciones.
Rosa tuvo que sufrir enormemente por parte de quienes no la comprendían.
El padre de Rosa fracasó en la explotación de una mina, y la familia se vio en circunstancias económicas difíciles. Rosa trabajaba el día entero en el huerto, cosía una parte de la noche y en esa forma ayudaba al sostenimiento de la familia. La santa estaba contenta con su suerte y jamás hubiese intentado cambiarla, si sus padres no hubiesen querido inducirla a casarse. Rosa luchó contra ellos diez años e hizo voto de virginidad para confirmar su resolución de vivir consagrada al Señor.
Al cabo de esos años, ingresó en la tercera orden de Santo Domingo, imitando así a Santa Catalina de Siena. A partir de entonces, se recluyó prácticamente en una cabaña que había construido en el huerto. Llevaba sobre la cabeza una cinta de plata, cuyo interior era lleno de puntas sirviendo así como una corona de espinas. Su amor de Dios era tan ardiente que, cuando hablaba de El, cambiaba el tono de su voz y su rostro se encendía como un reflejo del sentimiento que embargaba su alma. Ese fenómeno se manifestaba, sobre todo, cuando la santa se hallaba en presencia del Santísimo Sacramento o cuando en la comunión unía su corazón a la Fuente del Amor.


Extraordinarias pruebas y gracias

Dios concedió a su sierva gracias extraordinarias, pero también permitió que sufriese durante quince años la persecución de sus amigos y conocidos, en tanto que su alma se veía sumida en la más profunda desolación espiritual.
El demonio la molestaba con violentas tentaciones. El único consejo que supieron darle aquellos a quienes consultó fue que comiese y durmiese más. Más tarde, una comisión de sacerdotes y médicos examinó a la santa y dictaminó que sus experiencias eran realmente sobrenaturales. 


Rosa pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, un empleado del gobierno, cuya esposa le tenía particular cariño. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor"

jueves, 29 de agosto de 2013

Martirio de Juan Bautista


Precursor del nacimiento y de la muerte de Cristo. Hijo de Zacarías e Isabel, pariente de la Virgen María. Nace con la misión de ser el precursor de Jesús. Su vida es de entrega total  a la penitencia, oración y promulgación del la venida del Hijo de Dios a la Tierra.
Bautizaba con agua diciendo que después de él iban a ser bautizados con el espíritu Santo.
Bautizó a Jesús en el Jordán. Es el último y el más grande de los profetas del Antiguo Testamento.
Hoy la Iglesia recuerda y celebra el martirio de San Juan Bautista, el precursor de Cristo, antesala, preludio, anunciador del Mesías que el pueblo judío estaba esperando. Los evangelios le recuerdan como un hombre austero, solitario, que finalmente entregó su vida por aquello que configuró su misión: anunciar la Verdad -que es Cristo- y todas las "verdades" por molestas que sean de escuchar. "
De algún modo, San Juan Bautista no sólo anuncia la cercanía del Reino que llega con Cristo, sino que también con su muerte anuncia la Pascua, el Misterio cristiano.

Relato del martirio

Herodes priva a Juan de su libertad, impidiéndole continuar su acti­vidad; la medida de Herodes no hace caso de la opinión del pueblo, (que veía en Juan un enviado divino). Sin embargo, aunque es Herodes quien da la orden de encarcelar a Juan, otra persona lo ha instigado a hacerlo, Herodías, mujer de su hermano Filipo, a la que Herodes había tomado por esposa.  Juan le decía a Herodes: «No te está permitido tener como tuya la mujer de tu hermano». Herodías, es ella quien se dice a su hija que le pida la cabeza de Juan. El rey se entristeció, pero envió a los verdugos a realizar la orden, trajeron su cabeza en una bandeja para entregársela a la mujer. Cuando se enteraron los discípulos fueron  a la cárcel, tomaron el cuerpo y lo pusieron en un sepulcro.

miércoles, 28 de agosto de 2013

San Agustín


Nació  en África romana. Su padre, llamado Patricio, era un pequeño propietario pagano cuando nació su hijo. Su madre, Santa Mónica, es puesta por la Iglesia como ejemplo de "mujer cristiana", de piedad y bondad probadas, madre abnegada y preocupada siempre por el bienestar de su familia, aún bajo las circunstancias más adversas. Mónica le enseñó a su hijo los principios básicos de la religión cristiana y al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino del cristianismo se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo "el hijo de las lágrimas de su madre".
San Agustín estaba dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia. Aunque se dejaba llevar ciegamente por las pasiones humanas y mundanas, y seguía abiertamente los impulsos de su espíritu sensual, no abandonó sus estudios, el propio Agustín hace una crítica muy dura y amarga de esta etapa de su juventud en sus Confesiones. La portancia de san Agustín entre los padres y doctores de la Iglesia es comparable a la de san Pablo entre los apóstoles. Como escritor, fue prolífico, convincente y un brillante estilista. Sus obras filosóficas y sus escritos siguen siendo de gran importancia en la Iglesia católica. Muchas de ellas reflejan su vida propia en donde narra su conversión, él dice :” Jesús es un hombre de palabra. Cada día, mas allá de toda espera, su última promesa se realiza realmente: "He aquí que estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del tiempo" (Mt. 28, 20).
 Convertido al cristianismo vendió todos sus bienes y el producto de la venta lo repartió entre los pobres. Se retiró con unos compañeros a vivir en una pequeña propiedad para hacer allí vida monacal.
     Fue víctima de lo que resultó ser una enfermedad mortal, y al cabo de tres meses de admirable paciencia y ferviente oración, muere un 28 de agosto

La historia del encuentro con un niño junto al mar

      Cierto día, San Agustín paseaba por la orilla del mar, dando vueltas en su cabeza a muchas de las doctrinas sobre la realidad de Dios, una de ellas la doctrina de la Trinidad. De pronto, al alzar la vista ve a un hermoso niño, que está jugando en la arena, a la orilla del mar. Le observa más de cerca y ve que el niño corre hacia el mar, llena el cubo de agua del mar, y vuelve donde estaba antes y vacía el agua en un hoyo. El niño hace esto una y otra vez, hasta que Agustín, sumido en una gran curiosidad, se acerca al niño y le pregunta: "¿Qué haces?" Y el niño le responde: "Estoy sacando toda el agua del mar y la voy a poner en este hoyo". Y San Agustín dice: "¡Pero, eso es imposible!". A lo que el niño le respondió: "Más difícil es que tu trates de entender el misterio de la Santísima Trinidad".

