“Sembrar obras de Bien”
El Corazón de Jesús habló claro y fuerte: Toda
la Ley Divina se resume en los Mandamientos: el amor a Dios y el amor al
prójimo. Sin estos dos amores es imposible agradar a Señor, es imposible entrar
en el cielo. Pocos comprenden bien en qué consiste el amor al prójimo. Si crees
que amar al prójimo basta con no odiarlo, no hacerle mal sólo crees a medias.
No, esto será de buenos hombres, pero no de buenos cristianos. El amor es
operativo y debe manifestarse haciendo aquello que queremos y deseamos se nos haga a nosotros. La prueba generosa de
este amor viene dada por el ejercicio de las obras de misericordia. Jesús tiene
como hecho a sí mismo todo lo que se hace a los pobres en su nombre. Y cuando
alguna persona está enferma, busca una media hora para visitarla, para darle
una palabra de ánimo, para consolarla en sus dolores, para animarla a la paciencia, a la santa resignación de la
voluntad de Dios.
*Breve
Silencio*
Corazón
de Jesús, mis pecados están siempre ante mí, lo que es malo a tus ojos yo lo
hice.
-Ten piedad de nosotros.
Corazón
de Jesús, Tú eres justo, no hay reproche en el juicio de tus labios.
-Ten piedad de nosotros.
Corazón
de Jesús, Tú ves que soy pecador desde
el seno de mi madre.
-Ten piedad de nosotros.
Jesús le pide a Santa Margarita, la Devoción
Origen de la
Devoción
Promesas del Sagrado Corazón
Oración para después de cada una de las comuniones
de los nueve primeros viernes
Acto de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús