La entrevista al predicador de retiros canadiense Ghislain Roy revela no sólo inéditas y extraordinarias experiencias que ha vivido durante la Adoración Eucarística, sino el por qué es urgente reavivar esta oportunidad de encuentro directo con Dios.
Durante las dos primeras semanas de este mes de abril, decenas de sacerdotes y también cientos de jóvenes y familias tuvieron la oportunidad de vivir en Chile una particular experiencia de Dios, animados y acompañados por el padre Ghislain Roy y teniendo por centro la Adoración eucarística y la Eucaristía. Como en visitas anteriores de este sacerdote, hasta nuestra redacción fueron llegando informaciones que hablan de experiencias de renovación en la fe, sanaciones de diversa índole y otros sorprendentes eventos vividos por quienes participaron de aquellos encuentros centrados en el misterio eucarístico.
Fuimos entonces a reunimos con Padre Ghislain, pocas horas antes de su partida, para conversar sobre lo que aún es lejano o poco frecuente para muchos católicos… descubrir el misterio que contiene la Adoración eucarística y el participar de la Eucaristía con fe.
El 2 de junio de 2013 Papa Francisco convocó a una Adoración Eucarística a todo el orbe católico. Hecho histórico. Por primera vez los católicos del mundo en adoración simultánea[1].
¿Es la Adoración Eucarística tan relevante para la vida de fe?
El Papa nos enseña que la Adoración Eucarística es la vida de la Iglesia. Cuando la Iglesia se pone alrededor de Jesús para adorarlo en la Eucaristía, esto da comunión y fuerza. Si queremos más comunión y unidad en la iglesia tenemos que empezar poniéndonos a los pies de Cristo a través de la Adoración. Él quien nos dijo «que todos sean uno»… primero tenemos que estar unidos a Él, para poder hacer realidad esa unidad de todos. Esto sólo lo permite la Adoración eucarística.
¿Es la Adoración Eucarística una fuente de sanación?
Sí. En la parroquia donde yo estoy (Beauceville, Canadá) tengo una capilla de Adoración Eucarística Perpetua, con más de doscientas personas que se turnan día y noche, todas las semanas. Ellas testimonian liberaciones, sanaciones, solución de problemas entre las parejas, sanación del corazón, sanación entre jóvenes que vivían dificultades importantes. También algunos que recibieron liberación de ideas suicidas. Una señora que tenía cáncer vino a preguntarme qué le sugería y le contesté: «Vete a Jesús que está en el Santísimo Sacramento, para recibir sanación». Si nosotros no proponemos esto, la gente se irá a la Nueva Era, a prácticas de reiki, de yoga, buscando la sanación… cuando en la Iglesia tenemos todo lo que necesitan. Somos nosotros quienes se los tenemos que proponer y también convertirnos en adoradores. Si yo no soy un adorador me será muy difícil hablar de ello y convencer a los demás.
¿Cuál es el vínculo entre la realidad de la cruz que se exalta en Semana Santa y la Adoración Eucarística?
Cada vez que adoramos al Santísimo, en esta presencia real de Jesús, ahí se eleva particularmente la cruz, vamos al Padre a través de la cruz, por Jesús que se da en el Santísimo Sacramento. La Madre Teresa de Calcuta ha dicho algo que encuentro interesante… ‘Cuando vosotros contempláis a Jesús crucificado os dais cuenta de cuánto Él os amó y cuando contempláis a Jesús en el Santísimo Sacramento os dais cuenta de cuánto Él os ama ahora’. Así que ambos se completan. Es el misterio de la cruz y de su presencia real.
Históricamente ¿Cuándo inicia la Adoración Eucarística?
Sabemos que los primeros cristianos guardaban la presencia Real de Cristo (reserva eucarística) para los enfermos. Entonces en ese intertanto entre la misa y llevarlo, la gente empezó a Adorar esa presencia Real, antes de llevarla a los enfermos. Esto nos muestra además el vínculo entre Adoración y Eucaristía. ¿Cómo vas vivir la Eucaristía sin haberle antes adorado? Porque la adoración nos lleva a Jesús en la Eucaristía. En mi parroquia por ejemplo había gente que no iba a misa y empezaron a Adorar. Eso fue lo que les llevó a la Eucaristía.
Entre los creyentes hay muchos como el apóstol Tomás que precisan ver para creer.
¿Efectivamente adorar a Dios presente en el Santísimo Sacramento puede sanar enfermedades de las personas? ¿Qué pruebas puede dar?
¿Efectivamente adorar a Dios presente en el Santísimo Sacramento puede sanar enfermedades de las personas? ¿Qué pruebas puede dar?