    

martes, 27 de agosto de 2013

Santa Mónica


Mónica  nace Argelia (África). Sus padres la educaron en el cristianismo y la casaron con un hombre mayor  que ella y pagano llamado Patricio, un hombre muy enérgico y de temperamento violento. Ella deseaba dedicarse a la vida de oración y de soledad (como su nombre lo indica) pero sus padres dispusieron que tenía que esposarse .  Mónica iba a la iglesia cada día y soportó con paciencia el adulterio y las palizas violentas de su marido. Se ganó el afecto de su suegra en poco tiempo e incluso convirtió a Patricio al cristianismo y calmó su violencia.
       Mónica tuvo tres hijos. Uno de ellos fue San Agustín, que le dio muchas alegrías por sus éxitos en los estudios, pero también la hizo sufrir por su vida descarriada llena de vicios, pecados y sin sabores . Mónica envió a Agustín al obispo para que lo convenciera de sus errores, pero el obispo le aconsejó a Mónica que siguiera rezando por su hijo, diciéndole "no se perderá el hijo de tantas lágrimas".
     A la edad de 28 años, Agustín acogió la gracia de Dios y se convirtió al cristianismo y recibió el bautismo. Mónica se reunió con él al morir Patricio. Cuando Agustín se preparaba para partir a África, Mónica murió en Ostia, Italia, deja este mudo en la paz total de su alma sabiendo que su hijo ya era cristiano.
      Santa Mónica es puesta por la Iglesia como ejemplo de mujer cristiana, de piedad y bondad probadas, madre abnegada y preocupada siempre por el bienestar de su familia, aún bajo las circunstancias más adversas.
    A ella le rezan y se encomiendan las mujeres viudas, para pedirle fortaleza, paciencia, mansedumbre, alegría, dulzura y paz para poder educar solas a sus hijos. Como así también las esposas que desean convertir a sus esposos .


jueves, 15 de agosto de 2013

Masacre en Egipto: El Papa reza por todas las víctimas y sus familiares

 
VATICANO, 15 Ago. 13 / 06:03 am (ACI).- Desde Castel Gandolfo en donde celebró una Misa y rezó el Ángelus con miles de fieles por la fiesta de la Asunción de la Virgen María, el Papa Francisco elevó una oración por las víctimas de la masacre en Egipto que ha dejado el saldo, hasta el momento, de 525 muertos y más de 3 mil 700 heridos.
Los disturbios de este miércoles en Egipto se dieron luego de la operación policial lanzada para desmantelar las acampadas de los hermanos musulmanes que apoyan al depuesto presidente Morsi.
Entre los desmanes, turbas de musulmanes han atacado a 20 iglesias cristianas. La violencia extendida por todo el país hizo que las autoridades decreten el estado de emergencia y toque de queda durante un mes.
Los desmanes han sido condenados por la comunidad internacional comenzando por el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki moon.
Sobre estos graves episodios de violencia, el Papa Francisco dijo que "llegan lamentablemente noticias dolorosas de Egipto. Deseo asegurar mi oración por todas las víctimas y sus familiares. Por los heridos y por cuantos sufren".
"Oremos juntos por la paz, el diálogo, la reconciliación en esa querida tierra y en el mundo entero. María Reina de la paz ruega por nosotros", señaló.

Si San Pedro "cierra" puertas del cielo Maria las abre, dice el Papa a religiosas de clausura

 
VATICANO, 15 Ago. 13 / 03:51 pm (ACI).- Antes de celebrar la Misa en la Plaza de la Libertad en Castel Gandolfo, el Papa Francisco sostuvo en encuentro con las clarisas del monasterio de clausura de Álbano, a quienes dijo que si San Pedro "cierra" las puertas del cielo a los pecadores, María las abre. Esa también es su misión, llevar con su oración a más hombres y mujeres a la vida eterna con Dios.
Radio Vaticana conversó con dos de las religiosas que estuvieron en el encuentro de casi 45 minutos con el Santo Padre. La Madre Vicaria, Sor María Concetta, dijo que el Papa "estaba tranquilo, distendido como si no tuviera nada que hacer o como si no pensara en alguna cosa. Nos ha hablado –de un modo que nos tocó mucho– de María, en esta Solemnidad de la Asunción, porque la mujer consagrada es un poco como María".
"Nos ha contado una bella historia que nos ha hecho reír a todos, incluso a él mismo: María está en el Paraíso; San Pedro no siempre abre la puerta cuando llegan los pecadores y por eso Maria sufre un poco, pero se queda quieta. Y en la noche, cuando se cierran las puertas del Paraíso, cuando nadie ve u oye nada, María abre la puerta del Paraíso y hace entrar a todos".
La religiosa dijo que "hemos visto en esto nuestra misión, nuestra vocación. Esta vocación a la vida contemplativa, de clausura, hoy no es comprendida por nadie, ¡pero no importa! ¿Qué es lo esencial? ¿Para qué sirve esta vida, esta vocación? ?Creo que para esto que el Papa ha dicho en pocas palabras. En el silencio, en la oscuridad, en la noche, cuando nadie ve y nadie sabe ni escucha, ¡cuánta gente pasa delante de los monasterios de vida contemplativa y no saben ni siquiera por qué están ahí!"
Entonces, prosiguió, "en este silencio, en esta noche, se da nuestra misión: poder abrir las puertas del Paraíso para hacer entrar a toda la humanidad, a todos los hombres, hermanos y hermanas que tal vez ni siquiera conocen, saben o no tienen el don de la fe. Como María, abrir esa puerta, dar confianza, esperanza. Nadie sabe, pero eso no importa. ¡Importa que lo sepa Dios y que lo sepa María!"
Para la abadesa, la Madre María Asunta, "expresar los sentimientos que hemos vivido en este breve pero intenso encuentro (con el Papa Francisco) es difícil, pero lo que el Santo Padre nos ha dejado es esto: nos ha exhortado a vivir hasta el final nuestra vocación, permaneciendo fieles a nuestro carisma, en esa simplicidad y en esa búsqueda de lo esencial, en esa pobreza que nos hace sentirnos todas hermanas".
"¡Ha sido un momento que es difícil de expresar! Pero ha sido una alegría y una fuerza que reclama aún una responsabilidad auténtica, verdadera, de nuestra respuesta al Señor por la Iglesia y por el Santo Padre", concluyó.

