lunes, 8 de agosto de 2016

Santo Domingo de Guzmán y los demonios que expulsó con el Rosario de la Virgen



REDACCIÓN CENTRAL, 08 Ago. 16 / 09:32 am (ACI).- Cuenta San Luis María Grignion de Montfort, en su libro “El Secreto Admirable del Santísimo Rosario”, que en una ocasión estaba Santo Domingo de Guzmán predicando el Rosario y le llevaron un hereje albigense poseso por demonios, a quien exorcizó en presencia de una gran muchedumbre.

El santo les hizo a los malignos varias preguntas y ellos, por obligación, le dijeron que eran 15.000 los que estaban en el cuerpo de ese hombre porque este había atacado los quince misterios del Rosario (Los misterios luminosos, con los que aumentan a 20, fueron introducidos recién en 2002 por San Juan Pablo II).

Durante el exorcismo, los demonios le dijeron al santo que con el Rosario que predicaba, llevaba el terror y el espanto a todo el infierno, y que él era el hombre que más odiaban en el mundo a causa de las almas que les quitaba con esta devoción.

Santo Domingo arrojó su Rosario al cuello del poseso y les preguntó a cuál de los santos del cielo temían más y cuál debía ser más amado y honrado por los hombres. Los enemigos, ante estas interrogantes, dieron gritos tan espantosos que muchos de los que estaban allí presentes cayeron en tierra por el susto.

Los malignos, para no responder, lloraban, se lamentaban y pedían por boca del poseso a Santo Domingo que tuviera piedad de ellos. El santo, sin inmutarse, les contestó que no cesaría de atormentarlos hasta que respondieran lo que les había preguntado. Entonces ellos dijeron que lo dirían, pero en secreto, al oído y no delante de todo el mundo. El santo, en cambio, les ordenó que hablaran alto, pero los diablos no quisieron decir palabra alguna.


Entonces el P. Domingo, puesto de rodillas, hizo la siguiente oración: “Oh excelentísima Virgen María, por la virtud de tu salterio y Rosario, ordena a estos enemigos del género humano que contesten mi pregunta”.

De pronto, una llama ardiente salió de las orejas, la nariz y la boca del poseso. Los demonios seguidamente le rogaron a Santo Domingo que, por la pasión de Jesucristo y por los méritos de su Santa Madre y los de todos los santos, les permitiera salir de ese cuerpo sin decir nada porque los ángeles en cualquier momento que él quisiera se lo revelarían.

Más adelante, el santo volvió a arrodillarse y elevó otra plegaria: “Oh dignísima Madre de la Sabiduría, acerca de cuya salutación, de qué forma debe rezarse, ya queda instruido este pueblo, te ruego para la salud de los fieles aquí presentes que obligues a estos tus enemigos a que abiertamente confiesen aquí la verdad completa y sincera”.

Apenas terminó de pronunciar estas palabras, el santo vio cerca de él una multitud de ángeles y a la Virgen María que golpeaba al demonio con una varilla de oro, mientras le decía: “Contesta a la pregunta de mi servidor Domingo”. Aquí hay que tener en cuenta que el pueblo no veía, ni oía a la Virgen, sino solamente a Santo Domingo.

Los demonios comenzaron a gritar: “¡Oh enemiga nuestra! ¡Oh ruina y confusión nuestra! ¿Por qué viniste del cielo a atormentarnos en forma tan cruel? ¿Será preciso que por ti, ¡oh abogada de los pecadores, a quienes sacas del infierno; oh camino seguro del cielo!, seamos obligados –a pesar nuestro– a confesar delante de todos lo que es causa de nuestra confusión y ruina? ¡Ay de nosotros! ¡Maldición a nuestros príncipes de las tinieblas!”.

“¡Oíd, pues, cristianos! Esta Madre de Cristo es omnipotente y puede impedir que sus siervos caigan en el infierno. Ella, como un sol, disipa las tinieblas de nuestras astutas maquinaciones. Descubre nuestras intrigas, rompe nuestras redes y reduce a la inutilidad todas nuestras tentaciones. Nos vemos obligados a confesar que ninguno que persevere en su servicio se condena con nosotros”.

