El Divino Corazón reveló a la humilde monja capuchina Sor María Consolata Beltrone, un sencillo Acto de Amor que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada vez que lo pronunciase salvaría el alma de un pecador y repararía mil blasfemias. Ese acto de amor consiste en rezar con la mente o con los labios, esta jaculatoria: Jesús, María, os amo, salvad almas!
Realicemos cada día este Acto de Amor, rezando la jaculatoria, confiando en las promesas del Sagrado Corazón de Jesús!!!