Como María cada sí a Dios es un paso hacia el Cielo, dice el Papa

 
VATICANO, 15 Ago. 13 / 06:02 am (ACI).- Antes de rezar la oración del Ángelus en Castel Gandolfo, luego de la Misa que celebró en la Plaza de la Libertad ante miles de fieles presentes en ocasión de la Fiesta de la Asunción, el Papa señaló que cada sí a Dios es un paso hacia el Cielo.
El Santo Padre dijo: "queridos hermanos y hermanas, al término de esta celebración nos dirigimos a la Virgen María con la oración del ángelus. El camino de María hacia el Cielo comenzó con aquel “sí” pronunciado en Nazaret, en respuesta al Mensajero celestial que le anunciaba la voluntad de Dios para Ella".
"Y, en realidad, es precisamente así: cada “sí” a Dios es un paso hacia el Cielo, hacia la vida eterna. Porque esto quiere el Señor: ¡que todos sus hijos tengan vida en abundancia! ¡Dios nos quiere a todos consigo, en su casa!"
El Papa Francisco también recordó el 25 aniversario de la carta Apostólica Mulieris dignitatem, del beato Papa Juan Pablo II, sobre la dignidad y la vocación de la mujer.
"Este documento es rico de ideas que merecen ser retomadas y desarrolladas; y en la base de todo está la figura de María. En efecto, salió con ocasión del Año Mariano"
El Santo Padre exhortó a hacer "nuestra la oración puesta al final de esta Carta Apostólica (Cfr. n. 31): a fin de que, meditando el misterio bíblico de la mujer, condensado en María, todas las mujeres se encuentren a sí mismas y la plenitud de su vocación. En toda la Iglesia se profundice y entienda cada vez más el tan gran e importante papel de la mujer".

El Papa en la Asunción de la Virgen: María no nos deja solos y nos sostiene en la lucha contra el mal

 
VATICANO, 15 Ago. 13 / 06:05 am (ACI/EWTN Noticias).- En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la Plaza de la Libertad en Castel Gandolfo, el Papa Francisco reflexionó sobre la fiesta de la Asunción de la Virgen que la Iglesia celebra hoy y dijo que Santa María es escuela de paciencia y esperanza, no nos deja solos, nos acompaña siempre y sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal.
Ante miles de fieles presentes, el Santo Padre planteó la reflexión a partir de la fiesta de la Asunción de la Virgen y tres palabras que se relacionan a este acontecimiento: lucha, resurrección y esperanza.
"El pasaje del Apocalipsis presenta la visión de la lucha entre la mujer y el dragón. La figura de la mujer, que representa a la Iglesia, es por una lado gloriosa, triunfante, y del otro aún en trabajo. Así, en efecto, es la Iglesia: si es la del Cielo ya está asociada a la gloria de Su Señor, en la historia vive continuamente las pruebas y los desafíos que comporta el conflicto entre Dios y el maligno, el enemigo de siempre. Y en esta lucha que los discípulos de Jesús deben afrontar - todos nosotros, todos los discípulos de Jesús debemos afrontar esta lucha - María no nos deja solos, la Madre de Cristo y de la Iglesia está siempre con nosotros".
El Papa dijo luego que la Virgen "siempre camina y está con nosotros. También María, en cierto sentido, comparte esta doble condición. Ella naturalmente ya ha entrado de una vez y para siempre en el Cielo, pero esto no significa que sea lejana, que se haya alejado de nosotros, de hecho María nos acompaña, lucha con nosotros, sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal".
"La oración con María, en particular el Rosario - pero escuchen bien, el Rosario. Ustedes rezan el Rosario todos los días? Yo no sé (los presentes gritan sí!) Seguros? Entonces la oración con María, en particular el Rosario también tiene esta dimensión "agónica", es decir de lucha, una oración que sostiene en la batalla contra el maligno y sus cómplices. También el Rosario nos sostiene en la batalla".
El Papa Francisco dijo luego que la segunda lectura se refiere a la resurrección. "Toda nuestra fe se basa en esta verdad fundamental que no es una idea sino un evento. Y también el misterio de la Asunción de María en cuerpo y alma está inscrito en la Resurrección de Cristo. La humanidad de la Madre fue 'atraída' por el Hijo en su paso a través de la muerte".
"Jesús ha entrado una vez y para siempre en la vida eterna con toda su humanidad, esa que había tomado de María, así ella, que Lo ha seguido fielmente toda la vida, Lo ha seguido con el corazón, ha entrado con Él en la vida eterna, que llamamos también Cielo, Paraíso o Casa del Padre".
Tras recordar que María también sufrió los dolores de la Cruz de Cristo, que vivió hasta "el fondo del alma", el Papa se refirió a la esperanza. "La esperanza es la virtud de quien, experimentando el conflicto, a lucha cotidiana entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal, cree en la Resurrección de Cristo, en la victoria del Amor".
El Santo Padre explicó luego que el canto del Magnificat, que María entona en acción de gracias a Dios, es un canto de esperanza. "Este canto es particularmente intenso allí donde el Cuerpo de Cristo sufre hoy la Pasión".
"Donde está la Cruz, para nosotros los cristianos está la esperanza, siempre, Si no hay esperanza, no somos cristianos. Por esto me gusta decir: no se dejen robar la esperanza. Que no nos roben la esperanza, porque esta fuerza es una gracia, un don de Dios que nos lleva hacia adelante con la vista en el Cielo, Y María siempre está allí, cercana a esta comunidad, a estos hermanos nuestros, camina con ellos, sufre con ellos y canta con ellos el Magnificat de la esperanza".
Para concluir, el Papa dijo: "queridos hermanos y hermanas, unámonos también nosotros, con todo el corazón, a este canto de paciencia y victoria, de lucha y alegría, que une a la Iglesia triunfante con la peregrina, nosotros, que une la tierra con el Cielo, que une nuestra historia con la eternidad, hacia la cual caminamos. Que así sea".

