Canto -
Exposición del Santísimo Sacramento
Celebrante: ¡¡¡ Bendito y alabado sea el Santísimo
Sacramento!!!
Guía
1: Sea por siempre bendito y alabado Jesús
Sacramentado.
Hermanos: La Iglesia
dedica todo el mes de Junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de
que lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días…
Esto significa que debemos vivir este mes demostrándole a Jesús con nuestras
obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que El nos tiene y que nos
ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros, quedándose en la
Eucaristía y enseñándonos el camino de la vida eterna… Nos preparamos interior
y exteriormente para elevar nuestra oración que ofrecemos en reparación por los
dolores provocados a su Corazón traspasado a causa de nuestros pecados y por
nuestra salvación.
CANTO
Guia
2: Invocación al Espíritu Santo
La prueba de que somos hijos de Dios, es que Dios
infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios
llamándolo: ¡Abba!, es decir ¡Padre!
Solo el Espíritu puede darnos la sintonía con sus
sentimientos de amor hacia el Padre, por eso ahora vamos a pedir que armonice
nuestros corazones con su presencia para entrar en comunión con Él.
Espíritu de Sabiduría, ayúdanos a buscarte en todo; que
seas el centro de nuestra vida, orientada hacia Ti para que reine el amor y la
paz sobrenatural.
Espíritu de Entendimiento, ilumina nuestra mente, para
que conozcamos y amemos las verdades de fe y las hagamos verdadera vida de
nuestra vida.
Espíritu de Consejo, ilumínanos y guíanos en todos
nuestros caminos, para que podamos siempre conocer y hacer tu santa voluntad;
haznos prudentes y audaces.
Espíritu de Fortaleza, vigoriza nuestra alma en tiempo de
prueba y adversidad; danos lealtad y
confianza.
Espíritu de Ciencia, ayúdanos a distinguir entre el bien
y el mal; enséñanos a proceder con rectitud en la presencia de Dios; danos
clara visión y decisión firme.
Espíritu de Piedad, toma posesión de nuestro corazón;
inclínalo a creer con sinceridad en Ti, a amarte santamente, Dios mío, para que
con toda nuestra alma podamos buscarte a Ti, que eres nuestro Padre, el mejor y
más verdadero gozo.
Espíritu de Santo Temor, penetra lo más íntimo de nuestro
corazón para siempre recordar tu presencia; haznos huir del pecado y concédenos
profundo respeto para con Dios y ante los demás, creados a imagen de Dios.
Pausa
Juntos digamos: Envíanos
Señor tu Espíritu
> Para recordarnos tu gran amor.
> Para transformar nuestros corazones.
> Para completar en nosotros tu obra.
> Para hacernos dignos hijos tuyos.
> Para enseñarnos a orar.
> Para que nuestra unidad sea perfecta.
CANTO
Guía
1- Perdón
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, que te revelaste a Santa
Margarita María dándole a conocer las riquezas inagotables del amor de tu
Corazón traspasado, pero al mismo tiempo te quejaste por los innumerables
desprecios, ultrajes e indiferencias, con los que continuamente eres ofendido,
te pedimos perdón y te ofrecemos tu propio Corazón, vivo y palpitante de amor
en la Eucaristía, en reparación por todas las veces que los hombres –entre
ellos nosotros mismos- olvidan tu presencia en el Santísimo Sacramento del
altar y te posponen por diversiones o pasatiempos, que comparadas a Ti son
menos que la nada y el polvo. Oh Sagrado
Corazón de Jesús no tengas en cuenta estos ultrajes y ofensas con las que te
agraviamos constantemente, mira más bien lo que te ofrecemos y acepta el grito
de expiación, que un pesar sincero arranca de nuestros corazones afligidos,
ellos te piden piedad.
Pausa
Por nuestros pecados, los de nuestros padres, hermanos y
amigos te decimos:
¡Piedad,
oh Divino Corazón!
> A causa de nuestras ingratitudes.
> A causa de nuestras debilidades.
> A causa de nuestras tinieblas.
> A causa de nuestras tentaciones.
> A causa de nuestra pobreza moral.
> A causa del abuso de tantas bondades.
> A causa de nuestras grandes cobardías.
> A causa de tantas recaídas.
***Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
CANTO
Guía
2: Adoración
Para reflexionar: Romanos 8, 31-40
“Ante todo esto ¿qué diremos? Si Dios está por nosotros
¿quién contra nosotros? ¿quién acusará a los elegidos de Dios?. Dios
es quien justifica ¿quién condenará? ¿acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún
el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, y que intercede por
nosotros? ¿Quién nos separará del Amor de Cristo? ¿la tribulación? ¿la
angustia? ¿la persecución? ¿el hambre? ¿la desnudez? ¿los peligros? ¿la
espada?. Pero en todo esto salimos
vencedores gracias a Aquel que nos amó.
Pues estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los
principados, ni lo presente, ni lo futuro, ni la altura, ni la profundidad, ni
otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo
Jesús Señor nuestro”.
Palabra
de Dios. Te alabamos Señor
Pausa
¡Oh gran Dios, Padre de todas las cosas, cuya luz
infinita es oscuridad para mí, cuya inmensidad es para mí como vacio. Tú me has llamado por Tu propia iniciativa,
porque Tú me amas en Ti mismo, y soy la transitoria expresión de Tu inagotable
y eterna realidad. No te conocería,
estaría perdido en esta oscuridad, caería desde Ti hacia el vacío, si no me
retuvieras en Ti mismo, en el corazón de Tu único Hijo engendrado.
