viernes, 30 de noviembre de 2012

SAN ANDRÉS - APÓSTOL

Nació en Betsaida (región de Galile) y tuvo el honor y el privilegio de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús, junto con San Juan el evangelista. Los dos eran discípulos de Juan Bautista, y este al ver pasar a Jesús (cuando volvía el desierto después de su ayuno y sus tentaciones) exclamó: "He ahí el cordero de Dios". Andrés se emocionó al oír semejante elogio y se fue detrás de Jesús, Jesús se volvió y les dijo: "¿Qué buscan?". Ellos le dijeron: "Señor: ¿dónde vives?". Jesús les respondió: "Venga y verán". Y se fueron y pasaron con Él aquella tarde. Esa llamada cambió su vida para siempre. San Andrés se fue luego donde su hermano Simón y le dijo: "Hemos encontrado al Salvador del mundo" y lo llevó a donde Jesús quien encontró en el gran San Pedro a un entrañable amigo y al fundador de su Iglesia.

 El día del milagro de la multiplicación de los panes, fue San Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los cinco panes. El santo presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escuchó, uno por uno, sus maravillosos sermones, viviendo junto a él por tres años. En el día de Pentecostés, San Andrés recibió junto con la Virgen María y los demás Apóstoles, al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, y en adelante se dedicó a predicar el evangelio con gran valentía y obrando milagros y prodigios.

La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.

 

SEGUNDO DÍA DE NOVENA A LA "INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA"


Hermanos en este segundo día de oraciones, nuestra Santísima Madre nos reúne como pueblo creyente de Dios que  acude a Ti en auxilio de nuestras necesidades.

  
Oración inicial


         ¡Virgen Santísima, que agradaste al Señor y fuiste su Madre; inmaculada en el cuerpo, en el alma, en la fe y en el amor! Por piedad, vuelve benigna los ojos a los fieles que imploran tu poderoso patrocinio. La maligna serpiente, contra quien fue lanzada la primera maldición, sigue combatiendo con furor y tentando a los hijos de Eva. ¡Ea, bendita Madre, nuestra Reina y Abogada, que desde el primer instante de tu concepción quebrantaste la cabeza del enemigo! Acoge las súplicas de los que, unidos a ti en un solo corazón, te pedimos las presentes ante el trono del Altísimo para que no caigamos nunca en las emboscadas que se nos preparan; para que todos lleguemos al puerto de salvación, y, entre tantos peligros, la Iglesia y la sociedad canten de nuevo el himno del rescate, de la victoria y de la paz. Amén.

 
Cita bíblica:


“No hay nada imposible para Dios” (Lc. 1, 37)

 

María fue obediente a la voluntad de Dios durante toda su vida, segura de que para Él nada es imposible.

Ella, aceptando el designio del Señor, se entregó a sí misma por entero a la persona de Jesús y a su obra de salvación.

Roguemos a Dios que, por intercesión de nuestra Madre, aumente nuestra Fe para poder abandonarnos a su Amor y Misericordia.

 

  A cada intención respondemos: “Madre, Ruega por nosotros”

 
- Te pedimos por la Iglesia católica, los obispos y sacerdotes, para que sean fieles a los mandatos que dejó Jesucristo. Oremos.

- Por todos los fieles que conforman la Iglesia católica, para que den ejemplo de vida y santidad, a imagen y semejanza de Jesucristo nuestro Señor. Oremos.

- Santa Madre, queremos pedirte por todos los que han perdido la esperanza y arrastran una vida sin fe ni ilusiones. Oremos.

 

       ***  Ave María   ***


Oración Final


Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en vuestras manos para que sea consagrado a Jesús.
A Vos, oh Virgen santísima, lo entrego, en presencia de los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; Vos, en mi nombre, consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo. Amén.
 