“Un solo suspiro que ella presente a la Santísima Trinidad vale más que todas las oraciones, votos y deseos de todos los santos. La tememos más que a todos los bienaventurados juntos y nada podemos contra sus fieles servidores”.

De igual manera los malignos confesaron que muchos cristianos que la invocan al morir y que deberían condenarse, según las leyes ordinarias, se salvan gracias a su intercesión. “¡Ah! Si esta Marieta –así la llamaban en su furia– no se hubiera opuesto a nuestros designios y esfuerzos, ¡hace tiempo habríamos derribado y destruido a la Iglesia y precipitado en el error y la infidelidad a todas sus jerarquías!”.

Luego añadieron que “nadie que persevere en el rezo del Rosario se condenará. Porque ella obtiene para sus fieles devotos la verdadera contrición de los pecados, para que los confiesen y alcancen el perdón e indulgencia de ellos”.

Es así que Santo Domingo hizo rezar el Rosario a todo el pueblo muy lenta y devotamente, y en cada Avemaría que rezaban, salían del cuerpo del poseso una gran multitud de demonios en forma de carbones encendidos.

Cuando todos los enemigos salieron y el hereje quedó libre, la Virgen María, de manera invisible, dio su bendición a todo el pueblo, que experimentó gran alegría. “Este milagro fue causa de la conversión de gran número de herejes, que incluso se inscribieron en la Cofradía del Santo Rosario”, concluyó San Luis María Grignion de Montfort.

¿Por qué rezar el Santo Rosario? ¿Cuál es ese enorme poder que encierra? - Después de la Santa Misa, el Rosario es quizás la devoción más practicada por los fieles







Cuentan los antiguos que cuando Santo Domingo de Guzmán empezaba a desanimarse al ver que en los sitios donde predicaba la gente no se convertía y la herejía no se alejaba, le pidió a Nuestra Señora le iluminara algún remedio para conseguir la salvación de aquellas personas y que Ella le dijo en una visión: "Estos terrenos no producirán frutos de conversión sino reciben abundante lluvia de oración". 

Desde entonces el santo se dedicó a hacer rezar a las gentes el Padre Nuestro y el Ave María y a recomendarles que pensaran en los misterios de la Vida, Pasión y Muerte de Jesús. Muy pronto las conversiones fueron muy numerosas y las gentes de aquellas regiones volvieron a la verdadera religión. 

Hoy por hoy, después de la Santa Misa, el Rosario es quizás la devoción más practicada por los fieles. Los adversarios de la religión católica (protestantes, etc.) han dicho y siguen diciendo horrores contra el Santo Rosario pero los católicos han experimentado y siguen experimentando día por día los extraordinarios favores divinos que consiguen con esta santa devoción

¡Cuántas personas han logrado verse libres de pecados y de malas costumbres el dedicarse a rezar con devoción el santo Rosario! ¡Cuántos hay que desde que están rezando el Rosario a la Virgen María han notado como su vida ha mejorado notoriamente en virtudes y en buenas obras!.

Son muchísimos los que por haber rezado con toda fe su Rosario lograron obtener una buena y santa muerte y ahora gozan para siempre en el cielo.

Ojalá leyéramos algún libro que hable de las maravillas que se consiguen con el rezo del Santo Rosario. Basta saber que el Rosario ha sido recomendado por muchos Sumos Pontífices y aprobado por la Iglesia Católica en todo el mundo, y que a los que lo rezan se les conceden numerosas indulgencias.

Se llama indulgencia la rebaja de castigos que tendríamos que sufrir en la otra vida por nuestros pecados. La Iglesia Católica con el poder que Jesús le dio cuando dijo: "Todo lo que desates en la tierra queda desatado en el cielo", puede conceder a los fieles que por ciertas devociones se les rebaje parte de los castigos que tendrían que sufrir en el purgatorio. 

"Se confiere una indulgencia plenaria si el rosario se reza en una iglesia o un oratorio público o en familia, en una comunidad religiosa o asociación pía; se otorga una indulgencia parcial en otras circunstancias" 

Condiciones para la Indulgencia plenaria: 

1. Que se recen las cinco decenas del Rosario sin interrupción
2. Las oraciones sean recitadas y los misterios meditados
3. Si el Rosario es público, los Misterios deben ser anunciados

Además debe cumplirse: 

1. Confesión Sacramental
2. Comunión Eucarística
3. Oraciones por las intenciones del Papa

Si no se cumplen las condiciones para la indulgencia plenaria, puede aún ganarse indulgencia parcial.