Siempre es un acto de fe el presentarse ante Jesús, ya en la Adoración, ya en la Eucaristía. Ponernos en su presencia abriendo el corazón, no la cabeza que razona la presencia, sino el corazón. Porque si entramos con la cabeza, con la razón, salimos con todas las dudas. Si entramos con el corazón tenemos la experiencia de la paz y del amor que viene del Santísimo. Esta adoración me ayuda no sólo a mí de una manera personal, sino que abre dones para la evangelización. En una parroquia que se adora todas las obras pastorales estarán sostenidas por esa adoración, habrá más participación de las personas y las celebraciones eucarísticas tendrán una unción particular. Ahí donde Cristo es adorado baja el nivel de criminalidad; y esto va en el sentido de lo que decía San Pedro Julián Eymard… que el culto del Santísimo Sacramento es la urgente necesidad de nuestro tiempo para salvar a las personas. El mal de este tiempo es que ya no vamos a Jesús. Le diría a cualquiera que no tenga fe… «Vete y preséntate a Jesús, adóralo, entrégale todas tus dudas y deja que él intervenga».
Perdone que le insista… ¿Cuál es la sanación física que por realizar Adoración eucarística a usted más le ha impactado porque ha sido testigo?
Bien, una sanación de cáncer de estómago, a una chica de Valencia. Tengo el convencimiento que cuando hacemos este ministerio delante de Jesús presente en el Santísimo Sacramento expuesto, Él hace esas sanaciones físicas… de los ojos, oídos, pulmón, cáncer. También recuerdo que habiendo abierto una capilla de adoración en otra parroquia, a los pocos días se cerró un lugar cercano a ella donde se vendía droga y alcohol… ¡Porque ahí donde está Cristo expuesto, Él expulsa las tinieblas! Existe un registro de casos, que ahora mismo no he traído conmigo en este viaje… pero está disponible.
¿Podría contarnos su experiencia respecto a que la sola presencia del Santísimo Sacramento expuesto para la adoración, expulsa los demonios?
Hay que volver a leer en particular la primera carta de San Juan cuando habla ‘el Verbo se hizo carne… es la Luz que vino al mundo… y el mundo de las tinieblas es expulsado…’. Así es que al leer San Juan se demuestra que la sola presencia del Verbo que se hace carne, que vino al mundo en mitad de las tinieblas, es la Luz que vino para expulsar las tinieblas. Y porque yo creo que Jesús está ahí presente en la hostia consagrada, es verdaderamente su cuerpo, yo creo que es el mismo Cristo que expulsa las tinieblas, porque es la Luz que vino al mundo.
Ahí donde se expone al Santísimo la gente siente paz, pero también ve su luz. Hace algunos días en el Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes (Santiago, Chile) hicimos una consagración mariana ante la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento expuesto, lo hizo el padre Abad. Yo tenía los ojos cerrados cuando tres sacerdotes y un laico vieron una luz que se formaba en Jesús sacramentado cuando se estaba haciendo esta consagración mariana y fue un momento con mucho poder. El padre Abad se lo contó al padre Mauro Matthei.
Parece obvio, pero si efectivamente Dios está sensiblemente disponible, esperando, en el Santísimo Sacramento expuesto, al alcance de la mano por así decirlo, visible, ¿Por qué los católicos y sacerdotes no largan las campanas al vuelo proclamando… ¡Vengan Dios está aquí!?
¡Exactamente! Ocurre que no lo hacen porque muchos no han experimentado el amor de Dios, experiencia que en especial se vive con Jesús en el Santísimo Sacramento. El año pasado durante un retiro de sacerdotes yo llevaba conmigo al Santísimo a través de la capilla y le pedí a uno de los sacerdotes que simplemente tocase la custodia. Él sintió una ola de amor que le invadió y trató de resistirla, pero no fue capaz, lloró durante treinta minutos. Cuando luego dio testimonio dijo… que nosotros los sacerdotes estamos demasiado atrapados por la cabeza y que él en su vida sacerdotal nunca había tenido tal experiencia del amor de Dios. ¿Cómo puede ir la gente al Santísimo si no han tenido antes una experiencia del amor de Dios? Y deben saber que la podemos tener adorando, delante de Jesús. Cuando se vive esto en la eucaristía o la Adoración, siempre querrás volver. La gente no va a Jesús porque no han sido tocados en un encuentro personal con Él. Aunque hablen de sí mismos como católicos. Porque si verdaderamente hubieran saboreado a Jesús no irían a otras prácticas ocultas o de la Nueva Era buscando sólo lo que Jesús puede ofrecernos.
¿Se requiere prepararse de alguna forma antes de hacer Adoración Eucarística?
