GUIA 1
Queridos hermanos, en este sexto día, antes de comenzar el rezo de la novena a la Divina
Misericordia, escuchamos las palabras que Jesús dijo a santa Faustina: “Hoy,
tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños, y sumérgelas
en mi Misericordia. Estas son las almas más semejantes a mi corazón. Ellas me
fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres
enteros de gracia. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia;
concedo mi confianza a las almas humildes.
* Por la señal de la
Santa Cruz…
* Rezamos el Pésame.
GUIA 2
Oración:
Señor Jesús, en la cruz manifestaste
tu obediencia al Padre y tu voluntad de salvación universal: venimos a
implorarte perdón y a darte gracias por tu amor.
Queremos hacer conocer tu
Evangelio mediante las obras de Misericordia por la conversión de los
pecadores, en consuelo de los afligidos y la asistencia a los pobres y
enfermos.
Envíanos tu Espíritu Santo,
pues necesitamos sanar nuestra libertad humana para construir un mundo donde
Reine la Misericordia y se anticipe al banquete definitivo.
Ayúdanos a dar testimonio de fe y
esperanza delante de nuestros hermanos, varones y mujeres, para que
comprendamos todos que la Felicidad perfecta se encuentra en ti.
Indícanos el camino hacia al
padre para llegar a adorar el misterio de la trinidad junto a María y los
Santos. Amén.
GUIA 1
DIA SEXTO:
Por las almas mansas y humildes y la de los niños pequeños
Misericordiosisimo
Jesús, que dijiste: “aprended de Mi, que soy manso y humilde de corazón”, acoge
en Tu Corazón desbordante de piedad a todas las Almas mansas y humildes, y la
de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones celestiales y
las preferidas del Padre Eterno, pues se recrea en ellas muy particularmente.
Son como un ramillete de florecillas que despidieran su perfume ante el trono
de Dios. El mismo Dios se embriaga con su fragancia. Ellas encuentran abrigo en
Tu Piadosísimo Corazón, Oh Jesús y entonan in cesantemente himnos de amor y de
gloria.
Padre Eterno, vuelve
Tu mirada llena de misericordia hacia estas almas mansas, hacia estas almas
humildes y hacia los pequeños acurrucados en el seno del corazón desbordante de
piedad de Jesús. Estas almas se asemejan más a Tu Hijo. Su fragancia asciende
desde la tierra hasta alcanzar Tu Trono, Señor. Padre de misericordia y bondad
suma. Te suplico, por el amor que Te inspiran estas almas y el gozo que Te
proporcionan: bendice a todo el género humano, para que todas las almas a la
par entonen las alabanzas a que a Tu misericordia se deben por los siglos de
los siglos. Amén.
Canto…
GUIA 2
Escuchamos la lectura
del evangelio, según San Lucas (cap. 2 vers.: 8 al 15)
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por
turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del
Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran
temor, pero el Ángel les dijo: “no teman, porque les traigo una buena noticia,
una gran alegría para todo el pueblo; hoy en la ciudad de David, les ha nacido un
Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontraran
a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. Y junto
con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejercito celestial, que alaba
a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los
hombres amados por el!”
Palabra de Señor…
Rezamos: Gloria a Dios
en el cielo y en la tierra paz a los hombres que aman al Señor...
Dice Jesús: “Cuanto
mas confía el alma, tanto mas alcanza”. “Si tu confianza es grande, mi
generosidad no tendrá limites. Lo que mas hiere a mi Corazón es el pecado de la
desconfianza. Deseo conceder Gracias inimaginables a las almas que confían en
mi Misericordia.”
Pedimos la gracia que
queremos alcanzar con el rezo de esta novena…
Canto…
A cada suplica,
respondemos: ¡Jesús en Vos Confió!
* Jesús de la Divina
Misericordia, recibe a los niños y a los mansos y humildes y haz que crezcan en
las virtudes y las extiendan por el mundo, a fin que gocen de tu felicidad por
los siglos de los siglos. Oremos…
* Jesús de la Divina Misericordia, mira con
ojos de misericordia a los niños y a los mansos y humildes, que son semejantes
a tu Hijo y Señor Nuestro Jesucristo.
Oremos…
Jaculatoria:
Oh, sangre y
agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia
para nosotros, yo confió en Vos.
GUIA 2
Los que puedan
hacerlo se ponen de rodillas para iniciar el rezo de la coronilla.
Rezo de la
coronilla
Padrenuestro. Ave
María. Credo.
Al comienzo
de cada decena:
Eterno Padre, te
ofrezco el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad de tu amadísimo hijo,
nuestro señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo
entero. (Una vez en cada cuenta que corresponde al Padrenuestro).
En cada
cuenta de la decena:
Por su dolorosa
pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. (10 veces).
Al terminar:
Santo Dios, Santo
Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. (3 veces).
Acto de
consagración a Jesús Misericordioso
¡Oh Jesús
Misericordioso!. Tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me
consagro eternamente a ti, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor,
que brotaron de tu corazón traspasado en al Cruz. Quiero dar a conocer tu
Misericordia por medio de las obras de Misericordia corporales y espirituales,
especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres,
afligidos y enfermos. Mas tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de
mi debilidad y todo lo espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad
comprenda el abismo insondable de tu Misericordia, a fin de que poniendo toda
su esperanza en Ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad. AMEN.
¡Jesús, en
Vos confió!.. (Se repite 3 veces)
Santa
Faustina, ¡ruega por nosotros! (Una vez)
San Martin de
Porres, ¡ruega por nosotros!
Nuestra Sra.
que Desata los Nudos, ¡ruega por nosotros!
En el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.