Padre, te amo aunque no te conozco, te abrazo aunque no
te veo y me abandono a Ti a quien he ofendido, porque Tú me amas en tu
único Hijo. Lo ves en mí, lo abrazas en mí, porque Él ha
querido identificarse completamente conmigo mediante el amor que lo condujo a
la muerte por mí en la Cruz. Es su
Sagrado Corazón el que ha tomado posesión de mí y ha destruido mis pecados y es
Él quien me presenta ante Ti, en el santuario de su propio Corazón, que es su
palacio y el templo donde los santos te adoran en el cielo. Descubrí al fin que
Tú has deseado el amor de mi corazón, ¡oh Dios mio!, el amor de mi corazón tal
cual es: el amor del corazón de un hombre.
Pausa
Respondemos: Corazón
de Jesús, en ti confiamos
* En
los momentos de amargura.
* En los días de debilidad moral.
* En los momentos de vacilación e incertidumbre.
* En las horas de hastío y de cansancio.
*En las ocasiones tan frecuentes de olvido de nosotros
mismos.
* En los días de desaliento en tu servicio.
* En las horas de fragilidad y de caída.
* En los momentos de duda peligrosa o de temible ilusión.
* En los días de enfermedad y en los peligros de muerte.
* En nuestros postreros instantes, en las convulsiones de
la suprema agonía.
CANTO
Guía
1: Alabanza
Dios, creador del cielo y de la tierra, Padre de Jesús y
Padre nuestro, bendito seas Señor, porque en tu infinita misericordia te has
inclinado sobre la miseria del hombre y nos has dado a Jesús, tu Hijo, nacido de
mujer, nuestro salvador y amigo, hermano y redentor. Haz que este sea el
momento para retornar a la casa paterna, donde Tú, lleno de amor, esperas a tus
hijos descarriados para sentarlos a tu mesa, vestidos con el traje de fiesta.
Respondemos: ¡A
ti, Padre, nuestra alabanza por siempre!
* Padre clemente, fortalece nuestro amor por Ti y al
prójimo.
* Que los discípulos de Cristo promuevan la justicia y la
paz.
* Que se anuncie a los pobres la Buena Nueva y que la
Madre Iglesia haga sentir su amor de predilección a los pequeños y marginados.
* Que todos los católicos descubramos el gozo de vivir en
la escucha de tu palabra,
abandonándonos a tu voluntad.
* Que experimentemos el valor de la comunión fraterna
partiendo juntos el Pan y te alabemos con himnos y cánticos espirituales.
* Padre omnipotente, haz que todos tus hijos sientan que
en su caminar hacia ti, los acompaña bondadosa la Virgen María, ícono del amor
puro, elegida por Ti para ser Madre de Cristo y de la Iglesia.
-Padre de la vida, principio sin principio, suma bondad y
eterna luz, con el Hijo y el Espíritu, honor y gloria, alabanza y gratitud por
los siglos sin fin.
Bendito y alabado seas por siempre, tu mi Señor.
CANTO
Guía
2: Acción de Gracia
El hijo de María es Dios en su muerte y debe ser Dios en
su triunfo. Los resplandores que cubren el sepulcro despedazado, envuelven su
Cruz, su Iglesia, su Tabernáculo y glorifican a la Virgen María.
Ese triunfo del Señor Crucificado, es un triunfo secreto
y misterioso, es una victoria, intima como la gracia y como las almas… Así es
cómo ese Dios, realmente presente, pero oculto en esta Hostia, va dominando
todas las tempestades del infierno… todas mueren ante el humilde Sagrario. Y esa gran victoria, inamovible, eterna, es
también la victoria y la exaltación de la Mujer purísima, de María Inmaculada,
unida a Él como en las supremas angustias del Corazón del Hijo, en las
inefables alegrías de su gloria y de su triunfo.
Jesús adorable, ha llegado el tiempo en que veamos
convertido tu altar en el Tabor de tus glorias, pues con este fin revelaste a
Margarita María las magnificencias de tu victorioso Corazón. Afianza, Señor, tu reinado y avanza más y
más, ¡oh, Rey de los amores!, te lo rogamos en nombre de María Inmaculada, en
cuyos brazos te encontramos siempre asequible y siempre a nuestro alcance.
Todos juntos respondemos: Venga a nosotros tu reino
* Corazón de Jesús,
Tú lo sabes todo; Tú sabes que te amamos, derrama por el mundo entero las
gracias prodigiosas con que alientas y confirmas esta sublime devoción; por el
Corazón Inmaculado de María.
* Corazón de
Jesús, Tú lo sabes todo; Tú sabes que te amamos; afianza la realeza de tu
suavísima ternura en el hogar, en todas las familias que te están diciendo que
eres su paz y su cielo anticipado; por el Corazón Inmaculado de María.
* Corazón de Jesús, Tú lo sabes todo; Tú sabes que te
amamos; alienta a los apóstoles que anhelan coronarte con diadema de almas, de
muchas almas pecadoras, conquistadas con tu caridad infinita, inagotable; por
el Corazón Inmaculado de María.
****Corazón Divino de Jesús, venga a nosotros tu
reino**** (3 veces)
CANTO
Ritos
Conclusivos
Se
retira el Santísimo Sacramento