Gemelos chilenos que se salvaron de morir en un aborto ahora son sacerdotes

 
REDACCIÓN CENTRAL, 15 Ago. 13 / 05:21 am (ACI).- A inicios de 1984 una ecografía mostraba que en el vientre de la chilena Rosa Silva se gestaba un bebé con tres brazos y dos cabezas. Los médicos insistieron en que se practique un aborto, pero ella se negó pues estaba dispuesta a recibir “lo que Dios le mandara” y Dios no le envió un bebé con malformaciones sino hijos gemelos, los hoy sacerdotes Felipe y Paulo.
Idénticos en cuerpo y vocación, Felipe y Paulo Lizama siempre lo compartieron todo: la misma educación, amistades, aficiones deportivas -jugaron y destacaron juntos en las ligas menores del club Colo Colo- y una profunda fe. Sin embargo, que los dos respondieran al llamado a la vida sacerdotal sorprendió a más de uno.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, los ahora Padres Felipe y Paulo narraron la estremecedora historia de su nacimiento.
Sus padres Humberto Lizama y Rosa Silva, eran paramédicos y ya tenían a su hermana Paola, entonces de cuatro años, cuando Rosa resultó nuevamente embarazada.
La familia vivía en el pueblo Lagunillas de Casablanca en Valparaíso, Chile. Cumpliendo su labor de paramédica, Rosa -que desconocía su gestación- se expuso a los rayos x en un procedimiento. Por ello, en cuanto supo de su estado, se realizó su primera ecografía.
El médico le advirtió que veía “algo raro”, le dijo que “la guagua (el bebé) viene con tres brazos y los pies están algo enredados”, y además “tenía dos cabezas”, según relata Paulo.
Aunque en Chile se permitía entonces el aborto por razones “terapéuticas” y los médicos le dijeron que su vida corría peligro en una gestación tan extraña, Rosa se opuso a esta práctica y les dijo que aceptaba lo que “Dios mandaba”.
“El Señor obró y produjo un embarazo gemelar, no sé si el médico se equivocó“, asegura  Felipe y Paulo agrega que “siempre pienso con especial cariño y ternura en el corazón de mi mamá que daba su vida por mí, por nosotros”.
Los hermanos Lizama nacieron el 10 de setiembre de 1984. Primero nació Felipe y como no se desprendía la placenta, los médicos sugirieron a la madre realizar un raspaje, pero ella no aceptó porque ella sentía que otro niño estaba por venir. Paulo nació 17 minutos después.
“Este último episodio es muy significativo para mi, los médicos introducirían unos utensilios para sacar la placenta que demoraba en salir. Mi mamá sabía que yo estaba ahí. Me demoré pero salí”, si le hacían el raspado “lo más probable es que me hubieran dañado gravemente”, expresó Paulo.
Los gemelos conocieron la historia de su nacimiento cuando cursaban el sexto año de formación en el Seminario. “Sin duda la sabiduría de la mamá y su corazón permitieron que en el momento oportuno nos enterásemos de tan hermoso acontecimiento”, afirma Paulo.
Siempre había pensado que la vocación al sacerdocio venía desde la adolescencia pero después se dio cuenta su vocación sacerdotal, Dios la gestó desde siempre y fue posible gracias al sí de su mamá.
“¿Cómo no defender la vida? ¿Cómo no predicar al Dios de la vida? Este acontecimiento potenció mi vocación, le ha dado una vitalidad específica y, por lo mismo, me he podido entregar existencialmente a lo que he creído. Estoy convencido de lo que creo, de lo que soy y de lo que hablo, claramente por Gracia de Dios”, agregó.
El llamado al sacerdocio
La infancia de los hermanos Lizama transcurrió entre el estudio, la formación católica de casa, las catequesis en la capilla del pueblo y la pasión por el fútbol.
Desde pequeños “íbamos a Misa los domingos y éramos llevados a la oración del mes de María, que en Chile se celebra en noviembre”.
Recibieron la Primera Comunión, pero por jugar fútbol dejaron de ir a Misa. La separación de sus padres marcó sus vidas y tomaron la decisión de dejar el fútbol, entonces tenían 16 años de edad.
En este momento de dolor por la ruptura familiar, los Lizama comenzaron a participar más activamente en la parroquia “Virgen de Nuestra Señora de las Mercedes” de Lagunillas, donde se prepararon para recibir el sacramento de la Confirmación.
Para Paulo participar en un grupo parroquial significaba nuevos amigos y tener algo que hacer el fin de semana. “No tenía bien arraigadas mis convicciones en Dios y en la pureza del sacramento”, afirma y recuerda que en “una adoración al Santísimo, entré a la Iglesia, cantos gregorianos, la custodia, el incienso, el silencio, el Señor. Me dije esto es para mí”.
Felipe por su parte, desarrolló un “gustito” por las  cosas de Dios al conocer más la Iglesia desde dentro, así como “la figura cercana de un sacerdote, el P. Reinaldo Osorio, quien fuera el formador del Seminario, al que después asistieron.
“Dios me estaba llamando. Me di cuenta que era en Dios y en las cosas de Dios donde yo era feliz, no hubo lugar a dudas: quería ser sacerdote”, explicó.
Pese a su estrecha relación, no comentaron estas inquietudes vocacionales el uno al otro. “No sé quién de los dos sintió primero el llamado. Creo que Dios hizo muy bien las cosas, para salvaguardar la libertad en la respuesta. (…) Si yo consideraba el sacerdocio como una realidad posible, que llenaba mi corazón ¿por qué mi hermano no podría hacerlo también?”, recuerda Paulo.
A los 18 años de edad terminaron la escuela e ingresaron el 8 de marzo de 2003, al Pontificio Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez.
Para la familia no fue fácil aceptar esta decisión doble. Sin embargo, al terminar el primer año de formación la actitud de Rosa cambió. “Mi mamá me confesó que estaba tranquila porque nos veía contentos”, asegura Felipe.
Los gemelos fueron ordenados diáconos en septiembre de 2011 y el 28 de abril de 2012 fueron ordenados sacerdotes por el Obispo de Valparaíso, Mons. Gonzalo Duarte García. Ese mismo día, los gemelos celebraron su primera Misa juntos en su parroquia de origen “Nuestra Señora de las Mercedes” en Lagunillas. Felipe presidió y Paulo concelebró.
A un poco más de un año de su ordenación, el Padre Felipe sirve en la Parroquia San Martín de Tours de Quillota y el Padre Paulo en la Parroquia la Asunción de María de Achupallas, Viña del Mar, donde por encargo del Obispo es el asesor de la Pastoral Juvenil diocesana.
Dirigiéndose a los jóvenes que descubren el llamado del Señor para seguirlo más de cerca, el Padre Felipe explica que “Dios no juega con nosotros. Quiere que seamos felices y el sacerdocio una vocación hermosa y que nos hace plenamente felices”.
El Padre Paulo agrega que seguir a Jesús no es fácil pero es hermoso. “Jesús, la Iglesia y el Mundo nos necesitan. Pero no necesitan a cualquier joven: necesitan a jóvenes empoderados de la verdad del Dios, de modo que su vida misma transparente vida, la sonrisa muestre esperanza, la mirada muestre fe y sus acciones muestren amor”, afirma.

