Queridos hermanos: En este quinto día de la novena al patrono de nuestro barrio, San José Obrero, le pedimos con fe su intercesión, para que nos enseñe a confiar en Dios, en todas las situaciones de la vida que nos toque atravesar.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Acto de arrepentimiento
Le pedimos a Dios que perdón por todos los pecados que cometimos, por eso rezamos todos juntos el Pésame:
Pésame Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí, por el cielo que perdí.
Pero mucho más me pesa porque pecando ofendí, a un Dios tan Grande y tan Bueno como Vos.
Antes querría haber muerto que haberte ofendido y propongo firmemente no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén
Oración para comenzar cada día
Glorioso Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien Dios Padre confió, cuidar, guiar y defender, en la tierra, a la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros y a todos los fieles católicos que somos parte del Cuerpo místico de tu Hijo, que es la Iglesia. Alcánzanos las gracias que necesitamos en esta vida y, sobre todo, los auxilios espirituales para la vida eterna.
Concédenos la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena (pedimos con fervor y confianza la gracia que se desea obtener).
En este quinto día de la novena, contemplamos a San José que, junto a María, busca durante tres días, con intenso dolor, a Jesús, que se había quedado en el Templo de Jerusalén.
En profundo silencio escuchamos la Palabra de Dios (Lc. 2, 41-51)
“Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y, acabada la fiesta, Maríay José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyeron que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.Todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿porqué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados”.Jesús les respondió: “Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?”. Ellos no entendieron lo que les decía. Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón”.
Palabradel Señor
Reflexión: Querido San José Obrero, cuántos hermanos atraviesan hoy en día, por los mismos dolores que tú y María, padecieron.
El dolor de haber perdido a un ser querido. Cuántos niños y jóvenes perdidos en nuestro país y en el mundo entero y que son sometidos al trabajo esclavo, a la prostitución, al robo, a la violencia, al maltrato.
Poreso, pedimos tu intercesión, por todos aquellos padres, hermanos, amigos, que sufren el dolor ante la pérdida de sus seres queridos, para que en la búsqueda, conserven la paz interior y la confianza en Dios.
Todos juntos pedimos:
San José Obrero, te pedimos que intercedas por nosotros, para que ante las pérdidas, nos centremos en Dios y confiemos en él.
Te pedimos por las pérdidas de salud, trabajo, proyectos, la casa propia, amigos, para que no vivamos obsesionados por el pasado y por lo que hemos perdido, sino que podamos descubrir los nuevos horizontes, que nos darán otras oportunidades y gracias.
A cada intención respondemos: Por San José Obrero, bendícenos Señor
- Con salud emocional.Oremos…
-Con salud física. Oremos
-Con vínculos afectivos sanos. Oremos…
-Con salud espiritual. Oremos.
-Con todas aquellas gracias y dones que ni siquiera nos podemos llegar a imaginar. Oremos
Señor, Dios mío: por la intercesión de San José Obrero, te pedimos que jamás te perdamos a Ti por el pecado mortal y si, llegáramos a perderte, que te hallemos mediante el deseo de conversión y el sacramento de la reconciliación. Amén
Rezamos el Santo Rosario: Hoy contemplamos los Misterios Luminosos
Oración Final: A San José Obrero
Nos dirigimos a ti, bendito San José, nuestro protector en la tierra, como quien conoce el valor del trabajo y la respuesta a nuestro llamado. A través de tu Santa Esposa, la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y sabiendo el amor paternal que tuviste a nuestro Señor Jesús, te pedimos nos asistas en nuestras necesidades y nos bendigas y fortalezcas en nuestros trabajos.
Ayúdanos a realizar dignamente nuestras tareas diarias, líbranos de caer en el pecado, de la avaricia y de tener un corazón corrupto. Sé tú el amable guardián de nuestro trabajo, nuestro defensor y fortaleza contra la injusticia y el error.
Seguimos tu ejemplo y buscamos tu auxilio. Socórrenos en todos nuestros esfuerzos, para, así, poder obtener contigo el descanso eterno en el cielo. Amén
San José Obrero: Ruega por nosotros!
Alumbrantes de la Novena: Grupo de Oración "Jesús de la Divina Misericordia"