viernes, 10 de mayo de 2013

Argentina: Obispo pide no aplicar eutanasia a persona en estado de inconsciencia persistente



BUENOS AIRES, 17 Ago. 12 / 10:54 am (ACI/EWTN Noticias).- El Obispo de Neuquén (Argentina), Mons. Virginio Bressanelli, pidió que se respete el derecho a la vida y por tanto no aplicar la eutanasia a Marcelo Diez, un hombre de 45 años que desde 1994 permanece en estado de inconsciencia permanente debido a un accidente de tránsito.
"Estamos frente al misterio de la vida de un hermano de la que no puede ser dueño ni administrador absoluto una tercera persona. Desde el punto de vista humano es una vida que hemos de respetar, cuidar y sostener hasta que su estado se revierta, como esperaban sus padres, o hasta que su curso se cierre naturalmente", expresó el Prelado en un comunicado del 15 de agosto.
De esta manera, Mons. Bressanelli se opuso al pedido de las hermanas para que se retire la alimentación a Marcelo, y que es respaldado por el fiscal José Gerez amparado en la nueva ley de la mal llamada "muerte digna". Según el fiscal, la nueva ley permite a médicos y familiares decidir sobre las personas que se encuentran en estado de salud irreversible.
El Obispo de Neuquén advirtió que "dentro de un estado de inconsciencia persistente, Marcelo goza de una salud física estable. No está conectado a nada. No es un enfermo terminal. No está sometido a terapia alguna, por lo tanto no se practica sobre él un ensañamiento terapéutico que le prolongue artificialmente la vida. No manifiesta tampoco estar sometido a algún dolor físico, psicológico o espiritual".
Asimismo, señaló que presenta reacciones mínimas y "no se sabe si oye o que grado de conciencia tenga de sí mismo y de la realidad circundante. Configura, más bien, un cuadro de alta discapacidad. Todo esto nos ubica frente al misterio de la vida de un hermano de la que no puede ser dueño ni administrador absoluto una tercera persona".
En ese sentido, añadió que al paciente se le garantiza la alimentación e hidratación, así como otras medidas que dentro de su cuadro le otorgan la calidad de vida digna que merece todo ser humano, como son la higiene, el afecto y la atención espiritual. "Sus reacciones se leen en su rostro, que se ilumina al escuchar música, o que manifiesta cansancio cuando algo lo aturde", indicó.
Por ello, "quitarle las atenciones que hoy se le brindan lo condenaría a una muerte atroz. Eso configuraría una eutanasia por omisión y un delito por abandono de persona".
El Obispo expresó su solidaridad con la familia por esta difícil situación. "Estamos sin embargo frente al desafío de tener que aceptar con valentía nuestras limitaciones, y de seguir apostando por una vida de la que no somos dueños ni administradores absolutos".
"Como hombres y mujeres que amamos la vida y que creemos en el Dios de la vida, debemos reconocer que este es un misterio que nos sobrepasa. Hay situaciones que no podemos manejar, ni en las que podemos aportar soluciones o mejoras significativas".
"En esos casos nos queda algo que califica y dignifica a todos: redoblar nuestra capacidad de amor, resignar con humildad nuestro afán de omnipotencia y brindar al hermano necesitado lo que esté a nuestro alcance, confiando en Dios Padre providente que, aún en estos casos, está realizando un designio de amor para el bien de muchos", culminó.
 
Marcelo Diez, nuestro hermano argentino cuya vida se ve amenazada por falsa “muerte digna”
 
 
BUENOS AIRES, 09 May. 13 / 09:07 pm (ACI/EWTN Noticias).-Marcelo Diez, un contador que por entonces tenía 30 años, se dirigía en su moto a un asado, en una chacra familiar, cuando un automóvil lo embistió en la Ruta Nacional 22, en Argentina. No volvería a ver a sus seres queridos. Era un domingo, 23 de octubre de 1994.

Pero Marcelo no murió, aunque ese accidente estaría lejos de ser la última ocasión en la que la
vida de Marcelo estaría en riesgo. Internado en un centro médico, el 8 de diciembre de ese mismo año una infección intrahospitalaria lo postró en cama de forma definitiva, con un estado de inconsciencia permanente.

Tras múltiples esfuerzos en diversas instituciones médicas, los padres de Marcelo, Andrés y Trude, acondicionaron la chacra familiar a manera de clínica para su hijo, en la localidad de Neuquén.

Eventualmente Trude enfermó de cáncer y falleció en 2003. Andrés la siguió, debido a una enfermedad del corazón, en 2008.

Muertos los padres, las hermanas de Diez, Andrea y Adriana, aseguraron que “lo que era Marcelo ya no está ahí, déjenlo morir de una vez”, y buscaron en diversas instancias la posibilidad de retirarle los cuidados básicos que recibe, ocasionando así su muerte.

Para ellas, quien está postrado en una cama es “lo que quedó de Marcelo. Un cuerpo que respira”.

El pasado 19 de abril, el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén determinó que en las hermanas de Marcelo recaía la responsabilidad de suspender todas las medidas que actualmente sostienen la vida de Marcelo.
Al recibir el fallo, las hermanas Diez aseguraron recibirlo “con alivio y con tranquilidad, ya que en estos casos no se puede hablar de alegría”.

Sin embargo, el 2 de mayo, el Obispo de Neuquén y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. Virginio Bressanelli, aseguró que
quitarle las atenciones que actualmente recibe Marcelo, de 49 años, “lo condenaría a una muerte atroz”.

Mons. Bressanelli descartó que retirarle los cuidados a Marcelo constituya una “muerte digna” y desmintió a diversos medios de prensa locales que dijeron “que Marcelo Diez está ‘enchufado’ (…) pues no está conectado a nada. Ni lo ha estado en estos últimos años”.

Diez, indicó el Obispo de Neuquén, “dentro de su cuadro goza de una salud estable, sin ni siquiera resfríos o escaras desde hace mucho tiempo”.

Marcelo se encuentra actualmente en el centro de Lucha Neuquina contra el Cáncer (LUNCEC), y el Obispo pidió a la
familia que permitan que ahí, con el apoyo de la Iglesia, cuiden de su vida “hasta que su curso en esta tierra se cierre naturalmente”.

Retirarle los cuidados a Marcelo, advirtió el Prelado, constituiría “una
eutanasia por omisión y un delito por abandono de persona. En estos casos nos queda algo que califica y dignifica a todos: redoblar nuestra capacidad de amor y resignar con humildad nuestro afán de omnipotencia”.

La plataforma
pro-vida argentina Para Hacerse Oír-Hablemos Claro expresó su apoyo al “generoso ofrecimiento” de Mons. Bressanelli.

El presidente de la plataforma, Martin Viano, lanzó también una campaña de muestras de respaldo al Obispo, buscando fortalecer con esta “la defensa de la vida humana, en conformidad a las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia sobre la vida desde la concepción hasta la muerte y la gravedad
moral de la eutanasia".

Para firmar esta misiva dirigida al Obispo de Neuquén, puede ingresar a:
http://www.hacerseoir.org/peticiones.php?id=28