Está siempre con nosotros la Madre de Cristo y de la Iglesia: Papa Francisco

 
El Obispo de Roma llegó a Castel Gandolfo, donde fue recibido con campanas de fiesta y grandes muestras de alegría y devoción, para celebrar la Santa Misa de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María y rezar el Ángelus, en este día en que la «Iglesia en todo el mundo canta el Magnificat», «cántico del Pueblo de Dios que camina en la historia», cántico que «une el cielo y la tierra». Lucha, resurrección, esperanza, fueron las tres palabras que centraron la homilía del Santo Padre, que evocó la Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia: «La Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo» (n.68). A la luz de esta imagen bellísima de nuestra Madre, el Papa Francisco reflexionó sobre el mensaje de las lecturas bíblicas de esta celebración, deteniéndose en las tres palabras clave: lucha, resurrección, esperanza.
Con la visión de la lucha entre la mujer y el dragón y la figura de la Iglesia, el Papa destacó que la Madre de Cristo y de la Iglesia está siempre con nosotros, nos acompaña, lucha con nosotros, sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal. La oración con María, en especial el Rosario, tiene también esta dimensión «agonística», es decir, de lucha, una oración que sostiene en la batalla contra el maligno y sus cómplices.
Sobre la resurrección, el Santo Padre hizo hincapié en que también el misterio de la Asunción de María en cuerpo y alma se inscribe completamente en la resurrección de Cristo. María ha conocido también el martirio de la cruz: ha vivido la pasión del Hijo hasta el fondo del alma. Ha estado completamente unida a él en la muerte, y por eso ha recibido el don de la resurrección. Cristo es la primicia de los resucitados y María es la primera de «aquellos que son de Cristo».
«Esperanza es la virtud del que experimentando el conflicto, la lucha cotidiana entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal, cree en la resurrección de Cristo, en la victoria del amor», reiteró el Papa, destacando con la tercera palabra, que el Magnificat de María es el cántico de la esperanza, el cántico del Pueblo de Dios que camina en la historia, de la Iglesia, «especialmente intenso allí donde el Cuerpo de Cristo sufre hoy la Pasión. Y María está allí, cercana a esas comunidades, a esos hermanos nuestros, camina con ellos, sufre con ellos, y canta con ellos el Magnificat de la esperanza».
Al concluir su homilía, el Santo Padre invitó a unir los corazones al «cántico de paciencia y victoria, de lucha y alegría, que une a la Iglesia triunfante con la peregrinante, que une el cielo y la tierra, la historia y la eternidad»

