VATICANO, 17 Abr. 16 / 05:11 am (ACI).- El Papa Francisco presidió en el domingo del Buen Pastor el Regina Coeli e invitó a los fieles a no dejarse engañar por el demonio, pues “nuestra vida ha sido salvada de la perdición”.
“Nuestra vida está plenamente segura en manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa: un único amor, una única misericordia, revelados una vez para siempre en el sacrificio de la cruz”, explicó el Papa.
El Papa resumió la parábola de la oveja perdida con la explicación de que “ninguno puede llamarse seguidor de Jesús si no escucha su voz”.
“Este ‘escuchar’ no se entiende de modo superficial” sino que “hace posible una verdadera conciencia recíproca, de la que puede venir una secuela generosa expresada en las palabras ‘y ellas me siguen’”.
Francisco advirtió que se trata “de una escucha no solo de la oreja, sino del corazón” y subraya la relación que Jesús quiere tener con cada persona. “Él es nuestra guía, nuestro maestro, nuestro amigo, nuestro modelo, pero sobre todo nuestro Salvador”.
“Para salvar a las ovejas perdidas que somos todos nosotros, el Pastor se hizo cordero y se dejó inmolar para tomar sobre sí y eliminar el pecado del mundo”, manifestó.
Es un misterio que se renueva “en la mesa de la eucaristía”. “Es allí donde las ovejas se reúnen para nutrirse; es allí che se convierten en una sola cosa, entre ellos y con el Buen Pastor”,
“Nada ni nadie podrá, separarnos de las manos de Jesús, porque nada y ninguno puede vencer su amor. El maligno, el gran enemigo de Dios y de sus criaturas, tienta de muchas maneras de alejarnos de la vida eterna, pero el Maligno no puede nada si nosotros no le abrimos las puertas de nuestra alma, siguiendo sus adulaciones engañosas”.