GUIA 1
Queridos hermanos, en este Octavo día, antes de comenzar el rezo de la novena a la
Divina Misericordia, escuchamos las palabras que Jesús dijo a Santa Faustina: “Hoy,
tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el
abismo de Mi misericordia. Que los torrentes de Mi sangre refresquen el ardor
del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por Mí Ellas cumplen con el
justo castigo que se debe a Mi justicia. Esta en tu poder llevarles alivio. Haz
uso de todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en su
nombre…Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías
continuamente, por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que
tienen con Mi justicia”.
* Por la señal de la
Santa Cruz…
* Rezamos el Pésame.
GUIA 2
Oración:
Señor Jesús, en la cruz
manifestaste tu obediencia al Padre y tu voluntad de salvación universal:
venimos a implorarte perdón y a darte gracias por tu amor.
Queremos hacer conocer tu
Evangelio mediante las obras de Misericordia por la conversión de los
pecadores, el consuelo de los afligidos y la asistencia a los pobres y
enfermos.
Envíanos tu Espíritu Santo,
pues necesitamos sanar nuestra libertad humana para construir un mundo donde
Reine la Misericordia y se anticipe al banquete definitivo.
Ayúdanos a dar testimonio de fe y
esperanza delante de nuestros hermanos, varones y mujeres, para que
comprendamos todos que la Felicidad perfecta se encuentra en ti.
Indícanos el camino hacia al Padre para llegar
a adorar el misterio de la Trinidad junto a María y los Santos, AMEN.
GUIA 1
DIA OCTAVO:
En este día de la novena a la Divina Misericordia; rezamos por las almas que estén
en el Purgatorio.
Misericordiosisimo
Jesús, que exclamaste ¡misericordia!, introduzco ahora en el seno de Tu Corazón
desbordante de misericordia las almas del purgatorio, almas que tanto aprecias
pero que, no obstante, han de pagar su culpa. Que el manantial de Sangre y Agua
que broto de Tu Corazón apague las llamas purificadoras para que, también allí,
el poder de Tu misericordia, sea glorificado.
Padre Eterno, mira
con ojos misericordiosos a estas almas que padecen en el purgatorio y que Jesús
acoge en Su Corazón, desbordante de piedad. Te suplico, por la dolorosa Pasión
que sufrió Tu Hijo y por toda la amargura que anego Su Sacratísima alma:
muéstrate misericordioso con las almas que se hallan bajo Tu justiciera mirada.
No los mires de otro modo, sino solo a través de las heridas de Jesús, Tu Hijo
bien amado; porque creemos firmemente que Tu bondad y compasión son infinitas.
Amen.
Canto…
GUIA 2
Escuchamos la Lectura
del Evangelio, según San Mateo (cap. 23 vers.: 8 al 12)
En cuanto a
ustedes, no se hagan llamar “maestro”, porque no tienen más que un Maestro y
todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen “padre”, porque no
tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco “doctores”,
porque solo tienen un Doctor, que es el Mesías. Que el mas grande de entre
ustedes se hagan servidor de los otros, porque el que se ensalza será
humillado, y el que se humilla, será ensalzado”.
Palabra del Señor….
GUIA 1:
Rezar: Yo no he
venido a ser servido, yo soy siempre servidor: mi vida entrego por ustedes,
mayor prueba de mi amor.
Dice Jesús: “Cuanto
mas confía el alma, tanto mas alcanza”. “Si tu confianza es grande, mi
generosidad no tendrá limites. Lo que mas hiere a mi Corazón es el pecado de la
desconfianza. Deseo conceder Gracias inimaginables a las almas que confían en
mi Misericordia.”
Pedimos la gracia que
queremos alcanzar con el rezo de esta novena…
Canto…
GUIA 2
A cada suplica,
respondemos: ¡Jesús en Vos Confió!
* Jesús de la Divina
Misericordia, te pedimos que lleves a las almas del Purgatorio a Tu compasivo
Corazón, para que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de Tu Corazón,
apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder
de Tu misericordia. Oremos…
* Jesús de la Divina Misericordia, te
suplicamos por las almas que sufren en el Purgatorio para que las mires a
través de las heridas de Jesús y les des Tu misericordia, pues sabemos que Tu
bondad y Tu compasión no tiene limites. Oremos…
Jaculatoria:
Oh, sangre y
agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia
para nosotros, yo confió en Vos.
Meditamos con el
canto…
GUIA 1
Los que puedan
hacerlo se ponen de rodillas para iniciar el rezo de la coronilla.
Rezo de la
coronilla
Invocamos al Espíritu
Santo: “Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del
inmaculado corazón de María, tu amadísima esposa”.
Padrenuestro. Ave
María. Credo.
Al comienzo
de cada decena:
Eterno Padre, te
ofrezco el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad de tu amadísimo hijo,
nuestro señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo
entero. (Una vez en cada cuenta que corresponde al Padrenuestro).
En cada
cuenta de la decena:
Por su dolorosa
pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. (10 veces).
Al terminar:
Santo Dios, Santo
Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. (3 veces).
Acto de
consagración a Jesús Misericordioso
¡Oh Jesús
Misericordioso!. Tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me
consagro eternamente a ti, para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu Amor,
que brotaron de tu corazón traspasado en al Cruz. Quiero dar a conocer tu
Misericordia por medio de las obras de Misericordia corporales y espirituales,
especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos
y enfermos. Mas tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi
debilidad y todo lo espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda
el abismo insondable de tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su
esperanza en Ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad. Amén
¡Jesús, en
Vos confió!. (Se repite 3 veces)
Santa
Faustina, ¡ruega por nosotros!
San Martín de
Porres, ¡ruega por nosotros!
Nuestra Sra.
que Desata los Nudos, ¡ruega por nosotros!
En el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.