(CdM – RV)
Texto completo de la homilía del Santo Padre:
Solemnidad de la Asunción de la Virgen María
Castel Gandolfo, 15 de agosto de 2013
Queridos hermanos y hermanas
El Concilio Vaticano II, al final de la Constitución sobre la Iglesia, nos ha dejado una bellísima meditación sobre María Santísima. Recuerdo solamente las palabras que se refieren al misterio que hoy celebramos. La primera es ésta: «La Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del universo» (n. 59). Y después, hacia el final, ésta otra: «La Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo» (n. 68). A la luz de esta imagen bellísima de nuestra Madre, podemos considerar el mensaje que contienen las lecturas bíblicas que hemos apenas escuchado. Podemos concentrarnos en tres palabras clave: lucha, resurrección, esperanza.
El pasaje del Apocalipsis presenta la visión de la lucha entre la mujer y el dragón. La figura de la mujer, que representa a la Iglesia, aparece por una parte gloriosa, triunfante, y por otra con dolores. Así es en efecto la Iglesia: si en el Cielo ya participa de la gloria de su Señor, en la historia vive continuamente las pruebas y desafíos que comporta el conflicto entre Dios y el maligno, el enemigo de siempre. En esta lucha que los discípulos de Jesús han de sostener - nosotros, todos nosotros discípulos de Jesús debemos afrontar esta lucha - María no les deja solos; la Madre de Cristo y de la Iglesia está siempre con nosotros, siempre, camina con nosotros siempre. También María participa, en cierto sentido, de esta doble condición. Ella, naturalmente, ha entrado definitivamente en la gloria del Cielo. Pero esto no significa que esté lejos, que se separe de nosotros; María, por el contrario, nos acompaña, lucha con nosotros, sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal. La oración con María, en especial el Rosario, pero escuchen bien, el Rosario, ¿eh? – ¿Ustedes rezan el Rosario todos los días? (....sí la gente responde) – (Bueno no sé dice el Papa sonriendo, ¿seguro?).... tiene también esta dimensión «agonística», es decir, de lucha, una oración que sostiene en la batalla contra el maligno y sus cómplices.
La segunda lectura nos habla de la resurrección. El apóstol Pablo, escribiendo a los corintios, insiste en que ser cristianos significa creer que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos. Toda nuestra fe se basa en esta verdad fundamental, que no es una idea sino un acontecimiento. También el misterio de la Asunción de María en cuerpo y alma se inscribe completamente en la resurrección de Cristo. La humanidad de la Madre ha sido «atraída» por el Hijo en su paso a través de la muerte. Jesús entró definitivamente en la vida eterna con toda su humanidad, la que había tomado de María; así ella, la Madre, que lo ha seguido fielmente durante toda su vida, lo ha seguido con el corazón, ha entrado con él en la vida eterna, que llamamos también Cielo, Paraíso, Casa del Padre.

María ha conocido también el martirio de la cruz: el martirio de su corazón, el martirio del alma. Ella ha sufrido tanto en su corazón, mientras Jesús sufría en la cruz. Ha vivido la pasión del Hijo hasta el fondo del alma. Ha estado completamente unida a él en la muerte, y por eso ha recibido el don de la resurrección. Cristo es la primicia de los resucitados, y María es la primicia de los redimidos, la primera de «aquellos que son de Cristo». Es nuestra Madre, pero también podemos decir que es nuestra representante, es nuestra hermana, nuestra primera hermana, es la primera de los redimidos que ha llegado al cielo.
El evangelio nos sugiere la tercera palabra: esperanza. Esperanza es la virtud del que experimentando el conflicto, la lucha cotidiana entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal, cree en la resurrección de Cristo, en la victoria del amor. Hemos escuchado el canto de María, el Magnificat es el cántico de la esperanza, el cántico del Pueblo de Dios que camina en la historia. Es el cántico de tantos santos y santas, algunos conocidos, otros, muchísimos, desconocidos, pero que Dios conoce bien: mamás, papás, catequistas, misioneros, sacerdotes, religiosas, jóvenes, también niños, abuelos y abuelas, que han afrontado la lucha por la vida llevando en el corazón la esperanza de los pequeños y humildes. María dice: «Proclama mi alma la grandeza del Señor», así canta hoy la Iglesia y lo hace en todas partes del mundo. Este cántico es especialmente intenso allí donde el Cuerpo de Cristo sufre hoy la Pasión, donde está la cruz para nosotros cristianos está la esperanza, siempre. Si no está la esperanza nosotros no somos cristianos, por esto a mí me gusta decir ¡no se dejen robar la esperanza! ¡Que no nos roben la esperanza porque esta fuerza es una gracia, un don de Dios que nos lleva adelante mirando el cielo! Y María está siempre allí, cercana a esas comunidades que sufren, a esos hermanos nuestros, camina con ellos, sufre con ellos, y canta con ellos el Magnificat de la esperanza.
Queridos hermanos y hermanas, unámonos también nosotros, con el corazón, a este cántico de paciencia y victoria, de lucha y alegría, que une a la Iglesia triunfante con la peregrinante, nosotros; que une el cielo y la tierra, nuestra historia y la eternidad.

Asunción de María: Fiesta - Dogma de Fe


Es un dogma de fe que María Santísima fue llevada al cielo en cuerpo y alma, Acontecimiento que celebramos el 15 de agosto.
 DOGMA DE FE: Verdad revelada por Dios y reconocida como tal por la Iglesia Católica.
 
La Asunción es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos.

Este día, recordamos que María es una obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado original, el cuerpo de María estuvo siempre libre de pecado. Era totalmente pura. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado.

      La maternidad divina de María fue el mayor milagro y la fuente de su grandeza, pero Dios no coronó a María por su sola la maternidad, sino por sus virtudes: su caridad, su humildad, su pureza, su paciencia, su mansedumbre, su perfecto homenaje de adoración, amor, alabanza y agradecimiento.

María cumplió perfectamente con la voluntad de Dios en su vida y eso es lo que la llevó a llegar a la gloria de Dios.


El Papa Pío XII definió como dogma de fe la Asunción de María al Cielo en cuerpo y alma el 1 de noviembre de 1950.

La fiesta de la Asunción es “la fiesta de María”, la más solemne de las fiestas que la Iglesia celebra en su honor. Este día festejamos todos los misterios de su vida.