Ave María Purísima… Sin pecado concebida.
Ave María Purísima… Sin pecado concebida.
Ave María Purísima…. Sin pecado concebida
 

 

Alumbrantes de la Novena: Apostolado de la Oración “Sagrado Corazón de Jesús”

  

jueves, 29 de noviembre de 2012

PRIMERA COMUNIÓN EN LA COMUNIDAD "DIVINO NIÑO JESÚS"






 
 
 
  
 
 
 
Fotos: Gentileza de Silvina Cabrera
 
 
 

PRIMERA COMUNIÓN EN LA COMUNIDAD "DIVINA MISERICORDIA"

 
 
 
 
 
Fotos: Gentileza de Oscar Pedernera

PRIMERA COMUNIÓN EN LA COMUNIDAD "SAN EXPEDITO"


 
 
 
 
 
 




 
 
 
 
Fotos: Gentileza de Darío Fuentes

PRIMER DÍA DE NOVENA A LA "INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA"

Hermanos: comenzamos hoy la novena a nuestra Santísima Virgen María, nuestra Madre del cielo, la Inmaculada, la Bendita  entre todas las mujeres. Dispongamos nuestras mentes y corazones a su entrega sin límites ni condiciones. Aprendamos de ella la obediencia, la templanza, la misericordia, la dulzura y el amor a las cosas de Dios. Pidámosle que aumente y sostenga nuestra fe en  estos tiempos de tribulaciones y tentaciones.
 
Oración inicial

 
         ¡Virgen Santísima, que agradaste al Señor y fuiste su Madre; inmaculada en el cuerpo, en el alma, en la fe y en el amor! Por piedad, vuelve benigna los ojos a los fieles que imploran tu poderoso patrocinio. La maligna serpiente, contra quien fue lanzada la primera maldición, sigue combatiendo con furor y tentando a los hijos de Eva. ¡Ea, bendita Madre, nuestra Reina y Abogada, que desde el primer instante de tu concepción quebrantaste la cabeza del enemigo! Acoge las súplicas de los que, unidos a ti en un solo corazón, te pedimos las presentes ante el trono del Altísimo para que no caigamos nunca en las emboscadas que se nos preparan; para que todos lleguemos al puerto de salvación, y, entre tantos peligros, la Iglesia y la sociedad canten de nuevo el himno del rescate, de la victoria y de la paz. Amén.

 

Cita bíblica:

 

“¡Alégrate!, llena de gracias, el Señor está contigo” (Lc. 1, 28.)

 

María estaba llena de la Gracia de Dios para poder decir sí, libremente, a la misión que le había sido encomendada.

María es Inmaculada desde su concepción. Dios la eligió y la preservó del pecado original y de toda mancha a lo largo de su vida.

Pidamos a Nuestra Madre que nos enseñe a vivir en la Gracia de Dios para que sea Él quien ilumine nuestros pensamientos, palabras y acciones.

 

      A cada intención respondemos: “¡Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros!”
 
- Salvador del mundo, que con la eficacia de tu redención preservaste a tu Madre de toda mancha de pecado, líbranos a nosotros de toda culpa. Oremos.

 
- Redentor nuestro que hiciste de la Virgen María tabernáculo purísimo de tu presencia y sagrario del espíritu Santo, haz también de nosotros templos de tu espíritu. Oremos.

 
- Verbo eterno del Padre, que enseñaste a María el temple del Espíritu, ayúdanos a imitarla y a buscar el alimento de la vida eterna . Oremos.

 
- Rey de reyes, que elevaste contigo al cielo en cuerpo y alma a tu Madre, haz que aspiremos siempre a los bienes del cielo. Oremos.

 

        ***   Ave María  ***

 

Oración Final


Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en vuestras manos para que sea consagrado a Jesús.

 A Vos, oh Virgen Santísima, lo entrego, en presencia de los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; Vos, en mi nombre, consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo. Amén.