Continúo con la experiencia de ese sacerdote que fue tocado por el amor de Dios. Luego él se preparaba, se duchaba, decía voy a encontrar al Amado. San Pedro Julián Eymard decía que hay que prepararse para ese encuentro. Si sabes que vas a tener un encuentro con Jesús empieza anticipando la hora en que vas a tener ese encuentro. ¡Sólo me quedan cinco horas para estar con Jesús!... ¡Sólo me quedan dos horas!... para alimentar el deseo. También es claro que con la oración del rosario la Virgen nos lleva a Jesús y nos ayuda a preparar el corazón para este encuentro. Es como la mamá que prepara a sus hijos… los lava, los peina, les pone guapos y después los pone en los brazos del papá. Es la Virgen quien nos pone en los brazos de Jesús. Creo que la oración del rosario es muy importante. Otra cosa… cuando quienes tienen dudas se encuentren con más personas enamoradas de Jesús en el Santísimo, con sacerdotes que lo predican, mientras más oigan hablar de esto, más se va a encender en ellas el fuego por ir a la Adoración. Yo, ya no soy capaz de pasar un solo día sin ver a Jesús en el Santísimo. El sagrario no es lo mismo, porque es como si fueras a ver un médico y que durante la visita estuvieses con la puerta cerrada y detrás de ella.
¿Es correcto hablar de misas de sanación?
No. La misa sana, no hace falta añadir de sanación. Pero como desde hace algunos años hemos olvidado la grandeza de la misa, donde Jesús está presente ofreciendo a todos la sanación, como para decir que la misa sana se usa de decir misa de sanación. Es entonces porque la gente ha parado de creer que Jesús en la Eucaristía, durante la misa, libera y sana. También se podría decir misa de liberación, misa de la paz… hay cantidades de palabras relacionadas con los frutos espirituales que te da una misa. Pero también como sacerdotes tenemos que permitir a la gente ponerse en disposición para acoger esa sanación. Si celebramos una misa muy rápido y hacemos una consagración corta no dando a la gente la oportunidad de adorar a Jesús cuando consagramos. Si no les invitamos a preguntar en silencio después de comulgar: «¿Jesús qué quieres hacer por mi?». En Temuco cuando estuvimos en una Parroquia de la Divina Misericordia la gente vivió esta experiencia. Y en el momento en que ellos preguntaron «¿Jesús qué quieres hacer por mi?», después de comulgar, muchos de ellos se sintieron tocados y yo pregunté a la gente : ‘¿quién ha sentido que ha sido tocado?’, y entre 20 a 30 personas levantaron la mano. Así es que hay que creer en esto para acoger la sanación. Somos nosotros los sacerdotes quienes tenemos que ayudar a la gente para que dispongan el corazón al amor de Jesús que sana y libera y otorga la paz. Para mí que vengo aquí desde hace un tiempo, si me dijesen que ya no es posible hacer la Adoración nocturna, creo que ya no vendría a dar más retiros. Porque estoy convencido que Jesús sana a través de la Adoración Eucarística y en la Eucaristía.
¿Qué diría a los sacerdotes que temen embarcarse en una capilla de Adoración Eucarística pensando en que la gente no vendrá, que durante la noche puede haber robos y otros temores?
Lo primero es pedirles que vayan a Jesús. ¡Pónganse delante de Él! ¡Pregúntenle a él!… ‘¿Jesús, tú quieres una Capilla de Adoración en esta parroquia?’ y después escuchen en su corazón, si es un sí o un no. Seguramente vas a oír un sí. Y ante todo lo que sube como miedo o duda, ahí escucharás: ‘Confía, confía, estoy a tu lado’. A santa Faustina Jesús le dio la coronilla de la Divina Misericordia para que volviese la confianza. Cuando fui a Campinhas en Brasil al Santuario de María Desata Nudos para ayudar a que se abriera una capilla de Adoración Eucarística Perpetua en esa ciudad con un millón de habitantes, mucha criminalidad, droga, robo al punto que te atracaban con pistola en la calle… pensaban que era imposible hacer esto ahí. Y yo les dije que allí donde Jesús está expuesto hay pruebas de que la tasa de criminalidad baja, las calles y las propiedades están más seguras y se instala poco a poco la paz.
Lo que pide Jesús es confianza. En nombre de Jesús les pido a los sacerdotes que dudan atreverse a hacer este acto de confianza y hablen a la gente de esta posibilidad de abrir una capilla de Adoración. No sólo tendrán gente que responderá dando su nombre, porque es lo que Jesús quiere, sino que en la parroquia además se vivirá una restauración espiritual luminosa que no había antes. Se dice que ahí donde están estas capillas, desde toda la eternidad Dios sabía que habría una en ese lugar. ¡Confianza!
Fuente: https://www.facebook.com/notes/adoración-perpetua-parroquia-inmaculada/jesús-sana-a-través-de-la-adoración-eucarística-y-en-la-eucaristía/1782742315291614