domingo, 16 de diciembre de 2012

OCTAVO DIA DE NOVENA A LA VIRGEN DE LA DULCE ESPERA

Señal de la cruz

En el nombre de Padre, del hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Nos arrepentimos de nuestros pecados.


Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
Por tu gran compasión, borra mis faltas!
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
Y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia,
Ni retires de mí tu Santo Espíritu.
Nuestra Señora de la Dulce Espera,
Ruega por nosotros y por nuestros hijos!

 
Amar a Dios por sobre todas las cosas

Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y dijo: “Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron” Jesús le respondió : “Felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.” (Lc 11, 27-28)


Reflexión

Esta frase constituía una alabanza para María como madre de Jesús según la carne. A través de aquellas palabras ha pasado rápidamente por la mente de la muchedumbre, al menos por un instante, el evangelio de la infancia de Jesús. Es el evangelio en que María está presente como la madre que concibe a Jesús en su seno, lo da a luz y lo amamanta maternalmente: la madre-nodriza a la que se refiere aquella mujer del pueblo. Gracias a esta maternidad, Jesús es un verdadero hijo del hombre. Jesús con su respuesta quiere quitar la atención de la maternidad entendida sólo como vínculo de carne, para orientarla hacia aquel misterioso vínculo del espíritu, que se forma en la escucha y la observancia de la palabra de Dios.
 

Oración

María, muchachita de Nazaret, vos que viviste las dimensiones de lo humano y de lo femenino de manera perfecta, intercede por nosotros, para que seamos atentos escuchas de la Palabra de Dios. Aleja de nosotros todo lo que nos impida practicar lo que Jesús nos enseñó. Pon en nuestra boca, tus palabras, tus intenciones y todo lo que pueda abrir nuestro corazón al bien y al amor.


A cada intención respondemos: “Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor”

-Por que las mujeres puedan amamantar a sus hijos, dándoles su leche y amor.

-Por que todos los padres puedan ayudar a crecer a los hijos.

-Por la intención con que rezamos esta novena


Rezamos

Oh, María, aurora del mundo nuevo
a Ti confiamos la causa de la vida
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la Vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo
La alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con confianza.


 Padre Nuestro, Ave María y Gloria.