miércoles, 26 de octubre de 2011

2do. DÍA DE NOVENA A "SAN MARTÍN DE PORRES"


+ Por la Señal de la Santa Cruz+

"EL QUE AMA ES SABIO"

Queridos Hermanos: Estamos en el segundo día de la Novena a nuestro Santo Patrono “San Martín de Porres”, sigamos renovando nuestro camino de ser cristianos comprometidos con Dios y nuestros hermanos necesitados.

Oración Inicial

Señor Jesucristo, que has venido a la tierra para enseñarnos a vivir como hombres y como hijos de Dios. Tú, que llamaste a San Martín de Porres a tu seguimiento y El, respondió a tu llamada con una vida de identificación total por el amor contigo en la cruz y de entrega generosa, sacrificada y alegre a todos los necesitados sin distinción de raza, credo o color. Concédenos en estos nueve días que consagramos a la veneración e invocación de tu siervo, saber imitar su vida de fidelidad a las bienaventuranzas y sus ejemplos de caridad universal, de manera que, al invocar confiadamente su intercesión, obtengamos el auxilio de nuestras necesidades.

Amén.

Reflexión

Martín, sabía que Cristo Jesús, padeció por nosotros y cargando con nuestros pecados, subió a la cruz. Es por ello que tuvo un amor especial a Jesús crucificado, de tal modo que, al contemplar sus atroces sufrimientos, no podía evitar derramar abundantes lágrimas por Él.

A cada intención respondemos: “San Martín de Porres, Enséñanos a Consolar”

- A los que sufren injusticias de la vida.

- A los que lloran por las pérdidas de sus seres queridos.

- A los que sufren traiciones y engaños.

- A las madres que perdieron sus hijos.

- A los que viven solos o abandonados en hospitales o geriátricos.

- A los hermanos que viven en las cárceles.

- A los niños huérfanos.

- A los que no tienen fe.

- A los que no se atreven a pedir ayuda.

San Martín de Porres, enséñanos con tu mansedumbre y tu humildad, a consolar con las palabras justas y en los momentos adecuados a los que se nos acercan buscando tu ayuda.

Así sea.

Padre Nuestro…

Ave María…

Gloria…

Oración Final

San Martín de Porres, hermano mío, atiéndeme.

En mis penas y tribulaciones, consuélame.

En mis peligros y adversidades, socórreme.

En mis flaquezas y tentaciones, protégeme.

En mis dolencias y enfermedades, socórreme.

Dame la salud si me conviene y líbrame de cualquier mal del cuerpo y del alma.

Bondadoso y compasivo hermano mío, óyeme.

En las angustias de mi pobreza, confórtame.

En los quebrantos de mis infortunios, sálvame.

En mis agobios y desalientos, ampárame.

Ahora y siempre con tu ejemplo, enséñame a tomar cada día mi cruz.

Amén.


“San Martín de Porres, que tu santidad,

nos ayude a defender y amar la vida”