Hermanos en este segundo día de
Triduo en honor al Divino Niño Jesús, le entreguemos todas nuestras necesidades
y peticiones.
Haz Señor, que sepamos
reconocer la Divinidad
de Tú hijo en la humildad de su Encarnación, siguiéndolo con sencillez de
corazón elijamos como niños tu Reino.
Hoy contemplamos:
… Y el Niño les dijo: ¿No sabían que yo debo ocuparme de las
cosas de mi Padre? (Lc 2, 49)
Ninguna criatura ha
deseado jamás con más ardor alguna cosa, como deseó el Niño Jesús glorificar a
su Padre Dios. Jesús vivió y se esforzó desde su más tierna edad, en hacerlo
conocer, adorar, servir y amar; esta gloria era el único objeto de sus anhelos.
Por ello a la edad de doce años se quedó en el templo de Jerusalén dialogando
con los maestros de la ley, sin que lo supieran sus padres.
Oración
¡Oh mi querido Niño Jesús!
Enciende en mi alma ese fuego divino, destruye de mi corazón el amor propio y
de todo lo que no sea de Dios o a Dios no se refiera, que sólo conserve afectos para lo que pueda
serle agradable y procurarle gloria y
amor.
Amén
*** Breve
silencio ***
A cada intención respondemos: “DIVINO NIÑO JESUS, SÁLVALOS”
* Por los
niños abandonados.
* Por los
niños que viven en las calles.
* Por los
niños que sufren las guerras.
* Por los
niños que mueren en situaciones violentas.
* Por los
niños que fueron abortados.
* Por los
niños que padecen enfermedades o mal formaciones.
* Por los
niños que no conocen el amor.
* Por los
niños maltratados.
Divino Niño Jesús,
sálvalos y muéstrales tu Misericordia. Así sea.
Ave María…
Oración final
Niño Jesús: Tú eres el
rey de la paz, ayúdame a aceptar sin
amargura las cosas que no puedo cambiar.
Tú eres la fortaleza del
cristiano, dame valor para transformar aquello que en mi debo mejorar.
Tú eres la sabiduría
eterna, enséñame en cada instante como
debo obrar para agradar más a Dios. Te lo suplico por los méritos de tu
infancia, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Divino Niño Jesús: En Vos Confío!