Lema: "Experimentemos la acción salvadora de Dios por medio de María"
+ En el nombre del Padre
del Hijo y del Espíritu Santo . AMÉN.
Introducción
Tu nos convocas
Madre, por ello estamos aquí en este quinto día dedicado a orar en tu presencia.
Llena nuestro ser de verdadera vocación cristiana para servir y amar a nuestros
hermanos como lo hace Tu Hijo Jesús.
Oración
inicial
¡Virgen
Santísima, que agradaste al Señor y fuiste su Madre; inmaculada en el cuerpo,
en el alma, en la fe y en el amor! Por piedad, vuelve benigna los ojos a los
fieles que imploran tu poderoso patrocinio! Acoge las súplicas de los que,
unidos a ti en un solo corazón, te pedimos; para que todos lleguemos a la salvación. Amén.
Cita bíblica
“Mi alma canta la grandeza del Señor” (Lc. 1, 46)
María, “llena de Gracia”,
entona un cántico de Fe que nos muestra el rostro de su alma.
María nos ayuda a aprender el secreto de la alegría cristiana,
recordándonos que el cristianismo es ante todo la “Buena Noticia” que tiene su
centro en la persona de Cristo, único Salvador del mundo.
Que sea Nuestra Madre, quien nos enseñe a vivir en la
alegría verdadera… la alegría del encuentro con el Amor que Jesús tiene por
cada uno de nosotros.
Padre Nuestro – Ave María –
Gloria
A cada intención respondemos: ¡Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros!
- Sol de justicia, a quien María
Virgen precedía cual aurora luciente, haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de
tu presencia. Oremos.
- Salvador del mundo, tú que
con la eficacia de tu redención preservaste a tu Madre de toda mancha de pecado,
líbranos también a nosotros de toda culpa. Oremos.
- Redentor nuestro, tú que hiciste
de la inmaculada Virgen María tabernáculo purísimo de tu presencia y sagrario
del Espíritu Santo, haz también de nosotros templos de tu Espíritu. Oremos
-
Rey de reyes, que elevaste contigo a tu Madre en cuerpo y
alma al cielo, haz que aspiremos siempre a los bienes celestiales. Oremos
Padre
Nuestro – Ave María – Gloria
Oración
Final
Inmaculada
Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de
los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra
maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo
poner mi corazón y mi vida en tus manos. Amén.
AVE MARÍA PURÍSIMA… SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA… SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA…. SIN PECADO CONCEBIDA