miércoles, 14 de agosto de 2013

El Papa celebra Misa con hostias regaladas por una presa argentina

BUENOS AIRES, 14 Ago. 13 / 09:05 am (ACI).- Desde el 18 de julio el Papa Francisco celebra cada Misa en la capilla de la Casa Santa Marta con las hostias que le obsequió una reclusa de la Unidad 47 del Servicio Penitenciario Bonaerense (Argentina), quien desde hace un año elabora las hostias en que se utilizan en diversas comunidades de la diócesis de San Isidro.
El Pontífice argentino le dirigió una carta a “Gaby C.”, como la dio conocer el equipo de Pastoral Social de la diócesis, en la que le agradece el presente y le asegura que reza por ella y que tiene las fotos que le envió en su escritorio.
“Monseñor Ojea me trajo su carta –se lee en la misiva fechada el 17 de julio-. Le agradezco la confianza… y las hostias. Desde mañana celebraré Misa con ellas y le aseguro que me emociona. Su carta me hizo pensar, y con esto me lleva a rezar por usted… pero me alegra y da seguridad de que usted rece por mí”.
Como en otras tantas cartas, concluyó diciendo: “Que Jesús la bendiga y la Virgen Santa la cuide”.
“Gaby C.” comenzó hace un año en el Taller de Hostias que propone la Pastoral Carcelaria de la diócesis, a instancias del presbítero Jorge García Cueva, capellán del penal, y el presbítero Juan Ignacio Pandolfini. Según cuentan, “logró dar un sentido a su vida en cautiverio” luego de encontrar una actividad que la mantuviese ocupada y contribuyera a evitar “sus bajones anímicos”.
Actualmente, Gaby se ocupa del proceso completo de elaboración y -según los entendidos- logró hacer hostias de muy buena calidad, luego de recibir la instrucción de las Hermanas Benedictinas de San Isidro. Con la producción del taller se abastece a varias parroquias y colegios de la diócesis, creciendo la demanda para las celebraciones especiales como Semana SantaCorpus Christi y Navidad.
Todavía emocionada por la situación, la mujer respondió: “¡Me reconforta, no sólo por mí, sino también por mis padres,. que son muy creyentes!”. Gaby también valora que sus hostias lleguen a tantas comunidades, y que el trabajo de sus manos se convierta en el Cuerpo de Cristo al llegar al altar con los sacerdotes.
“La emoción de Gaby y del equipo de la Pastoral Carcelaria fue inmensa al recibir la carta escrita por Francisco. ¡Del Vaticano a la cárcel!”, dijeron aún emocionados por la pronta respuesta y la cercanía del Papa. Recordaron que, desde su cautiverio, la mujer sufre situaciones típicas de un lugar de encarcelamiento, como hostigamientos y malos tratos.
Pasada la emoción inicial, desde la Pastoral Carcelaria evaluaron la situación y reflexionaron sobre la tarea que realizan: “hay muchas y muchos Gabys; hoy ella es el símbolo de los encarcelados, es la voz de todos los excluidos que acompañamos y visitamos en cada pabellón, en cada celda".
"No tenemos dudas de que es la voz de Jesús encarcelado en cada uno de ellos, que grita a la sociedad para ser escuchado, acompañado y reconocido. La cárcel nos lleva la misericordia de Dios para hacer oír esa voz de los olvidados y marginales, que desde nuestra sociedad nos negamos a ver y a escuchar”.

El Papa donó 100 mil euros para las diócesis necesitadas de Argentina - Colecta + x -


BUENOS AIRES, 14 Ago. 13 / 02:04 pm (ACI).- El Papa Francisco envió un mensaje a los católicos argentinos con el propósito de animarlos "a prestar sin cesar un precioso servicio de ayuda a las personas necesitadas", mediante la participación en la Colecta Nacional Más por Menos, cuya 44ª edición se llevará a cabo el domingo 8 de septiembre próximo con el lema "Confiamos en tu ayuda".
Sin embargo, no contento con su recomendación y rápido para pasar de las palabras y de los consejos a los gestos concretos, el antiguo Cardenal primado de la Argentina se anotó primero en la lista de los aportantes.
La noticia la dio la Nunciatura Apostólica mediante un comunicado enviado a la agencia AICA en el que informa que "el Santo Padre Francisco ha remitido a la Conferencia Episcopal Argentina la suma de 100.000 euros como donación destinada a la Colecta anual Más por Menos".
Es sabido que el papa Francisco, fuera de su famoso portafolios negro que siempre lleva consigo y cuya foto dio la vuelta al mundo, no tiene otros bienes personales.
El dinero que acaba de enviar a la Argentina proviene de la colecta mundial denominada Jornada para la Caridad del Papa, un fondo formado con los aportes que los católicos del mundo ofrecen al Santo Padre el 29 de junio de cada año, y que el Papa utiliza para acudir en socorro de poblaciones aquejadas por catástrofes, inundaciones, hambrunas y otros males.
El Pontífice argentino sabe que en su país existen grandes sectores de la población que sufren la pobreza, incluso hay sectores que están por debajo de la línea de pobreza. Por eso su interés en movilizar la generosidad de los argentinos, con la palabra y con el ejemplo, para que participen activamente en la Colecta Más por Menos.
Cuándo y cómo colaborar
Aunque esta colecta será el 8 de septiembre, el aporte de Francisco llega antes porque, según explicó a AICA el administrador de la colecta, Luis Porrini, "la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones más Necesitadas recibe donaciones todo el año, antes y después de la colecta del 8 de septiembre".
Asimismo, recordó que "se reciben donativos todo el año mediante depósito o transferencia bancaria (cuenta corriente Nro. 00013892/9, del Banco Santander Río, casa central, CUIT 30-51731290-4; CBU 0720000720000001389290), o a través de tarjetas de crédito".
También en cualquier sucursal de la red Pago Fácil, con la sola presentación del DNI, para "aquella gente que no va a la Iglesia y para los hombres de buena voluntad que quieran ayudar", manifestó. Informes: (011) 4394-2065,colectamaspormenos@infovia.com.ar o en la página webwww.colectamaspormenos.com.ar

El Papa: Le tengo miedo a cristianos quietos, sean inquietos porque el amor de Jesús vale la pena

