lunes, 4 de abril de 2016

5 buenas razones para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia



1. Jesús lo pide

Jesús se le apareció a santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca (1905-1938), y le pidió dar a conocer la misericordia divina, a través de tres medios:

a). La imagen con la inscripción: ‘Jesús, en Ti confío’.

Dijo Jesús: “Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá.” (Diario de Sta Faustina # 48).

b). La fiesta de la Divina Misericordia, el Segundo Domingo de la Misericordia (este año el 3 de abril).

Dijo Jesús: “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores… El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas.” (Ídem, #699).

c). Una oración que Él le dictó, llamada: ‘Coronilla de la Divina Misericordia’.

2. Se obtienen gracias extraordinarias

Jesús dijo: “Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta Coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta Coronilla.” (Ídem #848).

Dijo: “Hasta el pecador más empedernido, si reza esta Coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita…deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia.” (Ídem #687).

Prometió: “Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta Coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón.” (Ídem #811)

3. El Papa Francisco lo recomienda

En el 2° Domingo de Cuaresma, el Papa mandó repartir a los fieles en la plaza de san Pedro, cajitas de ‘Misericordina’, ‘medicina para el mundo de hoy’, que contenían la imagen del Señor de la Divina Misericordia, la explicación de la Coronilla y un Rosario para rezarla.

En su Carta Apostólica ‘El Rostro de la Misericordia’, el Papa llama a santa Faustina, ‘grande apóstol de la misericordia’ y pide su intercesión.

En este Jubileo de la Misericordia, estamos invitados a rezar diario la Coronilla, de preferencia a las 3pm, hora de la misericordia en que Jesús dio Su vida por nosotros.

4. Es sumamente fácil rezarla

Jesús se la enseñó así a santa Faustina: Se reza “con un Rosario común, del modo siguiente: Primero rezarás una vez el Padre nuestro, el Ave María y el Credo. Después, en las cuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras: ‘Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero’. En las cuentas del Ave María, dirás las siguientes palabras: ‘Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero’. Para terminar, dirás tres veces estas palabras: ‘Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero’…” (ïdem #476).

5. Sólo toma cinco minutos

En un retiro con un grupo de seminaristas, los invité a rezar conmigo la Coronilla a las 3pm, y para animarlos les dije: ‘sólo toma cinco minutos’. Al terminar, uno comentó: ‘chequé con mi reloj, y efectivamente son cinco minutos’. ¡Qué tiempo tan breve, para gracias tan grandes! ¿Te animas a aprovecharlo?

Fuente: http://es.aleteia.org/2016/04/04/5-buenas-razones-para-rezar-la-coronilla-de-la-divina-misericordia/


Cómo se reza la Coronilla? 

Se reza con un rosario común.

Invocamos al Espíritu Santo: “ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del inmaculado corazón de María, tu amadísima esposa”.


Rezamos un Padrenuestro, Ave María y Credo.


Al comienzo de cada decena, en la cuentas del Santo Rosario, que corresponden a los misterios, decimos :


Eterno Padre, te ofrezco el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad de tu amadísimo hijo, nuestro señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero. (Una vez en cada cuenta que corresponde al Padrenuestro).


En cada cuenta de la decena rezamos:


Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. (10 veces).


Al terminar:


Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. (3 veces).


Acto de consagración a Jesús Misericordioso

¡Oh Jesús Misericordioso!. Tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro eternamente a ti, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor, que brotaron de tu corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de Misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos y enfermos. Mas tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en Ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad. AMEN.


¡Jesús, en Vos confió!. (Se repite 3 veces)

Santa Faustina, ¡ruega por nosotros! (Una vez)