sábado, 7 de abril de 2012

TE ACOMPAÑAMOS, MADRE DE LOS DOLORES!


En este Sábado Santo, la Iglesia acompaña a la María,
en la Advocación de Nuestra Madre de los Dolores.

Al pie de la Cruz, donde una espada de dolor atravesó el corazón de la Madre, Jesús le dijo: ¡Mujer ahí tienes a tu hijo!, y así, antes de morir no quiso dejarnos huérfanos, y nos dio a su madre como Madre nuestra.

La Virgen María dijo a Santa Brígida de Suecia (1303-1373):
"Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso tú, hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de que sean tan pocos los amigos de Dios."
Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores:
1. "Yo concederé la paz a sus familias."
2. "Serán iluminadas en cuanto a los divinos Misterios."
3. "Yo las consolaré en sus penas y las acompañaré en sus trabajos.»
4. "Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas."
5. "Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y las protegeré cada instante de sus vidas."
6. "Les asistiré visiblemente en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.
7. "He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida terrena a la felicidad eterna ya que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo será su consuelo y gozo eterno."

Según San Alfonso María Ligorio, Nuestro Señor reveló a Santa Isabel de Hungría que El concedería cuatro gracias especiales a los devotos de los dolores de Su Madre Santísima:

1. Aquellos que antes de su muerte invoquen a la Santísima Madre en nombre de sus dolores, obtendrán una contrición perfecta de todos sus pecados.


2. Jesús protegerá en sus tribulaciones a todos los que recuerden esta devoción y los protegerá muy especialmente a la hora de su muerte.
3. Imprimirá en sus mentes el recuerdo de Su Pasión y tendrán su recompensa en el cielo.


4. Encomendará a estas almas devotas en manos de María, a fin de que les obtenga todas las gracias que quiera derramar en ellas.


Meditar los siete Dolores de Nuestra Madre, es una manera de compartir los sufrimientos más hondos de la vida de María en la tierra.
¡Cuánto Dolor Madre, al ver sufrir tanto a tu Hijo!
¡Cuánto dolor, María, al tenerlo muerto entre tus brazos!
Te acompañamos Madre, en estos momentos de dolor y te pedimos, que Tú tomes el dolor de tantas Madres que perdieron a sus hijos!. Sabemos, que a pesar del dolor tan inmenso, hoy Sábado Santo, -donde todo parece estar en profundo silencio-, aguardas con Esperanza las promesas del Padre: “Al tercer día Resucitará”.

Primer Dolor - La profecía de Simeón (cf. Lucas 2,22-35)

Qué intenso dolor padeciste Madre, cuando escuchaste la profecía de Simeón. Querida Madre, por Tu afligido corazón, alcánzame la virtud de la humildad y el don del santo temor de Dios.


Segundo Dolor - La huida a Egipto (Mateo 2,13-15)

¿Cuánto dolor sintió María?. Debían huir, para salvar a su Hijo de la matanza decretada por Herodes. ¿Cuántas fueron sus privaciones durante tan largo viaje?. ¿Cuántos sufrimientos experimentó la Madre en la tierra del exilio?. Madre Dolorosa, haz que tenga un corazón atento parta huir de todas las ocasiones de pecado.


Tercer Dolor - El Niño perdido en el Templo (Lucas 2,41 -50)

Madre, que junto a San José, sufriste al no poder encontrar a tu Hijo durante tres días, te pido que, cuando el pecado me lleve a perder a Jesús, ayúdame a encontrarlo de nuevo a través del Sacramento de la Reconciliación que me lleve a una sincera conversión de corazón.

Cuarto Dolor - María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV Estación del Vía Crucis)

¡Que tremendo dolor Madre, al ver a tu Hijo cargando con la cruz!. Ayúdame Madre Mía a convertir mi corazón, para no aumentar el peso de aquella cruz con nuevas ofensas y pecados. Ayúdame, para que pueda ser el Cirineo para Jesús, presente en mis hermanos.


Quinto Dolor - Jesús muere en la Cruz (Juan 19,17-39)

Ella permaneció al pie de la cruz, oyó a su Hijo prometerle el cielo a un ladrón y perdonar a Sus enemigos. Sus últimas palabras dirigidas a Ella fueron: "Mujer, he ahí a tu hijo." Enséñame a aceptar, amar y ofrecer todas las cruces que estoy viviendo y a ofrecer por amor, las que en el futuro me toque vivir.


Sexto Dolor - María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz (Marcos 15, 42-46)

¡Qué amargo dolor Madre! Ahí tienes a tu Hijo, ya muerto, entre tus brazos. Por esas lágrimas tuyas, que se mezclaron con la Sangre Preciosa de tu Hijo, ayúdame para que pueda sostener a quienes me necesiten.


Séptimo Dolor -Jesús es colocado en el Sepulcro (Juan 19, 38-42)

¡Madre Querida, por la soledad que sentiste al dejar a tu Hijo en el sepulcro!, haz que nunca me sienta solo, que comprenda, que aún en los momentos en que experimento la soledad, Vos estás allí, para llevarme a tu Hijo.