Hermanos, desde el bautismo, somos otros Cristos, el Santo Crisma, con el que somos ungidos en nuestras cabecitas, nos confiere esa triple misión de ser: Sacerdotes, Profetas y Reyes. Reyes, como nuestro Rey, Jesucristo.
Este día, consagremos nuestro corazón, nuestra vida, nuestra familia, nuestra comunidad, nuestra patria, todo lo creado, a nuestro Rey. Entreguemos el trono de nuestro corazón, para que "El Rey de Reyes", venga a morar para siempre en la habitación de nuestro humilde corazón .
Habramos las puertas, para que el Rey, entre en nuestra casa, recorra todas las habitaciones, incluso, la habitación de los trastos viejos, aquellos que hace años guardamos en un rincón y no nos animamos a revisar. El Rey, viene a hacer nuevas todas las cosas!
Entreguemos al Señor nuestros pecados, nuestras faltas de perdón, el resentimiento, el odio, todas aquellas acciones que producen mal olor en nuestra casa. Así, Jesús, podrá acomodar nuestras habitaciones y perfumará con su olor nuestras vidas.
Dejemos que el Rey, sea el Rey de nuestros pensamientos y sentimientos, el Rey de nuestras Vidas!!!!!
Jesucristo, Rey del Universo, Te Alabamos, Señor!
Jesucristo, Rey del Universo, Te Damos Gracias, Señor!
Ven Señor, Jesús,
Ven a quedarte con nosotros, para siempre!
Ven a Reinar, en nuestro corazón!