 
           Ave María Purísima… Sin pecado concebida.
Ave María Purísima… Sin pecado concebida.
Ave María Purísima…. Sin pecado concebida
 
 
Alumbrantes de la Novena: Grupo de Oración "Jesús de la Divina Misericordia"
 

martes, 27 de noviembre de 2012

VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA



El 27 de noviembre de 1830, a las 5 y media de la tarde, estando en oración, Santa Catalina Labouré ve en el sitio donde está actualmente la Virgen del globo, como dos cuadros vivientes que pasan en fundido encadenado.

En el primero, la Virgen está de pie sobre medio globo terráqueo y lleva en sus manos un pequeño globo dorado. Sus pies aplastan una serpiente.

En el segundo, salen de sus manos abiertas unos rayos de un brillo bellísimo. Al mismo tiempo Catalina oye una voz que dice:

«Estos rayos son el símbolo de las gracias que María consigue para los hombres». Después se forma un óvalo en torno a la aparición y Catalina ve como se inscribe en semicírculo una invocación, hasta entonces desconocida, escrita en letras de oro:

«Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti».

Después, la medalla se vuelve y Catalina ve el reverso: arriba, una cruz sobre la letra inicial de María, abajo, dos corazones, uno coronado de espinas, otro atravesado por una espada. Entonces oye Catalina estas palabras: «Haz, haz acuñar una medalla según este modelo. Las personas que la lleven con confianza recibirán grandes gracias».


La Medalla


 

En esta capilla escogida por Dios, la Virgen María en persona ha venido a revelar su identidad por medio de un objeto pequeño, una medalla, destinada a todos sin distinción!
La identidad de María era tema de controversias entre teólogos desde los primeros tiempos de la Iglesia. En 431, el Concilio de Efeso había proclamado el primer dogma mariano: María es madre de Dios. Desde 1830, la invocación «Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti» que se levanta hacia el cielo, mil y mil veces repetida por miles de almas cristianas en todo el mundo a petición de la Madre de Dios, va a producir su efecto.

El 8 de diciembre de 1854, Pío IX proclama el dogma de la Inmaculada Concepción: por una gracia especial que ya le venía de la muerte de su Hijo, María fue concebida sin pecado.

Cuatro años más tarde, en 1858, las apariciones de Lourdes van a confirmar a Bernadette Soubirous el privilegio de la madre de Dios.

Corazón Inmaculado, María fue la primera rescatada por los méritos de Jesucristo. Es luz para nuestra tierra. Todos estamos destinados, como ella, a la felicidad eterna.


La medalla milagrosa

Unos meses después de las apariciones, sor Catalina es destinada al hospicio de Enghien, en el distrito 12 de París, para cuidar a los ancianos. Se pone al trabajo. Pero la voz interior insiste: hay que hacer que se acuñe la medalla. De eso Catalina vuelve a hablar a su confesor, el Padre Aladel.


En febrero de 1832, hay en París una terrible epidemia de cólera, que va a hacer más de 20.000 muertos. Las Hijas de la Caridad empiezan a distribuir, en junio, las 2.000 primeras medallas acuñadas a petición del padre Aladel.

Son numerosas las curaciones, lo mismo que las protecciones y conversiones. Es un maremoto. El pueblo de París califica la medalla de «milagrosa».

En el otoño de 1834 ya hay más de 500.000 medallas, y en 1835 más de un millón en todo el mundo. En 1839, se ha propagado la medalla hasta alcanzar más de diez millones de ejemplares.

A la muerte de sor Catalina, en 1876, se cuentan más de mil millones de medallas.


La medalla luminosa

Las palabras y los símbolos grabados en el anverso de la medalla expresan un mensaje con tres aspectos estrechamente ligados entre sí.


«Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti».

La identidad de María se nos revela aquí explícitamente: la Virgen María es inmaculada desde su concepción. De este privilegio que ya le viene de los méritos de la Pasión de su Hijo Jesucristo, emana su inmenso poder de intercesión que ejerce para quienes le dirigen sus plegarias.

