miércoles, 19 de septiembre de 2012

SANTOS ANDRÉS KIM TAEGON, PABLO CHONG HASANG Y COMPAÑEROS MÁRTIRES


Se veneran este día en común celebración todos los ciento tres mártires que en aquel país testificaron intrépidamente la fe cristiana, introducida fervientemente por algunos laicos y después alimentada y reafirmada por la predicación y celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. Todos estos atletas de Cristo —tres obispos, ocho presbíteros, y los restantes laicos, casados o no, ancianos, jóvenes y niños—, unidos en el suplicio, consagraron con su sangre preciosa las primicias de la Iglesia en Corea (1839-1867).


Los laicos llevaron la fe católica a Corea al final del siglo XVI. La evangelización era muy difícil porque Corea se mantenía aislada del mundo, excepto por los viajes a Pekín para pagar impuestos. En uno de esos viajes, algunos coreanos cultos obtuvieron literatura de los padres jesuitas en China. Comenzaron una iglesia doméstica en Corea. Doce años después, un sacerdote chino fue el primer sacerdote que logró entrar secretamente en Corea. Encontró allí 4000 católicos. Ellos nunca habían visto un sacerdote. Siete años mas tarde, en medio de gran persecución, habían 10,000 católicos.



          San Andrés Kim Taegon es hijo de nobles coreanos conversos. Andrés fue bautizado a los 15 años de edad. Después viajó hasta el seminario mas cercano, en China.  Regresó a Corea y se le asignó preparar el camino para la entrada de misioneros por el mar, para evitar los guardias de la frontera. En 1846 fue arrestado, torturado y decapitado. Tenía 25 años.


 
           Fueron varios miles de mártires coreanos en esa época. En 1883 llegó la libertad religiosa.


Beatificado en 1925 y canonizado el 6 de Mayo de 1984 por Juan Pablo II en su visita a Corea, junto con 102 otros mártires, incluyendo el seminarista Pablo Chong Hasang. La mayoría de los mártires canonizados eran laicos. La multitud en la misa de canonización fue una de las más grandes que jamás se han reunido en la faz de la tierra.