miércoles, 10 de octubre de 2012

SÉPTIMO DÍA DE NOVENA AL DIVINO NIÑO JESÚS


 
Nos ponemos en presencia del Señor: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Acto de Contrición:

Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como vos; antes querría haber muerto que haberte ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén.
 

Oración Inicial

Oh Divino Niño Jesús, confiando en tu infinita misericordia y bondad, queremos hacer esta novena para que acrecientes nuestra fe y confianza en Ti. También queremos presentarte con sencillez nuestras necesidades espirituales y materiales para que, si es tu voluntad, nos concedas las gracias que pedimos. Amén.

 
Meditamos: “HUMILDAD DEL NIÑO JESÚS”

Dios nos dice en su Palabra: “Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt. 11, 29)
 

El Niño Jesús fue humilde de corazón. Humilde en su nacimiento, humilde en su infancia, humilde en toda su vida.  Nunca permitió que su corazón se llenara de orgullo y rencor.

El Hijo de Dios  se hizo el más pobre entre los pobres.  ¿Cómo es mi actuar diario? ¿Me muestro humilde, sincero o lleno de orgullo y prepotencia con mis hermanos?
 

A cada intención respondemos: “Que seamos humildes, Señor”

·       En nuestra comunidad, para que compartamos la fe con el hermano con alegría, esperanza y caridad. Oremos

·       En nuestras familias, para que sepamos educar a nuestros hijos con la  humildad que tuvo Jesús. Oremos

·       Con nuestros hermanos, para que demos testimonio de unión amorosa contigo. Oremos

·       En nuestras vidas, para que vivamos desprendidos de la ambición de poseer muchos bienes, olvidándonos de nuestros hermanos pobres y necesitados. Oremos

 
Jesús niño,  que quisiste vivir en humildad, te pedimos que nos fortalezcas en esta virtud, para que vivamos nuestra vida desprendidos de todo lo que el mundo materialista nos ofrece, y así acercarnos al hermano sin egoísmos. Amen

 

Rezamos el Rosario: Hoy meditamos los Misterios Gloriosos



Oración final

Acuérdate, Oh dulcísimo Niño Jesús, que dijiste estas palabras tan consoladoras para nuestra humanidad sufrida: “Todo lo que quieras pedir, pídelos por los méritos de mi infancia y nada te será negado”, es que confiamos en tu infinito amor para con nosotros.

Ayúdanos a llevar una auténtica vida cristiana, acrecienta nuestra fe y confianza para que gocemos de una eternidad feliz. Por los méritos de tu encarnación y de tu infancia, nos consagramos a ti con mucha esperanza. Amén.