sábado, 19 de abril de 2014

Vigilia Pascual



El Triduo culmina con la Vigilia Pascual de hoy, sábado por la noche, con la que comienza el tiempo pascual.
La vigilia pascual, la noche santa de la Resurrección del Señor, se considera como la madre de todas las santas vigilias (San Agustín). Durante ella, la Iglesia espera velando la resurrección de Cristo y la celebra en los sacramentos.

La Vigilia Pascual comprende:

1- El rito del fuego y de la luz,
2- La Liturgia de la Palabra,
3- La Liturgia de la iniciación cristiana y
4- La Eucaristía.

Rito del fuego y de la luz


Con las luces de la Iglesia apagadas, se bendice el fuego nuevo y se pide al Señor que estas fiestas no enciendan en el amor de Dios para vivir la Pascua con un corazón renovado. El fuego nuevo, simboliza, el paso de las tinieblas a la luz, de la noche al día, es decir, del pecado y la muerte a la resurrección.
Con las llamas del fuego nuevo, se enciende el Cirio Pascual, que simboliza a Cristo resucitado y se reparte su fuego para encender las velas que todos los fieles llevan a la celebración, significando que Cristo, "Luz del Mundo", ilumina la vida de los hombres con su Resurrección.


El cirio pascual es el más importante de todos los cirios. Con el cirio encendido, se realiza una procesión hacia la Iglesia y por tres veces repetimos la aclamación: "Luz de cristo. Demos gracias a Dios".  
El sacerdote entra al templo, llevando el Cirio Pascual en Alto, lo que significa que somos el Nuevo Pueblo de Dios, nacido de la Pascua; peregrinos seguimos a Cristo Resucitado, Luz del Mundo. Llegados al presbiterio se coloca el Cirio Pascual, en el centro del mismo, junto al altar o junto al ambón. Se encienden todas las luces del templo y continúa el pregón pascual. 


El pregón pascual



 
Antiguo himno alusivo a la noche de Pascua que proclama la gloria de la Resurrección de Cristo, que envolverá toda la liturgia de esta noche.
Es el anuncio gozoso en la vigilia pascual de la resurrección de Cristo, en esa noche santa, tan dichosa. El pueblo de pie lo escucha teniendo en sus manos los cirios encendidos. 

La Liturgia de la Palabra



Las lecturas presentan la Historia de la Salvación. Se hacen a manera de diálogo entre Dios y la comunidad, cada una está precedida de momentos de silencio, y oraciones. Las primeras lecturas se hacen del Antiguo Testamento, para admirar la obra de la Creación (Génesis); recordar los prodigios que hizo Dios con Israel su Pueblo (Éxodo); leer a los profetas que anunciaron la Salvación que Dios realizaría para todos los hombres; las siguientes dos lecturas son, una de San Pablo que anuncia a la nueva Iglesia que Cristo resucitado de entre los muertos, ya no muere más y la más importante, el Evangelio, que narra la Resurrección del Señor. Se canta el gloria y el aleluya.
El aleluya es una aclamación comunitaria que inicia el ritual de la proclamación del Evangelio. Es una invitación a la alabanza y expresión de júbilo. Con el aleluya, la asamblea de fieles recibimos y saludamos al Señor, los glorificamos porque Él, se dispone para hablar a nuestro corazón.
Ese canto gozoso se interrumpió en cuaresma, vuelve a sonar jubilosamente en la vigilia pascual.    

La Liturgia de iniciación cristiana 


 Luego de la homilía, se cantan las Letanías de la Iglesia. Se bendice el agua con la que serán bautizeados quienes se hayan preparado. Tomando la luz del Cirio Pacual, se reparte la luz a los fieles, quiens renuevan sus promesas bautismales. Con el agua bendita, el sacerdote los asperja.Finalmente continúa la Misa con la liturgia eucarística de la manera acostumbrada.
En esta vigilia pascual, reciben el bautismo los catecúmenos, primer sacramento de los cristianos. El bautismo es un morir al pecado y un vivir para Cristo. Nuestro bautismo, además de limpiarnos del pecado y darnos el don del Espíritu Santo, es también expresión de la Pasión de Cristo. 

La Liturgia Eucarística 



Con la proclamación de la resurrección en la espera de la segunda venida, celebramos el Amor y la entrega de Jesús presente en el Pan y el Vino.
Como en todas las Celebraciones Eucarísticas (Misas), se prepara el altar con los dones de pan y el vino, para hacer presente la Pascua de Cristo, como Él lo enseñó. La celebración eucarística es el centro de toda la vigilia. La palabra eucaristía, significa "acción de gracias". En esta noche pascual, la Iglesia celebra su acción de gracias al Padre por habernos dado a su Hijo.

El Cirio Pascual




Es el símbolo más destacado del Tiempo Pascual. El cirio más importante es el que se enciende en la vigilia Pascual como símbolo de Cristo, Luz del Mundo y que se sitúa en un candelabro adornado.


Es uno de los símbolos más expresivos de la Vigilia Pascual. El Sábado Santo, se prepara una hoguera y la Santa Misa comienza con las luces apagada. El sacerdote bendice el fuego y de allí, se enciende el Cirio.

Tiene una inscripción en forma de cruz, acompañada de la fecha del año y de las letras Alfa y Omega, la primera y la última del alfabeto griego, para indicar que la Pascua del Señor Jesús, principio y fin del tiempo y de la eternidad, nos alcanza con fuerza nueva en el año concreto que vivimos.
Se incrustan en la cera, cinco granos de incienso, simbolizando las cinco llagas santas u gloriosas del Señor en la Cruz.

Con el cirio encendido, se realiza una procesión y se canta por tres veces la aclamación al Cristo: "Luz de cristo. Demos gracias a Dios", mientras se van encendiendo los cirios de los fieles presentes y las luces de la iglesia. Luego se coloca el cirio en el candelabro y después de inciensarlo, se proclama el solemne Pregón Pascual.


El Cirio Pascual estará encendido en todas las celebraciones durante las siete semanas de la cincuentena pascual, al lado del ambón de la Palabra, hasta la tarde del domingo de Pentecostés. 


Una vez concluido el tiempo Pascual, el Cirio Pascual se usa durante los bautizos y en las exequias, es decir al principio y el término de la vida temporal, para simbolizar que un cristiano participa de la luz de Cristo a lo largo de todo su camino terreno, como garantía de su definitiva incorporación a Luz de la vida eterna.