Nos ponemos en presencia del Señor: En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Acto de Contrición:
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo
corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo
que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y
tan grande como vos; antes querría haber muerto que haberte ofendido, y
propongo firmemente no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado.
Amén.
Oración Inicial
Oh Divino Niño Jesús, confiando en tu infinita
misericordia y bondad, queremos hacer esta novena para que acrecientes nuestra
fe y confianza en Ti. También queremos presentarte con sencillez nuestras
necesidades espirituales y materiales para que, si es tu voluntad, nos concedas
las gracias que pedimos. Amén.
Meditamos: “SUMISIÓN DE JESÚS A LA VOLUNTAD
DEL PADRE CELESTIAL”
Dios nos
dice en su Palabra: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y
llevar a cabo su obra.” (Jn. 4, 34)
La voluntad de Dios se
cumple cuando confiamos en que está con nosotros en todos los momentos de
nuestra vida, incluso en el sufrimiento, aunque tengamos la impresión de que se
mantiene a lo lejos. Sentimos la voluntad de Dios en el amor a nuestros
semejantes, en la perseverancia por construir la paz, cumpliendo con nuestros
deberes cotidianos con esperanza, sin desanimarnos. (CIC 18.4)
¿Realizo mis quehaceres diarios, con esperanza y alegría, aceptando, la
voluntad de Dios?
A cada intención respondemos: “Que se haga tu voluntad”
- En nuestras vidas, para que podamos vivir como tú nos pides. Oremos
- En nuestra comunidad, para que trabajemos por la unidad y así reine el amor y la paz. Oremos
- En nuestras familias, para que eduquemos a nuestros hijos conforme a tus mandamientos. Oremos
- En la vida de nuestros niños y jóvenes, para que vivan libres de la esclavitud de las drogas, el alcohol, la violencia tanto física, como espiritual. Oremos
Jesús niño, que
aceptaste con muchísima humildad la voluntad de nuestro Padre Dios, te pedimos
que fortalezcas nuestra fe y confianza para cumplir también nosotros, la
voluntad de Dios en nuestras vidas. Amen
Rezamos
el Rosario: Hoy meditamos los Misterios Dolorosos
Oración final
Ayúdanos a llevar una auténtica vida cristiana, acrecienta nuestra fe y
confianza para que gocemos de una eternidad feliz. Por los méritos de tu
encarnación y de tu infancia, nos consagramos a ti con mucha esperanza. Amén.