BUENOS AIRES, 14 Ago. 13 / 11:03 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco envió una carta al Obispo de Concepción, en la provincia argentina de Tucumán, Monseñor José María Rossi, por las bodas de oro que acaba de cumplir esta jurisdicción eclesiástica. En la misiva, se refirió a tres "palabras": caminar, dejarse discipular y anunciar. También les pidió: "Sean inquietos porque el amor que Jesús nos da vale la pena".
Este es el texto completo de la carta:
"En estos días la diócesis de la Santísima Concepción celebrará su 50º aniversario. Quiero, en esta ocasión, estar muy cercano a Ustedes. No puedo olvidar los días pasados allí durante los Ejercicios del Clero. Recuerdo los rostros de los curas y rezo por ellos.
Ahora extiendo más mi mirada y ensancho el corazón hacia cada uno de los fieles y me uno a la celebración y a la alegría de todos ustedes. En estos cincuenta años han hecho camino y un camino de discípulos de Jesús y anunciadores del Evangelio: discípulos y misioneros, para que todos los diocesanos tengan vida en abundancia.
Caminar, dejarse discipular y anunciar. Tres palabras. ‘Caminar’: Ustedes saben que le tengo miedo a los cristianos quietos. Terminan como el agua estancada. ‘Dejarse discipular’: también me dan miedo lo que se creen que ‘se las saben todas’, los suficientes. Sin darse cuenta van cerrando su corazón al Señor; terminan centrados en sí mismos. Son los cristianos a quienes podríamos llamar ‘cristianos yo me miconmigo para mi’.
Cuando uno se encuentra con Jesús vive el estupor maravilloso de ese encuentro y siente la necesidad de buscarlo a Él en la oración, en la lectura de los Evangelios. Siente la necesidad de adorarlo, de conocerlo... y siente la necesidad de anunciarlo.
Y esta es la tercera palabra: ‘anunciar’, es decir ser misioneros, llevar el nombre, la enseñanza, los gestos de Jesús a los hermanos. El cristiano camina, se hace discípulo y anuncia. No está quieto, sale de sí mismo: sale de sí mismo para anunciar la Buena Nueva de Jesús a los hermanos.
Queridos hermanos de la diócesis de Concepción: que el gran festejo de los 50 años sea duradero en la vida de Ustedes. Que, como nuestra Madre, salgan de sí mismos tanto para adorar como para anunciar. Sean inquietos porque el amor que Jesús nos da vale la pena. Les deseo un feliz cincuentenario y, por favor, les pido que recen por mi. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Afectuosamente, Francisco".

Mons. Colombo inicia su ministerio pastoral en la diócesis de La Rioja



(AICA) El administrador apostólico de La Rioja, monseñor Roberto Rodríguez, invitó a participar de la solemne eucaristía en la que monseñor Marcelo Daniel Colombo iniciará su ministerio pastoral en la diócesis riojana. 

La celebración eucarística será el sábado 7 de septiembre, a las 19, en la catedral San Nicolás de Bari. 

El rito de recepción comenzará a las 18.45 en el atrio del templo catedralicio. 

El 9 de julio pasado, el papa Francisco designó obispo de La Rioja a monseñor Colombo, hasta ese momento obispo de Orán, en la provincia de Salta. 

Monseñor Colombo sucederá en el cargo a monseñor Rodríguez, quien presentó su renuncia por edad tras estar 7 años al frente de la sede episcopal riojana. 

Datos biográficos de monseñor Colombo 
Nació en Buenos Aires el 27 de marzo de 1961. Concluidos sus estudios primarios y secundarios en el colegio San Francisco de Sales en Buenos Aires, cursó los estudios de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se recibió de abogado en 1989. 

Estudió Filosofía en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires”, y Teología en el Centro de Estudios Filosóficos y Teológicos de Quilmes (CEFITEQ). 

Recibió la ordenación sacerdotal en la catedral de la Inmaculada Concepción de Quilmes, el 16 de diciembre de 1988, de manos de monseñor Jorge Novak SVD, obispo de Quilmes. Prosiguió sus estudios y en 1994 logró el doctorado en Derecho Canónico en la Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum) de Roma. 

Apenas ordenado en 1988 integró el equipo de Formadores del Seminario Diocesano. En 1990 fue nombrado rector del preseminario. En 1991 integró el Consejo Presbiteral y desde 1995 el de Pastoral. En 1995 asumió el cargo de vicerrector del seminario diocesano y un año después fue nombrado rector. 

Fue director de Encuentros Matrimoniales (1997), miembro del Consejo para las Órdenes (2000), asesor legal y técnico de la Curia (2001), provicario para la Educación (2002), delegado episcopal para la Universidad Católica de La Plata, miembro del Colegio de Consultores (2004), asistente del Secretariado para la Familia (2005), vicario episcopal para la Evangelización (2007), y párroco de la catedral de la Inmaculada Concepción de Quilmes (2009). 

El 8 de mayo de 2009 el papa Benedicto XVI lo eligió obispo de Orán y fue ordenado obispo en la catedral de Quilmes, el 8 de agosto de 2009, por monseñor Luis Teodorico Stöckler, obispo de Quilmes (co-consagrantes monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta y monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, obispo de Lomas de Zamora). Tomó posesión e inició su ministerio pastoral como sexto obispo de Orán el 22 de agosto de 2009. 

En la Conferencia Episcopal es miembro de la comisión de Pastoral Aborigen y del Consejo de Asuntos Jurídicos y Delegado Suplente de la Región Pastoral Noroeste (NOA). Su lema episcopal es: “Conságralos en la verdad”.+ 

San Maximiliano Kolbe


Devoto de la Inmaculada Concepción, pensaba que la Iglesia debía ser militante en su colaboración con la Gracia divina para el avance de la fe católica. Movido por esta devoción y convicción, funda en 1917 un movimiento llamado "La Milicia de la Inmaculada" cuyos miembros se consagrarían a la bienaventurada Virgen María y tendrían el objetivo de luchar mediante todos los medios moralmente válidos, por la construcción del Reino de Dios en todo el mundo. Creo muchos muchos oratorios donde se veneraba a la Santísima Virgen María

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial fue deportado dos veces a Alemania por los nazis. En 1941 fue confinado en el campo de concentración de Auschwitz, tristemente célebre por sus horrores. En el campo de Auschwitz se ofreció voluntariamente para cumplir el suplicio impuesto a un padre de familia, que había sido condenado a morir de hambre. Cuando un oficial nazi le preguntó por qué lo hacía, Kolbe contestó: "porque soy un sacerdote católico". Kolbe murió de inanición en su celda, convertida hoy en lugar de peregrinación, y su ejemplar sacrificio se divulgó por todo el mundo. 
Fue beatificado por Pablo VI  y canonizado por Juan Pablo II.