viernes, 6 de diciembre de 2013

Octavo día de novena a la "Inmaculada Concepción de María"



“Experimentemos la acción salvadora de Dios por medio de María

+En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

Introducción

Cada uno de nosotros somos hijos predilectos de Dios Padre, por ello nos ha convocado en este octavo día para decirnos cuanto nos ama y que a cada uno  de nosotros nos tiene en las palmas de sus manos.

Oración inicial

         ¡Virgen Santísima, que agradaste al Señor y fuiste su Madre; inmaculada en el cuerpo, en el alma, en la fe y en el amor! Por piedad, vuelve benigna los ojos a los fieles que imploran tu poderoso patrocinio! Acoge las súplicas de los que, unidos a ti en un solo corazón, te pedimos; para que todos lleguemos a la  salvación. Amén.

Cita bíblica

“No temáis, María, porque Dios te ha favorecido” (Lc. 1, 30)

María es desde siempre y para siempre la amada, la elegida, la favorecida para acoger el don más precioso, Jesús, 'el amor encarnado de Dios. Ella se ha convertido en la Madre de Dios, imagen y modelo de la Iglesia, elegida entre los pueblos para recibir la bendición del Señor y difundirla entre toda la familia humana. Esta "bendición" no es otra cosa que Jesucristo.

María ilumina como un faro el tiempo de Adviento, que es tiempo de vigilante y de confiada esperanza del Salvador. Como un hijo alza los ojos al rostro de su mamá y, viéndolo sonriente, olvida todo miedo y todo dolor, así nosotros, volviendo la mirada a María, reconozcamos en ella la "sonrisa de Dios", el reflejo inmaculado de la luz divina; encontremos en ella nueva esperanza incluso en medio de los problemas y los dramas del mundo.

Padre Nuestro – Ave María – Gloria

 A cada intención respondemos: ¡Vuelve tu rostro hacia nosotros!

- Por los que no tiene fe y vacilan en la vida. Oremos.

- Por los que cierran sus corazones a las enseñanzas de Tu Hijo Jesús. Oremos.

- Por los que sufren en el cuerpo, el alma y el espíritu, para que aprendan a conocer a Dios. Oremos.

- Por los enfermos y solos que están el hospitales, clínicas, geriátricos y cárceles. Oremos.

- Por todos tus devotos que recurren a Ti en las necesidades  y auxilios. Oremos.

Oración Final

Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia, abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino, propongo poner mi corazón y mi vida en tus manos. Amén.


AVE MARÍA PURÍSIMA… SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA… SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA…. SIN PECADO CONCEBIDA.