Por eso la Virgen María invita a todos las personas a acudir a ella en cualquier trance.

Sus pies en medio de un globo aplastan la cabeza de una serpiente.

Este globo representa a la tierra, el mundo. Entre judíos y cristianos, la serpiente personifica a Satanás y las fuerzas del mal.

La Virgen María toma parte en el combate espiritual, el combate contra el mal, cuyo campo de batalla es nuestro mundo. Nos invita a entrar nosotros también en la lógica de Dios que no es la lógica del mundo. La gracia auténtica de conversión es lo que ha de pedir el cristiano a María para transmitirla al mundo.

Sus manos están abiertas y sus dedos adornados con anillos que llevan piedras preciosas de las que salen rayos que caen esparciéndose por toda la tierra.

El resplandor de estos rayos, lo mismo que la hermosura y la luminosidad de la aparición descritas por Catalina, requieren, justifican y alientan nuestra confianza en la fidelidad de María (los anillos) para con su Creador y para con sus hijos; en la eficacia de su intervención (los rayos de gracia que caen en la tierra) y en la victoria final (la luz), ya que ella misma, primera discípula, es la primera salvada.


La medalla dolorosa


La medalla lleva en su reverso una inicial y unos símbolos que nos introducen en el secreto de María.


La letra «M» está coronada con una cruz.

La letra «M» es la inicial de María, la cruz es la Cruz de Cristo. Los dos signos enlazados muestran la relación indisoluble que existe entre Cristo y su Madre Santísima. María está asociada, a la misión de Salvación de la humanidad por su Hijo Jesús,y participa con su compasión en el mismo sacrificio redentor de Cristo.

Abajo, dos corazones, uno rodeado de una corona de espinas, el otro traspasado por una espada.

* El corazón coronado de espinas es el Corazón de Jesús. Recuerda el cruel episodio de la Pasión de Cristo, relatado en los evangelios, antes de que se le diese muerte. Significa su Pasión de amor por los hombres.

* El corazón traspasado con una espada es el Corazón de María, su Madre. Recuerda la profecía de Simeón relatada en los evangelios, el día de la Presentación de Jesús en el templo de Jerusalén por María y José. Significa el amor de Cristo que mora en María y su amor por nosotros: Para nuestra Salvación, acepta el sacrificio de su propio Hijo.

* Los dos Corazones juntos expresan que la vida de María es vida de intimidad con Jesús.


Doce estrellas grabadas alrededor

Corresponden a los doce apóstoles y representan a la Iglesia. Ser de la Iglesia, es amar a Cristo y participar en su pasión por la Salvación del mundo. Todo bautizado está invitado a asociarse a la misión de Cristo uniendo su corazón a los Corazones de Jesús y de María.


La medalla es un llamamiento a la conciencia de cada uno, para que escoja, como Cristo y María, la vía del amor hasta la entrega total de sí mismo.
 

lunes, 26 de noviembre de 2012

HORA SANTA EN HONOR A "JESÚS DE LA DIVINA MISERICORDIA"


Como todos los días 26 de cada mes, el padre Claudio Minué, celebra la Santa Misa, en honor a Jésús de la Divina Misericordia"."
 
19:00 hs. Hora Santa
 
20:00 hs. Santa Misa
 

 
Jesús: En Vos Confío!



Coronilla a la Divina Misericordia


http://vicariasanmartindeporres.blogspot.com.ar/search/label/Coronilla%20a%20la%20Divina%20Misericordia


Para conocer más, sobre la Devoción a la Divina Misericordia, te recomendamos que en nuestroo blog, hagas clic en la sección: Grupo de Oración "Jesús de la Divina Misericordia"
 

domingo, 25 de noviembre de 2012

LITURGIA PARA LA SOLEMNIDAD DE CRISTO REY DEL UNIVERSO

Primera Lectura: Dn 7, 13-14
 
Lectura de la profecía de Daniel.
 
