jueves, 6 de octubre de 2011

EL SANTO ROSARIO


La carta apostólica de Juan Pablo II, publicada el 16 de Octubre de 2002, Rosarium Virginis Mariae –El Rosario de la Virgen María-, propone incluir los misterios luminosos de la vida de Jesús para rezar los jueves.

El Beato Juan Pablo II, define al Rosario como un “compendio del Evangelio”, una oración que debe estar orientada “a la contemplación del rostro de Cristo” con los ojos de María, a través de la repetición del Avemaría y de la meditación de los diversos misterios.

El Rosario es una oración contemplativa, tal como lo señalara Pablo VI: “Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en una mecánica repetición de fórmulas y de contradecir la advertencia de Jesús: Cuando recen, no sean charlatanes como los paganos, que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt., 6,7)”.

Cada vez que decimos: Dios te Salve María, llena eres de Gracia, El Señor, es contigo, saludamos a la Madre, con las mismas palabras que utilizó Dios a través del Ángel Gabriel, en la Anunciación.

Cómo Rezar el Rosario

Comenzamos haciendo la señal de la cruz, para ponernos en presencia de Dios. A continuación, pedimos perdón por los pecados, por nuestras faltas, con las que ofendimos a Dios, rezando el Pésame.

Anunciamos los misterios que corresponden para el día, e inmediatamente, mencionamos el primer misterio, que puede ser meditado con la lectura de la Palabra de Dios.

El silencio, es uno de los secretos para la práctica de la contemplación. Por ello es importante, la escucha y la meditación en el silencio.

Luego, rezamos un (1) Padre Nuestro, diez (10) Ave María, un (1) Gloria y culminamos con una Jaculatoria.

Continuamos rezando de la misma manera hasta culminar con el quinto misterio.

Al finalizar, rezamos por las intenciones del Santo Padre, un (1) Padre Nuestro, tres (3) Ave María o el Ángelus y un (1) Gloria.

Finalmente decimos las Letanías a la Virgen María y la Salve a la Santísima Madre, para coronarla.


Los Misterios del Santo Rosario


Lunes y Sábados: Misterios Gozosos

1- La Anunciación del Ángel a María y la Encarnación del Hijo de Dios (Lucas 1, 26-38).

2- La visita de María a su prima Santa Isabel (Lucas 1, 39-45).

-3- El nacimiento del niño Jesús en el Portal de Belén (Lucas 2, 1-7).

4- La presentación del niño Jesús en el Templo Lucas 2, 22-31).

5- Jesús perdido y encontrado en el Templo entre los doctores Lucas 2, 46-51).


Martes y Viernes: Misterios Dolorosos

1- La oración de Jesús en el Huerto de Los Olivos (Marcos 14, 32-37).

2- La flagelación de Nuestro Señor Jesucristo (Marcos 15, 13-15).

3- La coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo (Marcos 15, 16-32).

4- Jesús con la cruz a cuestas, camino al calvario (Juan 19, 16-17).

5- Crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo (Marcos 15, 33-39).


Miércoles y Domingo: Misterios Gloriosos

1- La resurrección de Nuestro Señor Jesucristo (Marcos 16, 5-7).

2- La ascención de Nuestro Señor Jesucristo (Hechos 1, 8-11).

3- La venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y Los Apóstoles (Hechos 2, 1-4a).

4- La asunción de María Santísima a los cielos (Juan 14, 1-3)

5- La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado (Lucas 1, 46-48, 52).


Jueves: Misterios Luminosos

1- El bautismo de Jesús en el Río Jordán (Mateo 3, 13-17).

2- La autorrevelación de Jesús en el milagro de las bodas de Caná (Juan 2, 1-12).

3- El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión (Lucas 4, 14-21).

4- La transfiguración de Jesús (Mateo 17, 1-9).

5- La institución de la Eucaristía (Marcos 14, 22-25).


Oraciones

Señal de la Cruz

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén

(mientras pronunciamos esta oración, nos signamos con tres cruces: una en la frente, otra en la boca y otra en el pecho).

Pésame

Pésame, Dios mio, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.

Pésame por el infierno que merecí, por el cielo que perdí.

Pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí, a un Dios tan Bueno y tan Grande como Vos.

Antes querría haber muerto, que haberte ofendido. Y propongo firmemente no pecar más, y evitar las ocasiones de pecado.

Amén


Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo. Santificado se Tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase Tu Voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos el pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Amén.

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracias, el Señor es contigo.

Bendita Tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Gloria

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

Amén.

Jaculatoria

Oh!, Jesús mío. Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego y del infierno.

Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitas de tu Misericordia.

Amén

Ángelus

Guía: El Ángel del Señor anunció a María.

Respuesta: Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo. Dios te salve María...

G: He aquí, la esclava del Señor.

R: Hágase en mí, según Tu Palabra. Dios te salve, María...

G: El Verbo se hizo Carne

R: Y habitó entre nosotros. Dios te salve, María...

G: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.

R: Para que seamos dignos de alcanzar las Promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

G: Te suplicamos, Señor, derrames tu Gracia en nuestras almas, para que habiendo conocido por la voz del Ángel la Encarnación de tu Hijo, por los méritos de su Pasión y Cruz, lleguemos a la gloria de la resurrección.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén

Letanías a la Santísima Virgen

Señor, ten piedad

Cristo, ten piedad

Señor, ten piedad

Cristo, óyenos

Cristo, escúchanos


Ten Piedad de Nosotros


Dios Padre Celestial,

Dios Hijo, Redentor del Mundo,

Dios Espíritu Santo,

Santísima Trinidad, un solo Dios


Ruega Por Nosotros


Santa María,

Santa Madre de Dios,

Santa Virgen de la Vírgenes,

Madre de Cristo,

Madre de la Divina Gracia,

Madre Purísima,

Madre Castísima,

Madre Intacta,

Madre Virgen,

Madre Inmaculada,

Madre Amable,

Madre Admirable,

Madre del Buen Consejo,

Madre del Creador,

Madre del Salvador,

Madre de la Iglesia,

Virgen Prudente,

Virgen Digna de Veneración,

Virgen Digna de Alabanza,

Virgen Poderosa,

Virgen Clemente,

Virgen Fiel,

Espejo de Justicia,

Trono de Sabiduría,

Causa de nuestra Alegría,

Vaso Espiritual,

Vaso de Honor,

Vaso insigne de devoción,

Rosa Mística,

Torre de David,

Torre de Marfil,

Casa de Oro,

Arca de la Nueva Alianza,

Puerta del Cielo,

Estrella de la Mañana,

Salud de los Enfermos,

Refugio de los pecadores,

Consuelo de los afligidos

Auxilio de los cristianos,

Reina de los ángeles,

Reina de los Patriarcas,

Reina de los Profetas,

Reina de los Apóstoles,

Reina de los Mártires,

Reina de los Confesores,

Reina de las Vírgenes,

Reina de todos los Santos,

Reina concebida sin pecado original,

Reina llevada al cielo,

Reina del Santo Rosario,

Reina de la Familia,

Reina de la Paz.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, ten piedad de Nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, ten piedad de Nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo, escúchanos, Señor.


Salve


Dios te Salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia.

Dios te Salve, a Tí, llamamos los desterrados hijos de Eva.

A Tí, suplicamos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, Abogada, nuestra.

Vuelve a nosotros, esos tus ojos, misericordiosos.

Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto Bendito de tu Vientre.

Oh!, Clementísima. Oh!, Piadosa, Oh!, Dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,

para que seamos dignos de alcanzar las Promesas y Gracias de nuestro Señor

Jesucristo.

Amén.