(Aunque algunas memorias o fiestas que son de
devoción popular y que se celebran el sábado por la mañana o el domingo, se
hace una breve mención a modo de informar)
LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
02 de Febrero – Fiesta
“…
Cuarenta días después de su nacimiento… según la ley mosaica, María y José
llevan al niño Jesús al templo de Jerusalén para ofrecerlo al Señor… ¿Quién es
ese Dios fuerte que entra en el templo? … es el niño Jesús, en los brazos de su
madre, la Virgen María. La Sagrada Familia cumple lo que prescribía la Ley: la
purificación de la madre, la ofrenda del primogénito a Dios y su rescate
mediante un sacrificio.
Cristo
viene como nuevo Sumo Sacerdote... la mediación con Dios ya no se realiza en la
santidad-separación del sacerdocio antiguo, sino en la solidaridad liberadora
con los hombres. Siendo todavía niño, comienza a avanzar por el camino de la
obediencia, que recorrerá hasta las últimas consecuencias.
La
primera persona que se asocia a Cristo en el camino de la obediencia, de la fe
probada y del dolor compartido, es su madre, María… Madre de Aquel que es
"gloria de su pueblo Israel" y "luz para alumbrar a las
naciones", pero también "signo de contradicción"... Y a ella
misma la espada del dolor le traspasará su alma inmaculada, mostrando así que
su papel en la historia de la salvación… que se completa con la amorosa y
dolorosa participación en la muerte y resurrección de su Hijo. Al llevar a su
Hijo a Jerusalén, la Virgen Madre lo ofrece a Dios como verdadero Cordero que
quita el pecado del mundo.
Las
palabras que en este encuentro afloran a los labios del anciano Simeón, "mis
ojos han visto a tu Salvador", encuentran eco en el corazón de la
profetisa Ana. Estas personas justas y piadosas, envueltas en la luz de Cristo,
pueden contemplar en el niño Jesús "el consuelo de Israel". Así, su
espera se transforma en luz que ilumina la historia.”