 
Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; Él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido.
Palabra de Dios.

 
Comentario
 
 
El dominio de Dios no justifica la opresión ni el sometimiento de otros. Dios no quita la libertad ni la identidad de cada pueblo o cada persona. El dominio de Dios ?y debemos aprenderlo cada día? se da en el servicio y la aceptación del otro como hermano.

Salmo: Sal 92, 1-2. 5
 
 
R. ¡Reina el Señor, revestido de majestad!
 
 
¡Reina el Señor, revestido de majestad! El Señor se ha revestido de majestad, se ha ceñido de poder. R.
El mundo está firmemente establecido: ¡no se moverá jamás! Tu trono está firme desde siempre, Tú existes desde la eternidad. R.
Tus testimonios, Señor, son dignos de fe, la santidad embellece tu Casa a lo largo de los tiempos. R.
 
Segunda Lectura: Apoc 1, 5-8
 
 
Lectura del libro del Apocalipsis.
 
 
Jesucristo es el "Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes de la tierra". Él nos ama y nos liberó de nuestros pecados, por medio de su sangre, e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén. Él viene sobre las nubes y todos lo verán, aun aquéllos que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén. Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.
Palabra de Dios.
 
Comentario
 
 
Jesús es rey, pero su poder real está paradójicamente en que dio su vida, murió por nosotros. Y lo ha hecho por amor. No es un rey que nos aplaste, sino al revés: nos da, nos salva, nos perdona y nos ama.
 
Evangelio: Jn 18, 33b-37
 
 
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
 
 
Pilato llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres tú el rey de los judíos?". Jesús le respondió: "¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?". Pilato replicó: "¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?". Jesús respondió: "Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí". Pilato le dijo: "¿Entonces tú eres rey?". Jesús respondió: "Tú lo dices: Yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz".
Palabra del Señor.
 
Comentario
 
 
Justamente, las categorías de Jesús no son las nuestras. Lo que se revela como fracaso "como lo fue la muerte de Cristo", en verdad, puede esconder un triunfo. Solo es cuestión de saber esperar.
 

CRISTO REY DEL UNIVERSO!



 
Jesús: Rey del Universo!
 
 
Jesús: Rey de nuestra vida!


El papa Pio XI, el 11 de diciembre de 1925, quien instituyó esta solemnidad que cierra el tiempo ordinario. Su propósito es recordar la soberanía universal de Jesucristo. Es una verdad que siempre la Iglesia ha profesado y por la que todo fiel está dispuesto a morir.
Cristo es rey del universo porque es Dios. El Padre lo puso todo en sus manos y debemos obedecerle en todo. En nuestra relación con Dios, la obediencia y el amor son inseparables.
Diferente a los hombres, Dios ejerce siempre su autoridad para el bien. Quien confía en Dios, quien conoce su amor no dejará de obedecerle en todo, aunque no comprenda las razones de Dios.
 
“Las coronas que le acompañan, una de soberano y otra de espinas, indican que su realeza no es como muchos la entendieron y la entienden. Su reinado no consiste en el poder de sus ejércitos para someter a los demás por la fuerza o la violencia. Se funda en un poder más grande que gana los corazones: el amor de Dios que él ha traído al mundo con su sacrificio y la verdad de la que ha dado testimonio… Éste es su señorío, que nadie le podrá quitar ni nadie debe olvidar… A él, a Cristo, le pedimos que reine en nuestros corazones haciéndolos puros, dóciles, esperanzados y valientes en la propia humildad… un corazón puro, donde él pueda habitar como príncipe de la paz, gracias al poder de Dios, que es el poder del bien, el poder del amor”.
-        Benedicto XVI -

 


Jesucristo: Rey del Universo, Rey de nuestra Familia, Rey de nuestro Corazón!
 