La indulgencia puede ser aplicada a los difuntos. La indulgencia plenaria solo puede ganarse una vez al día (excepto en peligro de muerte). 

"Lo maravilloso del Santo Rosario no es la repetición de las avemarías o de la mesa bien dispuesta que sostiene la imagen de la Virgen, sino la experiencia de la unidad que se conforma en todo el mundo entero para alabar y bendecir a Dios por los motivos inmensos de su amor para con la humanidad. Es una rica costumbre de la piedad popular donde la Santísima Virgen se hace universal y de mucha importancia para los creyentes. Es la magnífica oportunidad que tenemos todos de experimentar en la fe ese amor a Dios en María Santísima, a la cual le había confiado esa misión salvífica. Es el santo rosario el lugar para reconocer a María Virgen como la Madre del Señor Jesús y en el plano de la gracia, Madre de todos nosotros. Es a la vez el reconocimiento de que Dios a través de Ella interviene a favor nuestro. 

Es una oración connatural a la gente sencilla que reconoce la elegancia de Dios para hacer nacer a Jesús, el Salvador del vientre inmaculado de la Virgen María. Por eso en cada decena de las avemarías se medita el sufrimiento, la lucha y el triunfo en ese caminar de Jesús por el camino de la vida, donde la Virgen estuvo presente y actuante para ayudarle a cumplir su misión salvadora. Mi madre solía decir, que el rosario era tan sagrado porque en el estaba todo Jesús y toda María. Por eso, hoy en día, se hace necesario, que el santo rosario ocupe ese espacio tan vivo en los hogares".

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Padre Marcelo Rivas Sánchez | Publicado originalmente en: Diosbendice.org





Plegaria a Santo Domingo de Guzmán






Oh admirable esperanza la que diste a los que te lloraban a la hora de tu muerte, prometiéndolos que desde el cielo ampararías a tus hermanos.

Cumple, Padre, lo que dijiste, socorriéndonos con tus plegarias.
Y, pues, tan esclarecido fuiste en obrar milagros, curando enfermedades corporales, cura nuestras almas enfermas y alcánzanos el amor de Jesucristo.

Cumple, Padre, lo que dijiste, socorriéndonos con tus plegarias.
V. Ruega por nosotros, bienaventurado Padre Domingo.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oración. Oh Dios, que te dignaste iluminar a la Santa Iglesia con los méritos y doctrina de Nuestro Bienaventurado Padre Domingo, haz que por su intercesión nunca le falten los auxilios temporales, y reciba siempre espirituales incrementos. Por Cristo Señor nuestro. Amén.

Hoy es Fiesta de Santo Domingo de Guzmán, a quien la Virgen le entregó el Rosario



REDACCIÓN CENTRAL, 08 Ago. 16 / 12:01 am (ACI).- Santo Domingo de Guzmán nació en Caleruega (España) alrededor del año 1170 en una familia noble. Su madre fue la Beata Juana de Aza. En Palencia recibió una buena educación en diversas materias y se entregó de lleno al estudio de teología.

En aquel entonces se vivía en continuas guerras contra los moros (musulmanes) e incluso entre los mismos príncipes cristianos. Lo que llevó a una terrible hambruna en aquella región. Domingo se compadeció de los necesitados y los ayudaba entregándoles sus pertenencias.

Cierto día llegó ante Domingo una mujer llorando que le dijo que su hermano había caído prisionero de los moros y el joven al no tener nada que darle se ofreció como esclavo para rescatarlo. Este acto impresionó a toda la ciudad y se produjeron tales movimientos de caridad que hicieron innecesario que Domingo se entregara.


Con 24 años de edad fue llamado por el Obispo de Osma para ser canónigo de la Catedral y a los 25 fue ordenado sacerdote. Más adelante el Prelado tuvo que viajar a Dinamarca por encargo del rey Alfonso VIII y se llevó consigo a Domingo. En el viaje, el Santo quedó preocupado al constatar las herejías en que vivían los diversos pueblos.

