Hoy, pídele al Espíritu Santo el anhelo de ser constructor de unidad.
Espíritu de unidad, te reconozco, confieso y proclamo como Señor y dador de comunión y de unidad, por eso, hoy me uno a la petición que un día hizo Jesús al Padre: "Que todos seamos uno..."
Espíritu de Dios, que todo lo restauras, sana mi corazón de aquellas heridas que no me permiten vivir en paz conmigo mismo y con los demás, y dame la gracia de ver a cada persona con tus ojos.
Espíritu de reconciliación, dame la capacidad, la decisión y la generosidad del perdón cotidiano, para que mi modo de sentir se asemeje cada día más al de Jesús.
Espíritu de reencuentro, reconstruye los puentes de comunicación que se hayan roto en mi vida con aquellas personas con quienes tú quieres que me encuentre, viviendo con simpatía, paz y armonía.
Como para ti no hay imposibles, haz que, en mi vida, en la de mi familia y en la de todos los cristianos, se cumpla prontamente este pedido de Jesús: "Que todos seamos uno". Amén