Queridos
hermanos: comenzamos hoy la Novena en honor al Sagrado Corazón
de Jesús. Ese Corazón manso y humilde que pide con misericordia que lo imitemos
y sigamos. Seamos dóciles a su llamado de vida eterna, abramos nuestra mente y nuestros
corazones endurecidos a la Palabra que Dios Padre mediante su Hijo Jesús nos
quiere entregar y hacer que cada día germine en nuestra vida.
Meditamos
hoy:
“EL CORAZÓN DE JESÚS FUENTE DE VIDA Y DE SANTIDAD”.
ORACIÓN
INICIAL
Aquí
estoy Jesús delante de Ti y consciente de mi condición de pecador. Te adoro y
te admiro porque has amado tanto la humanidad hasta el extremo de entregarte
por todos nosotros. Creo en tu amor
infinito y te doy gracias por los valiosos dones que has concedido a la
humanidad, especialmente por el Evangelio, la Eucaristía, la Iglesia, el
sacerdocio, la vida consagrada, a María Santísima como Madre y a Tu misma vida
por nosotros. Dulce Corazón de Jesús, haz que arda y siempre crezca en mí tu
amor. AMÉN.
Lectura
del Evangelio según San Juan (4,5-15).
“Llega a una ciudad de Samaría llamada Sicar, allí
estaba el pozo de Jacob, Jesús como venía fatigado del camino, se sentó allí.
Una mujer se acerca a sacar agua, Jesús le dice: “Dame de beber”. La mujer le
responde: ¿cómo tú, siendo judío me pides de beber a mí que soy samaritana?
(porque entre ellos no se trataban)… Jesús le responde…
“Si conocieras el don de
Dios y quien es el que te dice: “Dame
de de beber”, tu le abrías pedido a él y
él te habría dado agua viva”…
“Todo el que beba de esta
agua volverá a tener sed; pero el que beba
del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le
dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para la vida eterna”.
Palabra
del Señor… Gloria a Ti Señor Jesús.
*** BREVE SILENCIO PARA MEDITAR ***
Letanías
a Jesús fuente de vida. Respondemos:
¡CONFIAMOS EN TI!
Jesús que sanaste al paralítico de Cafarnaúm…
Jesús
que curaste al ciervo del centurión…
Jesús
que curaste a la hemorroísa…
Jesús
que limpiaste a los diez leprosos…
Jesús
que limpias al ciego y al mudo …
Jesús
que resucitaste al hijo de la viuda de Naim.
Jesús
que resucitaste a Lázaro…
Jesús
que resucitaste Tú mismo al tercer día…
PADRE NUESTRO - AVE
MARÍA - GLORIA.
Oración
final
Dios
todopoderoso y eterno, al recordar los beneficios de tu amor por nosotros,
concédenos recibir del Corazón de Tu Hijo Unigénito, fuente de vida y santidad,
una inagotable abundancia de gracias. Por nuestro Señor Jesucristo. AMÉN.
Sagrado
corazón de Jesús…
En Vos confío.
Dulce
corazón de María… Sed la salvación del alma mía.
En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