En 1207, Santo Domingo, junto a algunos compañeros como el Obispo de Osma, se entregó a la vida apostólica, renunciando a toda comodidad y viviendo de limosnas. Al comprender más de la necesidad de una buena formación cristiana de los fieles, fundó la Orden de Predicadores (dominicos) dispuesta a llevar la luz del Evangelio por todas partes.

El Santo fundó centros de apostolado al sur de Francia y encontró grandes dificultades en toda la misión que había emprendido.

Según la tradición, respaldada por numerosos documentos pontificios, cierta noche Santo Domingo, mientras se encontraba en oración, tuvo una revelación en la que la Virgen fue en su auxilio y le entregó el Rosario como un arma poderosa para ganar almas.

La Virgen a su vez le enseñó a recitarlo y le pidió que lo predicara por todo el mundo para que se obtengan abundantes gracias. El Santo salió de la capilla lleno de entusiasmo con el rosario en la mano y, efectivamente, lo impulsó por todas partes, obteniendo muchas conversiones.

Dentro de sus prácticas de penitencia habituales estaban las temporadas de 40 días de ayuno a pan y agua, el dormir sobre tablas duras, caminar descalzo por caminos irisados de piedras  y senderos cubiertos de nieve, soportar insultos sin responder palabra alguna, predicar a pesar de estar enfermo y nunca mostrar desánimo. Era el hombre de la alegría y buen humor.

Santo Domingo, gran amigo de San Francisco de Asís, partió a la Casa del Padre en Boloña el 6 de agosto de 1221. Fue canonizado en 1234 por el Papa Gregorio IX, quien dijo que “de la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo”. Su fiesta se celebra cada 8 de agosto.

domingo, 7 de agosto de 2016

Lo que no sabías de San Cayetano, el patrono del pan y del trabajo tan querido por el Papa


REDACCIÓN CENTRAL, 07 Ago. 16 / 09:14 am (ACI).- Hoy celebramos a San Cayetano de Thiene, el sacerdote italiano fundador de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos, conocido como patrono del pan y del trabajo, muy querido por el Papa Francisco y millones de argentinos.

Aquí algunos aspectos de su vida que no debes dejar de conocer:

1.- Se inspiró en los apóstoles para fundar su orden

En 1524, San Cayetano fundó la Orden de Clérigos Regulares o Teatinos, junto a Juan Pedro Carafa (que después sería el Papa Pablo IV), Bonifacio de Colle y Pablo Consiglieri. Se propuso renovar al clero en su vida apostólica, espiritual y en la prédica de la doctrina, tomando como modelo la vida de los Apóstoles.

2.- Se preparó 3 meses para celebrar su primera Misa

El amor y respeto que tenía por la Santa Misa fue tan grande, que para celebrarla por primera vez, desde su ordenación pasó tres meses preparándose lo mejor posible. Cuando el día llegó, quedó sobrecogido por el don tan maravilloso del que no se consideraba digno.


3.- Promovió la comunión frecuente

Su amor por el Cristo Eucaristía era muy profundo, estableció la bendición con el Santísimo Sacramento y promovió la comunión frecuente. En uno de sus escritos señaló: "No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza".

4.- Impulsó una reforma en la Iglesia comenzando por los mismos católicos

La crisis en la Iglesia que se vivió en la época de Lutero, motivó a San Cayetano a impulsar una verdadera reforma de vida y costumbres dentro de la Iglesia, pero sin dividirla. Cuando muchos querían atacar y criticar a la Iglesia Católica, San Cayetano les decía: "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".

5.- Tuvo una gran confianza en la providencia divina

Los miembros de su orden solían repartir todos sus bienes entre los más pobres, al punto de muchas veces quedarse sin que comer. Un día San Cayetano se acercó hasta el altar y dio unos pequeños golpes a la puerta del Sagrario donde estaban las Hostias consagradas, y con mucha confianza le dijo al Señor: “Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer”. Luego de un momento unas mulas llegaron con alimentos, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.

6.- Eligió morir en un madero como Cristo

Muy enfermo y desgastado de tanto dedicar su vida al trabajo por la santificación de las almas, los médicos aconsejaron que en su cama de tablas, donde dormía San Cayetano, sea colocado un colchón de lana, a lo que el santo se negó diciendo: “Mi salvador murió en la cruz; dejadme pues morir también sobre un madero”.