 
Te invitamos a visitar esta publicación realizada en nuestro blog, en el año 2011, haciendo clic, en el siguiente enlace!
 
 
 

sábado, 24 de noviembre de 2012

SANTOS ANDRES DUNG LAC Y 116 COMPAÑEROS MÁRTIRES


Fueron ciento diecisiete mártires de los siglos XVIII y XIX, proclamados santos por Juan Pablo II. 

No sólo son significativos el número insuperado en la historia de las canonizaciones, sino también la calificación de los santos (ocho obispos, cincuenta sacerdotes, cincuenta y nueve laicos), la nacionalidad (noventa y seis vietnamitas; once españoles; diez franceses, el estado religioso (once dominicos; diez de la Sociedad de las Misiones Extranjeras de París; otros del clero local, más un seminarista, el estado laical (muchos padres de familia, una madre, dieciséis catequistas, seis militares, cuatro médicos, un sastre; además de campesinos, pescadores y jefes de comunidades cristianas).

Seis de ellos fueron martirizados en el siglo XV, los demás, entre 1835 y 1862; es decir, en el tiempo del dominio de los tres señores que gobernaban Tonkín, Annam y Cochinchina, hoy integradas en la nación de Vietnam.

En gran parte (setenta y cinco) fueron decapitados; los restantes murieron estrangulados, quemados vivos, descuartizados, o fallecieron en prisión a causa de las torturas, negándose a pisotear la cruz de Cristo o a admitir la falsedad de su fe.

De estos ciento diecisiete mártires, la fórmula de canonización ha puesto de relieve seis nombres particulares, en representación de las distintas categorías eclesiales y de los diferentes orígenes nacionales. El primero, del que encontramos una carta en el oficio de lectura, es Andrés Dung-Lac. Nació en el norte de Vietnam en 1795; fue catequista y después sacerdote. Otros dos provienen del centro y del sur del Vietnam. El primero, Tomás Tran-VanThien, nacido en 1820 y arrestado mientras iniciaba su formación sacerdotal, fue asesinado a los dieciocho años en 1838; el otro es Manuel Le-Van-Phung, catequista y padre de familia, muerto en 1859. Entre los misioneros extranjeros son mencionados dos españoles y un francés. El dominico español Jerónimo Hermosilla, llegado a Vietnam en 1829, vicario apostólico del Tonkín oriental; el otro dominico, el obispo vasco Valentín de Berriochoa, que llegó a Tonkín en 1858, a los treinta y cuatro años, fue muerto en 1861.  El francés Jean-Théophane Vénard, de la Sociedad de las Misiones Extranjeras de París, llegó a Tonkín en 1854 y fue asesinado a los treinta y dos años: sus cartas inspiraron a santa Teresa de Lisieux a rezar por las misiones, de las que fue proclamada patrona junto con san Francisco Javier.

 

jueves, 22 de noviembre de 2012

SANTA CECILIA: PATRONA DE LA MÚSICA

Según una antigua tradición, la santa pertenecía a una de las principales familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad. Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano, pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir por el Papa Urbano y fue bautizado. Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda.

 El alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos. Pero Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Llevados ante el alcalde, éste les pidió que declararan que adoraban a Júpiter. Ellos, defendieron su fe y murieron mártires. En seguida la policía arrestó a Cecilia y le exigió que renunciara a la religión de Cristo. Ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de la verdadera religión. Entonces fue llevada junto a un horno caliente para tratar de sofocarle con los terribles gases que salían de allí, pero en vez de asfixiarse ella cantaba gozosa (quizás por eso la han nombrado patrona de los músicos). Visto que con este martirio no podían acabar con ella, el cruel Almaquio mandó que le cortaran la cabeza. En 1599 permitieron al escultor Maderna ver el cuerpo incorrupto de la santa y él fabricó una estatua en mármol de ella, la que se conserva en la iglesia de Santa Cecilia en Roma.