"NIÑO DIOS, ENSÉÑANOS A VIVIR EN LA
ALEGRÍA"
Queridos hermanos
bienvenidos a la casa de Dios. Nos disponemos a iniciar el rezo de la Novena, y
lo hacemos en Nombre del Padre del Hijo del Espíritu Santo. Amén.
Para dirigir con sinceridad nuestra oración
al Padre del Cielo, primero le vamos a pedir perdón por todas nuestras ofensas.
Ofender a Dios o
pecar, es hacer algo que lo
entristece por eso le pedimos
perdón a Dios por las veces que lo hacemos entristecer con nuestras palabras,
obras o pensamientos, por todo aquello que hago y a Dios no le agrada, le pido
perdón.
Señor ten piedad…
Señor ten piedad.
Cristo ten piedad… Cristo ten piedad.
Señor ten piedad… Señor ten piedad
ORACIÓN DE TODOS LOS DÍAS:
Dios Padre,
despierta en todos tus fieles el deseo de prepararse a la venida de tu Hijo
Jesucristo por la práctica de las buenas obras. Te pedimos estar alegres,
dispuestos a la conversión y recorrer juntos el camino que nos llevará a encontrarnos con Tu Hijo. Que nada impida
vivir este Adviento con la alegría, la esperanza y la convicción que lo mejor
está por llegar... AMÉN.
Día Octavo: Hoy
recordaremos a los Santos Inocentes
Los niños
fueron los primeros mártires que entregaron su vida por Jesús. En el tiempo que
Jesús nació, reinaba Herodes. Este rey temía que el Rey de Reyes que
anunciaban los profetas, le quitara su
trono por eso mandó a matar a todos los niños menores de dos años. Con
frecuencia existe en cada uno de nosotros un rincón de crueldad que nos hace
parecer a Herodes.
En el
mundo actual Herodes sigue matando a los niños porque hay quienes los explotan
en el trabajo, los matan por medio del aborto y los dejan morir de hambre.
La
Navidad es el anuncio y el esfuerzo de llevar al mundo el Amor de Dios,
especialmente a los más pequeños y los que son los últimos en la sociedad que
son en definitiva los preferidos de Jesús.
Nos
preguntamos nosotros… ¿somos puros de corazón y de sentimientos como los
niños?, ¿me he acercado a la Iglesia para que le suministren los sacramentos a
mis hijos?, ¿rezo por los niños que sufren, los que fueron abortados, los que
están enfermos y abandonados?...
Breve
silencio para reflexionar.
A cada
intención respondemos: ¡Que seamos bondadosos Señor!
- Señor enséñanos a amar las cosas de Dios más que las
cosas de la tierra. Oremos.
- Quita de nuestros corazones las maldades que nos hacen
parecer a Herodes. Oremos.
- Señor que cada niño por nacer encuentre aceptación,
amor y ternura. Oremos.
- Acepta Señor el sacrificio de tantas personas que dan
su vida por anunciar tu Evangelio. Oremos.
Oración: Jesús, que en esta Navidad todos nos
sintamos más responsables por los niños y jóvenes que nadie les anuncia el
Reino de los Cielos. Amén
Nuestra
Señora del Pesebre
Señora del
pesebre de Belén, aquí estamos junto a ti
en la espera de
la noche del silencio y de la luz.
Silencio que nos
permite escuchar a Dios,
Luz que ilumina
nuestras vidas y nos devuelve la alegría de vivir.
Señora del amor y
de la paz,
Que esta Navidad
sea el comienzo de una nueva claridad;
Que el Amor
sustituya a la violencia,
Y que la justicia
engendre la verdadera paz.
Ayúdanos a
decirles a todos los que odian, que “Dios
es Padre y nos ama” y a los que tiene miedo o están desanimados que “Dios está con cada uno de nosotros y nos
acompaña”
Que en esta
Navidad nazca de nuevo Jesús, para mí y para todos, para mi familia, mi barrio,
mi patria y para el mundo entero. Así podremos anunciar también nosotros: “Nos ha nacido el salvador, que es Cristo,
el Señor”… Que así sea.
Padre Nuestro
- Ave María - Gloria
Oración
al Niño Jesús:
Señor Jesús que
vas a nacer en esta Navidad. Ayúdanos a prepararnos para recibirte.
Que la mesa
familiar pueda ser tendida en todos los hogares, en esta Noche Buena y todos los días.
Que los
villancicos se escuchen en todas partes, anunciando tu llegada y la alegría que
nos trae.
Que el saludo de
esta Navidad aumente la unidad entre nosotros. Que encuentres lugar en nuestro
corazón, aunque sea pobre, como te lo damos en el pesebre.
Que sepamos
descubrirte presente en cada hombre, ya que vienes a hacerte uno de nosotros.
Que nos
encuentres dispuestos a escuchar todo lo que vienes a decirnos de parte del
Padre de los cielos. Te lo pedimos a Ti que vives y Reinas por los siglos de
los siglos. Amén.
+ En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Nos despedimos
cantando Villancicos al Niño Dios.