Y es así, que siendo superior de su orden, el 7 de agosto de 1547 San Cayetano fue llamado a la Casa del Padre. Sus reliquias se encuentran en la iglesia de Santo Paolo, en Nápoles.

7.- Fue canonizado con Santa Rosa de Lima, San Luis Beltrán y San Francisco de Borja

El 12 de abril de 1671 San Cayetano fue canonizado junto a Santa Rosa de Lima, la primera santa de América; San Luis Beltrán, evangelizador en Colombia; y San Francisco de Borja. Fue así que San Cayetano comenzó a hacerse muy popular en América Latina.

8.- Su fiesta se celebra con solidaridad

San Cayetano es muy querido en Argentina, y desde 1970 miles de devotos acuden desde la noche anterior a su fiesta al Santuario de Liniers, en Buenos Aires, aquí muchos cambian las tradicionales velas y flores, por alimentos y ropa que son llevados a las regiones más necesitadas del país.

El Papa Francisco le tiene un cariño muy especial y como Arzobispo de Buenos Aires, presidió durante varios años la Misa central de su fiesta en Liniers.

Hoy la Iglesia celebra a San Cayetano, Patrono del pan y del trabajo



REDACCIÓN CENTRAL, 07 Ago. 16 / 12:01 am (ACI).- “En el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital le encontramos personalmente", solía decir San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, cuya fiesta se celebra cada 7 de agosto.

San Cayetano nació en Vicenza (Italia) en 1480. Estudió en la Universidad de Padua, distinguiéndose en la teología y doctorándose en derecho civil y canónico.

Su inquietud vocacional lo llevó a Roma, donde al poco tiempo fue nombrado secretario del Papa Julio II. A la muerte del Pontífice quiso prepararse para el sacerdocio y es ordenado en 1516, a los 36 años.

Fundó en Roma la “Cofradía del Amor Divino”, asociación de clérigos que promovía la gloria de Dios. Luego ingresó en el Oratorio de San Jerónimo que seguía la misma línea de la obra que había fundado, pero que incluía además a laicos pobres.


Sus amigos se molestaron por esta decisión ya que consideraban que no debía estar allí alguien de alcurnia como él, pero el Santo siguió adelante, atendiendo incluso a pacientes con enfermedades que muchos despreciaban.

Estando en Venecia implantó la bendición con el Santísimo Sacramento y animó a la comunión frecuente. Una vez escribió: "no estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al banquete celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza".

Por aquel entonces la cristiandad pasaba por un periodo de crisis. San Cayetano, contemporáneo de Lutero, incentivaba una verdadera reforma de vida y costumbres en la Iglesia, pero sin dividirla.

En Roma, junto a algunos compañeros, funda la Orden de Clérigos Regulares Teatinos que buscaba la renovación del clero, la predicación de la doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los sacramentos.

San Cayetano tuvo que sufrir incomprensiones y rechazos por la misión renovadora que había emprendido. Más adelante, con el Beato Juan Marinoni, el Santo fundó los “Montes de Piedad” para liberar de la miseria a pobres y marginados.

Al final de su vida, abrió hospicios para ancianos y hospitales. Cuando cae muy enfermo, los médicos le sugirieron que ponga un colchón sobre su cama de tablas, pero el Santo respondió: “Mi salvador murió en la cruz; dejadme pues morir también sobre un madero". Partió a la Casa del Padre en Nápoles el 7 de agosto de 1547 a los 77 años.

El Papa Francisco, incluso desde que era Cardenal, le tiene un cariño especial y en Argentina el santo es muy querido. Son numerosos los peregrinos que van a venerarlo en el templo en honor de San Cayetano del barrio porteño de Liniers (Buenos Aires).

Allí los fieles y devotos, cada año, le piden pan y trabajo y le agradecen lo que se les ha dado por su intercesión ante Dios.

HIMNO A “SAN CAYETANO”



Oremos, cantemos, demos gracias a Dios por nuestro intercesor, el santo del pan y del trabajo!!!
Pidamos especialmente por todos los hermanos que no tienen trabajo que les permita llevar el pan material a sus hogares!!!
San Cayetano danos el pan material y llévanos siempre a saciarnos con el Pan Celestial, Jesús Eucaristía!!!
Que imitando tu generoso corazón, descubramos a Cristo en los hermanos y compartamos con ellos lo que gratis nos fue dado!!!

