martes, 20 de diciembre de 2011

6to. DÍA DE LA NOVENA AL NIÑO DIOS




Día 6: Los pastores y las ovejas


Hoy vamos a rezar el sexto día de Novena al Niño Dios.

Nos preparamos para que todos juntos recemos la oración para todos los días.


Oración a Ntra. Sra. Del Pesebre
(Mons. Pironio)


“Señora del Pesebre de Belén,
aquí estamos junto a ti, es la espera
de la noche del silencio y de la Luz.
Silencio que nos permite escuchar a Dios,
Luz que ilumina nuestras vidas
y nos devuelve la alegría de vivir.

Señora del Amor y de la Paz,
que esta Navidad sea el comienzo
de una nueva claridad.
Que el Amor sustituya la violencia,
y que la justicia engendre la verdadera paz.

Ayúdanos a gritarle a los que odian
Que Dios es Padre y nos ama:
Y a los que tienen miedo y están desanimados,
que Dios está con nosotros y nos acompaña.

Que en esta Navidad nazca de nuevo Jesús,
para nuestra familia y para todos.
Para nuestro barrio y nuestro pueblo,
para nuestra patria y para el mundo entero
Jesús nació el 25 de Diciembre, hace 2011 años.
Así podremos anunciar también nosotros:
“Nos ha nacido el Salvador,
Que es Cristo, el Señor”. Amén



Canto



Vamos a incorporar en el pesebre a los pastores y las ovejas.


Los pastores representan a los pobres del pueblo de Israel, a aquellos que tenían su corazón puesto en el Señor. El rey David había sido un pastor, y Yahvé le llamó para ser rey de Israel.
Los pastores cuidaban sus ovejitas y vivían de ese trabajo.
Los pastores del tiempo de Jesús son los primeros llamados a descubrir al Rey de la Gloria. El Reino de Dios se manifiesta en primer lugar y se construye desde los humildes.

Escuchemos el relato del evangelio y pensemos si nos identificamos con estos pastores.


Lectura Bíblica (Lc 2,15-20):


Meditación:


El pobre cree y actúa según su fe, puesto que para él la esperanza está en el Señor. Muchas veces nos llenamos de tantas cosas que dejamos de ser pobres y comenzamos a ser ricos en ideas, cosas, poderes… El pobre no da muchas vueltas y se pone rápidamente en camino, a ver según lo que le ha dicho el ángel, y no se queda con su fe, sino que la comparte con los demás.

Hay dos partes importantes de nuestra fe: oír y ver. Necesitamos escuchar el evangelio, creerlo y luego ir corriendo a ver, a vivirlo, a tener la experiencia de abandonarnos en los brazos del Padre. Así, tendremos razones para alabar y glorificar a Dios, de lo contrario, nuestras alabanzas serán vacías.


¿Creo con un corazón pobre o estoy lleno de tantas cosas que no me permiten creer en la buena noticia de Jesucristo?



Incorporamos a los pastores y las ovejas en el pesebre.



Actividades: los niños pueden construir estos personajes con material reciclable.



Canto