martes, 30 de abril de 2013

Segundo día de Novena a la Virgen de Luján: Patrona de Argentina y de Cáritas


 
 Meditamos el Rosario de la Caridad del Padre Gustavo Jamut.


Concluido el rezo del Santo Rosario, rezamos la Novena a la Madre de la Patria y de Cáritas!


 
Nos ponemos en presencia de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.   Amén

 
Oración Inicial

 

   Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Señora de Luján, Patrona de nuestra Patria; hoy alzamos nuestros ojos y nuestros brazos hacia tí... Madre de la Esperanza, de los pobres y de los peregrinos, escúchanos...

   Hoy te pedimos por Argentina, por nuestro Santo Padre, por nuestro pueblo. Ilumina nuestra patria con el sol de justicia, con la luz de una mañana nueva, que es la luz de Jesús. Enciende el fuego nuevo del amor entre hermanos.

Unidos estamos bajo la celeste y blanca de nuestra bandera, y los colores de tu manto, para contarte que: hoy falta el pan material en muchas casas, pero también falta el pan de la verdad y la justicia en muchas mentes. Falta el pan del amor entre hermanos y falta el pan de Jesús en los corazones.


                                                *** Canto ***

SEGUNDO DÍA

 

La Virgen de Luján nos recuerda que Dios va haciendo la historia junto a su pueblo.

 

          Como dice el dicho, “el hombre propone y Dios dispone”...

          En el año de 1630, un hacendado portugués de Sumampa, encargó a un amigo suyo de Brasil, una imagen de la Inmaculada Concepción de la Virgen. Éste le envió dos imágenes pequeñas, hechas de tierra cocida: una de la Limpia y Pura Concepción, y otra de la Virgen con el Niño Jesús dormido en sus brazos. Ambas fueron conducidas por mar desde el puerto de Pernambuco al de Buenos Aires, y después, en carreta, tomaron rumbo al norte por el “camino viejo”.

          Dios quiso intervenir en este “camino” y lo cierto es que, quien llegó a Sumampa fue la imagen de la Virgen con el Niño. Para la otra imagen, el Señor tenía otros planes...

         

 

Escuchamos con mucha atención la Palabra de Dios:

 

Del libro del profeta Isaías:

          “Los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos –oráculo del Señor-. Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes.” (55, 8-9)

 

Recemos con el Salmo 25

 

Respondemos: Muéstranos, Señor, tus caminos.

 

Muéstrame, Señor, tus caminos,

enséñame tus senderos.

Guíame por el camino de tu fidelidad;

enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,

y yo espero en ti todo el día.
 

Muéstranos, Señor, tus caminos.

 
El Señor es bondadoso y recto:

por eso muestra el camino a los extraviados,

él guía a los humildes para que obren rectamente

y enseña su camino a los pobres.

                                                             

Muéstranos, Señor, tus caminos.

 

Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,

para los que observan los preceptos de su alianza.

 
Muéstranos, Señor, tus caminos.

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…

 

- Breve silencio para reflexionar.

 

Oración Final


Te pedimos madre, que extingas el odio, que ahogues las ambiciones desmedidas, que arranques el ansia febril de solamente los bienes materiales y derrama sobre nuestro suelo, la semilla de la humildad, de la comprensión. Ahoga la mala hierba de la soberbia, que ningún Caín pueda plantar su tienda sobre nuestro suelo, pero tampoco que ningún Abel inocente bañe con su sangre nuestras calles.

Haz madre que comprendamos que somos hermanos, nacidos bajo un mismo cielo, y bajo una misma bandera. Que sufrimos todos juntos las mismas penas y las mismas alegrías. Ilumina nuestra esperanza, alivia nuestra pobreza material y espiritual y que tomados de tu mano digamos más fuerte que nunca: ¡Argentina! ¡Argentina, canta y camina!

 

Virgen de Luján: Ruega por nosotros y por nuestra Patria!
 

Ave María Purísima: Sin pecado concebida!

Ave María Purísima: Sin pecado concebida!

Ave María Purísima: Sin pecado concebida!
 
 
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén