Deseo, dijo el Señor a Sor Faustina- que durante esos nueve días lleves a las almas
a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia
que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la
hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas
y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las
introduciré en la casa de mi Padre (…) Cada día pedirás a mi Padre las gracias
para estas almas por mi amarga pasión.
La novena a la Divina
Misericordia comienza el
Viernes Santo
La
novena consiste en rezar la
Coronilla de la
Divina Misericordia, la que presentamos es la novena
particular que Jesús le dio a Sor Faustina que también se puede rezar.
Celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia
El
Señor Jesús desea que ese día la imagen de la
Misericordia sea
bendecida solemnemente y venerada en público, es decir, litúrgicamente; que los
sacerdotes hablen a las almas
de esta inmensa e insondable misericordia de Dios.
Los
fieles, para recibir estos grandes dones con los cuales el Señor Jesús desea
colmar a cada hombre y a toda la humanidad, tienen que estar en el estado de la
gracia santificante (después de confesarse), cumplir las condiciones de la
devoción a la
Divina Misericordia, es decir, confiar en Dios y amar
activamente al prójimo, y beber de la
Fuente de Vida,
es decir, recibir la
Santa Comunión.
De
acuerdo con el deseo del Señor Jesús, la fiesta ha de celebrarse el primer
domingo después de Pascua, lo que indica una estrecha relación que hay entre el
misterio de redención y esta fiesta. La liturgia de ese día alaba con la máxima
plenitud a Dios en el misterio de su misericordia.
Segundo Día
Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y
sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron
fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de
canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.
Jesús
misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros
para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos
que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.
Padre
eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los
sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición.
Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el
poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a
una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de
los siglos. Amén.
Coronilla
a la Divina Misericordia
Invocamos al Espíritu Santo: “ven Espíritu Santo, ven por
medio de la poderosa intercesión del inmaculado corazón de María, tu amadísima
esposa”.
Eterno Padre, te ofrezco el cuerpo y la sangre, el alma y la
divinidad de tu amadísimo hijo, nuestro señor Jesucristo, como propiciación de
nuestros pecados y los del mundo entero. (Una vez en cada cuenta que
corresponde al Padrenuestro).
Santa Faustina, ¡ruega por nosotros! (Una
vez)
Según
el diario de Santa María Faustina Kowalska
"Alienta
a las personas a decir la Coronilla que te he dado... Quien la recite recibirá
gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendarán a los
pecadores como su último refugio de salvación. Aun si el pecador mas
empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la
gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a
aquellos que confían en Mi Misericordia."
"Escribe que cuando
digan esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y
el, no como Justo Juez sino como Misericordioso Salvador."
Promesas a los que propaguen esta Devoción
"A las almas que propaguen la devoción a mi
Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa protege
a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino
Salvador misericordioso. Las almas que adoren mi Misericordia y propaguen la
devoción a ella invitando a otras almas a confiar en mi Misericordia, no
experimentarán terror en la hora de la muerte. Mi Misericordia les dará amparo
en este último combate".