martes, 9 de febrero de 2016

Oración de sanación ante la cruz



“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (Rom 8, 28)

Señor Jesús, vengo humildemente a los pies de la cruz, ante tu cuerpo crucificado, allí donde Tú recibiste todas las consecuencias del pecado, enfermedades, debilidades y muerte.

Señor Jesús, en tu santo nombre humildemente imploro tu misericordia y te pido por los méritos de tu pasión, agonía y muerte, y por los méritos de las penas del Inmaculado Corazón de María, que me sanes (dile al Señor tu nombre, que aunque lo conoce le gusta que le digas. Aquí está tu hijo/a…..).

También te pido que sanes a …. (Di el nombre de la persona por quien quieres interceder), no tengas en cuenta nuestro pecado, sino la fe de tu Iglesia.

Señor Jesús, tú eres el mismo ayer, hoy y siempre, en tu santo nombre te pido, que pases con tus santas manos sanando mis dolencias, ungiéndome con tu espíritu.

Tú conoces mi problema, tómalo Señor Jesús. Resuelve mi situación según tu divina voluntad.
Señor Jesús, tú eres el Dios que nos sana, hoy me despojo de mi enfermedad y te la entrego a ti, para que dispongas de acuerdo a tu misericordia.

Que no sea mi voluntad, sino la tuya, haz tu trabajo Señor para la Gloria de tu Santo Nombre.
Sáname Señor Jesús por el poder de tu nombre, sáname Señor por los méritos de tus santas llagas, sáname Señor por los méritos de tu preciosa sangre derramada por nuestros pecados, sáname Señor. Y sana a …
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. 

Pongo toda mi confianza en ti, porque Tú tienes todo el poder de sanarme, porque eres nuestro Dos misericordioso con caridad inigualable, porque me amas y hoy estás trayendo la salvación a mi vida y a mi casa. 

Te doy gracias Virgen María por tu intercesión. 

Gracias Señor Dios, que eres Padre, Hijo y Espíritu Santo! Amén.

Muriendo en la cruz, Nuestro Señor, venció a Satanás. Por lo tanto, sería importante invocar con frecuencia los símbolos de nuestra victoria.

Oración extraída del libro: 40 Oraciones para sanar las heridas del alma y del cuerpo del padre Gustavo Jamut