HIMNO A “SAN CAYETANO”

Padre Glorioso San Cayetano, 
traigo en mis manos mi corazón, 
con la esperanza y la confianza
abro mi alma con mi oración.

San Cayetano danos la paz,
danos trabajo, danos el pan, 
siempre vivamos en alegría,
en la justicia y en el amor.

ESTRIBILLO
Cuando en mi alma sienta tristeza,
cuando en mi alma sienta dolor,
dame paciencia, dame tu fuerza,
ayúdame mi protector. Bis

Muéstrame siempre San Cayetano,
al Niño Dios, mi Salvador,
que en su mirada vea el amor
y en sus bracitos paz y unión.

Siempre tú fuiste San Cayetano,
desde el cielo, mi protector,
no me olvides en esta vida,
dame siempre tu bendición.


7 de Agosto: SAN CAYETANO - OREMOS JUNTOS!!!




Dios de todo consuelo,
Padre misericordioso,
que vez en lo secreto
y conoces nuestras necesidades,
que alimentas a los pájaros del cielo
y vistes a los lirios del campo,
te pedimos, oh Señor nuestro,
por intercesión de San Cayetano,
que nos ayudes a vivir 
siempre en tu amor y en el de 
nuestros hermanos,
y así nos otorgues la gracia
de que no nos falte el pan 
y el trabajo de cada día.
(Pedir la gracia que desea conseguir)
Rezar Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Jaculatoria:
Glorioso San Cayetano, 
interceded por nosotros 
ante la Divina Providencia.
Te lo pedimos por Nuestro Señor
Jesucristo tu Hijo, que vive y reina
contigo, en unidad con el Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos
de los siglos. Amén.
En san Cayetano, Patrono del pan y del trabajo, Bendecido día, queridos hermanos en Cristo Jesús!!!!
Oremos especialmente hoy, por todos los hermanos que buscan un trabajo que dignifique sus vidas!!!!

ORACIÓN A SAN CAYETANO



Glorioso San Cayetano, Tú pasaste por la vida viendo a Cristo en los hermanos, especialmente en los más necesitados, y experimentaste la asistencia providencial de Dios.

Concédenos, que no olvidemos que todo lo que hacemos a un hermano, se lo estamos haciendo también a Dios.

Que tratemos de imitar como Tú hiciste de la vida una vida al servicio y dedicación al prójimo, que pongamos siempre nuestra confianza en Dios.

Ayúdanos a construir una sociedad en la que todos participemos con nuestro trabajo, y podamos reencontrar los valores que nos fueron arrebatados: la solidaridad, el respeto, el bien común, la honestidad y la alegría. Amén.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Misa por los enfermos del cuerpo y del alma, en honor a "San Martín de Porres"






Queridos hermanos: Como cada 3 de mes, el Santo de la escoba, de la humildad, del servicio, el santo patrono de todos nosotros los enfermos del cuerpo y del alma nos convoca.

San Martín de Porres, nos llama a su Casa, la Casa de nuestro Buen Dios, para que, por su intercesión, el Médico del cuerpo y del alma obre milagros de sanación!!!

Pidamos juntos en la Santa Eucaristía, la intercesión de San Martín de Porres!!!!

San Martín de Porres, humilde seguidor del Evangelio de Jesús, elevamos ante ti nuestros corazones llenos de confianza y devoción. Tu que te entregaste sin límites a los pobres y desamparados, te ofrecemos hoy nuestras necesidades y peticiones. Derrama sobre nosotros y nuestras familias el amor sanador de Dios. Concédenos sencillez de corazón y compasión por los que más sufren, especialmente por los que sufren la injusticia y la discriminación racial. Que sepamos descubrir en estos nuestros hermanos más pequeños, el rostro sufriente de Jesús. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.

Servidores de "San Martín de Porres"

Vicaría San Martín de Porres: Av.Angelelli esquina Azcuénaga, Barrio Parque Sud, La Rioja - Capital, Argentina - Línea de Colectivo Nº 2

Las intenciones para la Santa Misa se reciben por secretaría.